Os presentamos esta joven y entusiasta arquitecta española afincada en Ámsterdam, Holanda.

La entrega de Laura Álvarez en cuerpo y alma al mundo de la arquitectura quedó recompensada hace pocos meses con la victoria del concurso para la construcción del “Bouwkunde”.

Antes de instalarse por su cuenta trabajó en importantes oficinas de arquitectura de la talla de Carlos Ferrater o el estudio Mecanoo. desde el 2007 es profesora de proyectos en el Máster de Arquitectura de la Escuela de Arquitectura de Delft, creando su propia firma a principios del 2008 “Laura Álvarez Architecture”.

Laura ha tenido la tremenda generosidad de contestar con entusiasmo y claridad a la entrevista que le hemos realizado y que os iremos presentando mañana y la semana que viene. Pero su principal hazaña hasta ahora os la relatamos a continuación.

El punto inicial de la preciosa historia que está viviendo Laura Alvarez tuvo que ver con una triste noticia, el incendio que acabó con la Escuela de Arquitectura de Delft (Bouwkunde Delft) el 13 de mayo de 2008. El edificio, proyectado por los arquitectos Broek & Bakema, se había convertido en un símbolo de la arquitectura holandesa.

A raíz de ello y tras varios debates a nivel nacional para tratar la necesidad de reubicar dicha sede se eligió el antiguo edificio principal del Campus Universitario como localización temporal de la Escuela de Arquitectura. En octubre de 2008 se convocó un concurso internacional de ideas que contó con más de 1.300 participantes de los cuales 466 presentaron una propuesta, dándose a conocer a los ocho nominados, entre ellos la vallisoletana, quien finalmente resultó premiada con el primer puesto del concurso ex (ex aequo),con su propuesta “Amalgam” (Amalgama)

El jurado   valoró el proyecto en estos términos; “Amalgam” es la propuesta más convincente entre las que proponen el uso del edificio Julianalaan como uso permanente. “Amalgam” presenta una  visión clara y bien argumentada de la escuela del futuro y también ofrece una  solución factible del proyecto que muestra convincentemente que la combinación de reutilizar un edificio existente y añadir uno nuevo puede dar lugar a una fuerte identidad arquitectónica que encaja con la escuela de arquitectura de Delft. Esta propuesta toma una posición valiente al complementar el edificio existente con un fuerte contrapunto arquitectónico.

Según su autora “el edificio existente tiene una superficie aproximada de 25,000 m2, un poco menos de la mitad de la superficie requerida para la nueva facultad. Este nuevo volumen no parasita al edificio existente, sino que se posiciona en los vacíos dejados por él. Es extremadamente cuidadoso. Antiguo y nuevo se complementan. El edificio actual da presencia al conjunto mientras que el nuevo permanece detrás, tranquilo”

ENTREVISTA CON LAURA ALVAREZ, PARTE 1

“Lo que intento es transmitir la pasión que yo tengo por la arquitectura”

-¿Cómo valoras tu etapa universitaria? ¿Recuerdas algún maestro con especial cariño?

Mi etapa universitaria fue un periodo de muchos cambios. Estudié en tres universidades diferentes y creo que estos cambios son los que me animaron a seguir moviéndome cuando terminé la carrera.

Es curioso que en una carrera tal larga e intensa sólo te quede el recuerdo de un profesor… José Manuel Martínez; fue mi primer profesor de proyectos y también el último ya que me tutoró el proyecto final de carrera. Chema, que aunque su nombre no aparezca en muchas publicaciones de arquitectura es un gran arquitecto, me transmitió su gran pasión por la arquitectura, y creo que ver el entusiasmo con el que daba clases me animó a mí a dar clases en Delft.

-Desde hace un par de años estas al otro lado de la clase. ¿Cómo vives tu experiencia como profesora del Máster de Arquitectura de la Escuela de Arquitectura de Delft?

Lo vivo con mucho entusiasmo y con total entrega. Creo que dar clase no sólo es enseñar a encajar un programa de necesidades, las reglas de composición y hacer detalles constructivos.

