La arquitectura es el modo más sencillo de articular el tiempo y el espacio, de modular la realidad, de hacer soñar. No se trata tan solo de articulaciones y modulaciones plásticas, expresiones de una belleza pasajera, sino de una modulación influyente, que se inscribe en el eterno arco de los deseos humanos y del progreso en el cumplimiento de los mismos.
La arquitectura del futuro será pues un medio de modificar las concepciones actuales del tiempo y del espacio. Será un medio de conocimiento y un medio de acción.
Los conjuntos arquitectónicos podrán ser modificados. Su aspecto cambiará en parte o totalmente según la voluntad de sus habitantes. (…)
Las antiguas colectividades ofrecían a las masas una verdad absoluta y unos ejemplos míticos indiscutibles. La aparición de la noción de relatividad en el pensamiento moderno permite vislumbrar el lado EXPERIMENTAL de la próxima civilización, aunque la palabra no me satisface. Digamos más flexible, más “divertido”. Sobre la base de esta civilización móvil, la arquitectura será -al menos al principio- un medio de experimentar las mil maneras de transformar la vida a falta de una síntesis que no puede ser más que legendaria.[1]
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* Stepienybarno está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó y desde mayo del 2009 estamos en la red con la presente publicación digital (Blog) de arquitectura.
Nuestra actividad se sustenta en tres pilares básicos: la investigación, la publicación y la redacción de proyectos de arquitectura.
A su vez, somos socios cofundadores de SINERGIA SOSTENIBLE y directores del blog de FUNDACIÓN ARQUIA.
Alberto Campo Baeza es referente de toda una generación de arquitectos. Un ejemplo vivo de amor por la arquitectura.
Para nosotros siempre ha sido inspiración. Así que, hacer esta entrevista ha sido un honor inmenso. Nos sentimos tremendamente agradecidos. Ver a un hombre tan grande siendo tan humilde nos llena el corazón de gozo.
Muchas gracias, Alberto, por tanta generosidad.
Nuestras aulas se adelantaron muchos años al ahora habitual sistema de trabajar por proyectos. Enseñar y aprender arquitectura siempre ha sido algo particular. No se puede ser buen arquitecto siguiendo un esquema rígido. Nuestra disciplina aúna técnica, arte y sobre todo mucha humanidad.
Humanidad que, por desgracia, no siempre ha estado presente en las aulas. Muchos profesores han tirado de ego y autoritarismo para transmitir su única manera de ver la arquitectura.
Por suerte, nuevos tiempos han llegado y ahora podemos hablar de una enseñanza líquida y expandida. Y, sobre todo, en algunas Escuelas de una enseñanza donde prima la persona y todo es mucho más humano.
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