¡PUES NO TE TOCO!
Vaya por delante que Enric Ruiz Geli, no es santo de nuestra devoción; sus proyectos no nos interesan mucho y lo poco que le habíamos leído tampoco. Aun así, hasta ahora, más que hablar de él, habíamos optado por mirar para otro lado pues casi siempre es mejor pensar en positivo. De todas formas, estos días, anda circulando un vídeo por la red que te tira de espaldas y tiene la culpa de este post.
Sobre él y nuestra incapacidad como colectivo de comunicarnos con normalidad va esta pequeña reflexión.
Más allá de Ferrán Adrià, del proyecto que nos cuenta, El Bulli Foundation, y su dudosa ubicación, lo que más nos chirria es el circo en que se termina convirtiendo la arquitectura (o quizás solo el arquitecto), cuando se comienza a hablar de partículas internas de performación de la naturaleza. El vídeo vale la pena verlo porque es de traca (aquí), bueno… vale la pena verlo para flipar en colores.
Hace ya mucho que escribimos el post de “El lenguaje de los arquitectos”, pero ni en la peor de nuestras pesadillas podíamos imaginarnos algo igual.
Cuando nos quejamos de que la sociedad no nos entiende, no hacemos otra cosa que constatar, por un lado, la apatía de la profesión a la hora de comunicarnos con ella y, por otro, que cuando los arquitectos intentamos difundir nuestro trabajo, lo hacemos de manera tan burda y esnob como el vídeo de Geli. O nos pasamos de la raya, como es el caso, o nos quedamos mudos como tumbas con la excusa de que la arquitectura, si es buena arquitectura, ya comunica por si sola. ¡Y un carajo! comunica lo que comunica y eso ya la lo sabía bien Le Corbusier que ponía tanta intensidad en proyecto como en cómo y dónde lo iba a difundir.
Lo peor de todo es que, cada vez que alguno de los nuestros tiene ocasión de aparecer ante la luz pública nos deja peor que mal. Desde Calatrava, hasta Joaquín Torres, pasando por los proyectos inventados de Luis Garrido, todos nos sitúan a la altura del barro, mostrando una imagen que nos perjudica más de lo que pudiera parecer.
De esta forma, esa sociedad con la que tanto anhelamos conectar, sigue viendo trocitos sesgados de la profesión a través de la aparición de esta gente, pero que, aunque sea de manera inconsciente, sigue identificando con todos nosotros.
Si a ello añadimos que, muchas veces, nos siguen viendo como los mayores culpables del desastre urbanístico producido durante la burbuja, pues apaga y vámonos.
Está claro que, no se puede evitar que lo peor de cada casa sea lo que más potencia mediática tenga, pero, quizás, no estaría mal que apareciese una especie de Punset de la arquitectura. Alguien que hable de arquitectura para el gran público y lo haga con cierta seriedad y respeto por la profesión.
¿Que es muy difícil? Pues sí, e incluso el propio Punset tiene que anunciar Bimbo para poder financiar otras causas más nobles, pero no por ello deja de ser útil su labor. Lo que ahora tenemos dista mucho de lo deseable y, evidentemente, a nosotros tampoco se nos ocurre la solución al problema pero no por ello vamos a dejar de ponerlo encima del tablero.
Ya nos contaréis cómo lo veis vosotros.
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EL LENGUAJE DE LOS ARQUITECTOS
http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=17076
¿POR QUÉ LE LLAMAN ARQUITECTURA CUANDO QUIEREN DECIR… ESPECTÁCULO?
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8 COMENTARIOS
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26/12/2014LAS 10 ENTRADAS MÁS VISTAS DEL AÑO 2014 EN STEPIENYBARNO | STEPIEN Y BARNO
Arquitectamos locos?
09/12/2014Yo creo que es un ataque (otro más) de estupendismo, en el que un autor, tocado por los dioses, se considera genial haga lo que haga. Igualmente podría haber cantado «Fiel espada triunfadora» desnudo.
El objetivo final es epatar al político imbécil y a buena parte de la opinión pública (dejándonos a los demás arquitectos como bobos, como bien decís).
StepienyBarno
05/12/2014Cierto! Es un tócame, tócame; pero en realidad es «mírame, mírame».
Miguel Ángel Díaz Camacho
04/12/2014Lo peor que le puede pasar a un arquitecto, es no hablar de arquitectura. Creo que el problema está en generar discursos etéreos sin una arquitectura detrás que los respalde: el proyecto en sí solo aparece al final, fugazmente y con una imagen francamente convencional (nada etérea, vamos). En su lugar, se potencia la imagen de «performance» del autor, su rostro y su voz, su movimiento. Creo que la interposición de un vidrio entre el espectador y el «autor» ya marca un límite bastante excluyente…y dice luego que toquemos…contra!!!…sal de la urna!!!
Susana García
04/12/2014JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA!!!!!! Qué descojone de vídeo!!!
Inés
04/12/2014A mí también me gustaría desaparecer viendo este tipo de representaciones de la profesión, increíble, parece una parodia de Joaquín Reyes en «celebrities»
Juro que pensé que era una coña cuando empezó a dibujar puntitos mirando a la cámara.Tremendo…
StepienyBarno
03/12/2014Ciertamente, el ego tiene mucho que ver en este desaguisado!
Pedro Ivan Ramos
03/12/2014Pues no se puede ver de otra forma que peor que mal.
La verdad es que no me imagino a ningún médico loco que se haga famoso practicando cirugías estéticas extremas, pilotos de líneas comerciales que se destaquen en los medios por hacer temerarios e innecesarios tirabuzones a los mandos de un Boeing 747, ingenieros de Silicon Valley que se hagan tumblrs para salir vestidos de horteras… pero en cambio estamos los arquitectos a los que no sólo nos toca ver cómo una profesión como ésta se está yendo por el desagüe sino que además tenemos que soportar a bufones de este pelo y que la gente nos identifique con estos personajes tan henchidos de ego, tan malos en su trabajo y tan completamente pirados.
A mí si que a veces me gustaría ser una partícula.
Sin más…
y
desaparecer…
pluf!