ARQUITECTURA Y PERSONA. REPENSAR EL SENTIDO DE LO QUE HAGO
Por Felipe Samarán para Fundación Arquia.
«Otros inquietantes despistados (y no son pocos) claman por el fin de la “arquitectura antropocéntrica”, quizás no hayan considerado que el único animal que necesita transformar la naturaleza para poder vivir en ella es el ser humano, sin que ello sea óbice para ofrecer el debido respeto al entorno natural recibido.
Estas y otras centralidades arquitectónicas erráticas inconfesables, así como los cambios inevitables en nuestro tiempo, obligan a pararse y reconsiderar cuál es el sentido verdadero e inmutable de la arquitectura. Lo que la sociedad espera de ella y lo que debe aportar como valor añadido, pero nunca sustitutivo de necesario e irrenunciable sentido fundacional.»
DEJA TU COMENTARIO