Lo que intento es sobre todo transmitir la pasión que yo tengo por la arquitectura, las continuas ganas de aprender y hacerles ver que en la arquitectura nunca hay un punto final, siempre es punto y seguido.

La relación que yo tengo con mis alumnos en Delft es totalmente diferente a la que yo tuve con mis profesores. No es tan distante. Vemos juntos todas las semanas los proyectos de todos los alumnos, nos mandamos mails, incluso a veces tenemos sesiones extras en el estudio (de vez en cuando vienen todos para acá para tener una jornada intensiva!). El lazo que estableces con los alumnos es muy sólido.

Esta manera de ver la docencia demanda mucha energía pero creo que merece la pena. Ver los progresos de los alumnos es muy gratificante y quizá sea lo que más me anima a dedicarle tanto tiempo.

Uno de los profesores con los que doy clase me decía el otro día que no aguantaré así más de 10 años….Creo que no me conoce bien.

– ¿Nos recomiendas alguna lectura o libro que te haya marcado como arquitecto?

Las ciudades invisibles de Calvino, sobre todo en esta época de crisis urbana y urbanística. ¡Ahora que no tenemos qué construir, es época para pensar!

Diría Delirious of New York, pero creo que no hace falta recomendarlo ya que probablemente todos lo habréis leído y además ahora que está traducido al castellano… lo ví el otro día en una librería en Amsterdam y me hizo gracia.

La revista Circo, dirigida por Mansilla y Tuñón desde principios de los 90, que me recomendó hace unos cuantos años un compañero holandés, Erik Workel y que además ahora tenemos acceso a la versión digital. Es una buena lectura para todos aquellos que viajan… yo me los leía cuando iba en tren a trabajar a Mecanoo. Son pequeños cuadernos (qué pena para aquellos que no los han tenido entre sus manos), lecturas breves en las que se reflexiona, se critica o simple mente se exponen diferentes manifestaciones artísticas. Os dejo el link, merece la pena:

http://www.mansilla-tunon.com/circo/circo.html

– ¿Hasta que punto entiendes importante el viajar y visitar obras de arquitectura?

Creo que antes viajaba más para visitar obras de arquitectura. Recuerdo viajes sobre todo cuando era estudiante, como la maratón sobre Le Corbusier en la que vimos Ronchamp, La Tourette, La Roche-Jeanneret, Ville Stein, Villa Savoie, unidad de habitación de Marsella…. y todo en menos de cinco días!! O el primer viaje que hice a Holanda, 36 horas para ver Aldo van Eyck, Dudok, Rietveld, Koolhaas, Neutelings-Riedijk,etc.

Con los años me he vuelto más selectiva y he aprendido a mirar de otra forma la arquitectura, quizá es por tener un criterio más formado y más capacidad de crítica. Veo menos proyectos en cada viaje pero los disfruto más.

-¿Te animarías a definir cómo es este tiempo que estamos viviendo?

Creo que si alguna palabra puede definir la sociedad actual ésta sería globalización. Por un lado, el brutal desarrollo de las telecomunicaciones especialmente en la última década han dado como resultado una sociedad virtual interconectada; por otro, los movimientos migratorios ya no sólo se deben a una situación particular económica sino a las ganas y necesidades de muchos individuos por conocer y desarrollarse en otro contexto al previo establecido.

Estos factores están cambiando las relaciones sociales actuales y sin duda alguna tienen su impacto también en la arquitectura.

La globalización es peligrosa. Si no sabemos elegir qué tomar de élla corremos el inevitable peligro de caer en la banalidad, de proponer soluciones costosas y desproporcionadas por copiar ejemplos de otros países y reachazar por sistema soluciones basadas en nuestra propia experiencia a lo largo de la historia.

– Sabemos que te gusta entender la arquitectura desde la poética y la emoción. ¿Si tuvieras que definir el concepto de arquitectura, cómo lo harías?

Hace no mucho asistí a una serie de conferencias sobre Architecture as a Craft en la que sólo se hablaba de la faceta artística de la profesión, del cambio de la arquitectura en el último siglo y me di cuenta que en realidad yo opinaba de manera muy diferente.

Creo que la arquitectura siempre ha consistido en lo mismo, crear espacios y lugares habitables y las herramientas para lograrlo, en realidad ya las definió muy bien Vitruvio hace más dos mil años: firmitas, utilitas y venustas.

– Antes de asentarte en Holanda, estuviste un año viviendo en México, ¿Qué fue lo que te aportó esta experiencia?

Vivir y desarrollarte en una cultura ajena a la tuya te hace ser más crítico con lo que hasta ese momento ha formado parte de tu educación y cultura. Te sirve para aceptar otros puntos de vista y evaluar los tuyos.

Me fui a vivir a México a los pocos meses de acabar la carrera, por lo que creo que el haber estado allí en esa época ha podido influir mucho en mi manera de ver la arquitectura.

Vivir en Ciudad Juárez, ciudad fronteriza y por tanto con infinitos problemas socio-económicos, no me aportó mucho en cuanto a experiencia laboral se refiere. Estuve trabajando en dos estudios, los más atractivos de la ciudad, pero aún así no me ofrecieron nada interesante.

Por contra, el estar viviendo por primera vez en una ciudad sin espacios de interacción y relaciones sociales, me despertó un gran interés por la arquitectura y el urbanismo como arma sociales, como posibles herramientas para crear sociedades. Juárez es sin duda alguna consecuencia de esta globalización mal entendida de la que hablábamos antes.

¿Por qué tomar El Paso como ejemplo a seguir pudiendo tener como referencia Monterrey, Querétaro o Ciudad de México cuyos valores sociales y culturales eran mucho más afines e interesantes?

Creo que si hubiéramos ido a vivir al DF en vez de Juárez, nos habríamos quedado más años. Es una ciudad increíble….y un paraíso para la arquitectura…No descartamos la posibilidad de volver algún día.

– Trabajar en un estudio de la talla de Mecanoo suponemos que seria un gran aprendizaje para ti. ¿Qué es lo que mas valoras de esta experiencia?

Mecanoo fue mi última experiencia profesional antes de dar el gran salto y formar mi propio estudio y por ello el trabajo en el que más responsabilidad asumí. Estar al cargo de un proyecto de 50.000 m2 como el Palacio de Justicia de Córdoba te ayuda sin duda alguna a desarrollar todas tus capacidades como arquitecto, desde proyectar, buscar soluciones o planificar el trabajo hasta poder llevar un equipo, trabajar con otros profesionales o aprender a lidiar con el cliente.

– Terminaste la carrera en el 2002 y después de trabajar con distintos arquitectos, hace un año decidiste montar tu propio estudio. ¿No da un poco de vértigo lanzarse al vacío en estos tiempo de crisis?

Sí y no. Para mí fue una necesidad. Desde que terminé la carrera hasta que me independicé trabajé de forma muy intensiva en todos los estudios, para explotar al máximo todas estas oportunidades de aprendizaje. El año pasado llegó un momento en el que me di cuenta que estaba dando más de lo que recibía a cambio y en ese momento sin pensar en nada más es cuando decidí dejar Mecanoo y lanzarme al vacío.

Sí es cierto que es una época difícil…y en mi caso quizá se agudiza un poco más por haber decidido abrir un estudio en otro país en el que por lógica tengo menos contactos y recursos que en España pero por ahora todo va muy bien….hay que tener un poco de fe en uno mismo, trabajar, trabajar y trabajar y por supuesto nunca tirar la toalla.

– ¿Podrías describirnos como es tu día a día?

Me levanto a las siete, bueno siete y cuarto. Tengo la gran suerte de tener el estudio a dos minutos andando de casa.

Lo primero que hago cuando llego al estudio es tomarme un café y ver todas las noticias de arquitectura que puedo. Busco concursos casi a diario… que obsesión!!! Y en seguida me pongo a trabajar. Trabajo sin parar hasta que me atasco y hago una pausa. Si me atasco mucho me cojo la bici y me doy una vuelta por Amsterdam ..Siempre encuentras algo o alguien interesante.

Trabajo hasta las ocho o nueve. Me voy a correr media horita antes de cenar (un día sí y uno no, no os creais!)

Cenamos hacia las nueve o diez con lo cual no hacemos ni el horario español, ya que no comemos a medio día, ni el holandés de cenar a las seis. Un lío.

Después de cenar, leemos, salimos, vemos una película. Depende del día.

Sé que debería pasar menos horas en el estudio, pero tenerlo tan cerca de casa lo convierte casi en la sala de estar. Por ahora estoy intentando no trabajar todos fines de semana…mi chico, que no es arquitecto, me lo agradece.

ENTREVISTA CON LAURA ALVAREZ, PARTE 2.

“La inspiración para mí es el análisis del contexto y de las necesidades, mientras que la motivación es ver lo que puedo aportar.”

– ¿Qué aspectos de tu personalidad (virtudes y fortalezas) crees que se ponen de manifiesto en tus proyectos?

Creo que soy una persona muy sociable, me encanta conocer gente nueva y diferente. El estudio está en un bajo y tiene un inmenso ventanal hacia la calle… al final he conseguido entablar relación con casi todos los vecinos, un auténtico challenge en Holanda.

La arquitectura y el urbanismo tienen el enorme poder de crear comunidades y también de disgregarlas. Creo que este aspecto social de la arquitectura, los espacios de interacción es un aspecto que me interesa muchísimo dentro de nuestra profesión.

He tenido la gran suerte de trabajar casi siempre a lo largo de mi carrera profesional en edificios de uso público y quizá esto ha influido en gran medida en mi manera de pensar sobre la arquitectura.

– ¿De dónde vienen tus influencias e inspiraciones? ¿Crees que la música y la arquitectura tienen más puntos en común de los que pudiera parecer?

Ayer un estas conferencias que os comentaba sobre Architecture as a Craft, los ponentes entre los que se encontraba Michiel Riedijk explicaban todos sus proyectos partiendo de otras manifestaciones artísticas: la vie mode d´emploi de George Perec, Homofabric de Sennet, las Composiciones de Kandinsky,…

Yo sinceramente no tengo este tipo de influencias. Lógicamente todo lo que lees, ves, todas tus experiencias influyen en tu manera de proyectar pero sinceramente yo no tengo esta vena artista o no encuentro la justificación para decir que un proyecto de arquitectura es la traducción material de uno de los lipogramas del colectivo Oulipo, o la reinterpretación de una obra de Duchamp.

Yo lo veo mucho más sencillo. Para mí la arquitectura se basa en dar soluciones y aportar algo a esta sociedad. La ¨inspiración¨ para mí por tanto es el análisis del contexto, de las necesidades y la ¨motivación¨ es ver que puedo aportar algo.

En mi opinión Música y Arquitectura son las artes que más leyes o pautas tienen. Geometría, ritmo y composición son cualidades intrínsecas de estas disciplinas y quizá otras disciplinas, las artes plásticas o la literatura por ejemplo, son más libres, tienen menos ataduras.

– te gusta hablar de reciclar y reutilizar lo existente como una de las claves de la verdadera sostenibilidad. ¿Cómo entiendes el tema de la sostenibilidad a nivel general?

El gran problema de la sostenibilidad es que no hay una conciencia global al respecto. Siempre actuamos de forma individual con lo que al final lo único que estamos haciendo es poner parches a algo que está agujereado por todas partes.

Es absurdo pensar que la sostenibilidad se basa sólo en el uso de materiales reciclados, paneles solares y tecnología sostenible.

Una cita:

Modern technology

Owes ecology

An apology.

Alan M. Eddison

“La tecnología moderna le debe a la ecología, una disculpa.” Alan M. Eddison

– ¿Crees que en un país como Holanda está más avanzados en estos derroteros que en el resto de Europa?

Sí creo que Holanda esta un paso por delante a España.

Holanda es un país que a la fuerza tiene que trabajar en común, no sirven acciones individuales. Su extrema densidad de población y el gran problema frente al agua a lo largo de toda su historia han creado una conciencia por el bien común que nosotros en España, quizá por la falta de necesidad, no hemos desarrollado.

– ¿Podrías contarnos alguna anécdota al respecto?

Tuvimos una reunión con la Secretaría de Justicia de la Junta de Andalucía cuando todavía trabajaba en Mecanoo.

El proyecto que estábamos llevando a cabo, el Palacio de Justicia de Córdoba, con un horario de apertura de cinco horas al día como la mayoría de los edificios administrativos en España, contaba con aproximadamente el 30% de la superficie de reserva para quizá dentro de 20 años ser ocupada. Esto supone unos 17,000 m2 construidos y sin usar durante ese tiempo.

Nosotros pusimos como ejemplo los edificios judiciales holandeses en los que también se construye esa reserva y se organizan de tal forma que permite el alquiler de estos espacios durante el tiempo que no son usados.

La única respuesta por parte de ellos fue: Claro es que eso en Holanda se puede hacer, aquí somos diferentes. No hubo ni un mínimo interés o intento de diálogo. ¿Para qué?

– ¿ Cual es tu visión particular sobre este tema de la sostenibilidad?

La sostenibilidad de la que os hablaba es justo de la que hoy dia no se habla y la que más frutos da. ¿Cómo es posible que se sigan construyendo más y más edificios para la administración que sólo son usados durante 5 horas al día? ¿Por qué no se plantean funciones complementarias  para maximizar su uso?¿Y que pasa con todas las viviendas, edificaciones religiosas o antiguas fábricas sin uso?

Quizá esta crisis del ladrillo que estamos atravesando nos ayude a ser más ingeniosos ante los problemas que se nos plantean.

– Acabas de ganar un importantísimo concurso internacional, como es nuevo edificio de Arquitectura de la Universidad de Delft, en Holanda. ¿Qué es lo que mas te animó a presentarte al concurso?

Creo que el fatídico incendio de la escuela el pasado 13 de mayo de 2008 nos afectó mucho a todos los que formábamos parte de alguna manera de la Escuela de Arquitectura de Delft. Recuerdo ese día en el que todavía trabajaba en Mecanoo. Nos mandaron un mail a todos para que nos asomáramos por la ventana y fue tremendo saber que esa cortina de humo venía de la Escuela. Haceos a la idea que aquí en Holanda sólo hay dos grandes Escuelas de Arquitectura y la de Delft es la más emblemática por haber educado a tantos grandes arquitectos.

A pesar de la tragicidad del momento fue muy bonito ver como todos se pusieron en marcha para que la escuela siguiera adelante. Al día siguiente ya estaban todos los estudiantes instalados en tiendas, estudios como Mecanoo cedieron sus salas de reuniones para que vinieran estudiantes a trabajar….

Ver esta voluntad holandesa, hasta el momento para mi desconocida (no olvidéis que aquí la agenda va por encima de todo), es lo que más me animó a participar en el concurso y así aportar al menos una idea. Imagino que esto es por lo que el concurso tuvo esa gran acogida con casi 500 propuestas presentadas.

– ¿Cuáles crees que son las principales razones por las que el jurado eligió tu propuesta?

La razón por la que eligieron mi propuesta creo que fue por ser sencilla y sensata, sin ningún alarde egocéntrico. Creo que mi propuesta expresaba lo que sentíamos muchas personas en ese momento. El edificio que se había asignado a la Escuela de forma temporal había pasado a ser más que un sitio de paso para todos nosotros y… ¿por qué empezar de cero cuando ya estábamos a mitad de camino?

El13 de mayo, exactamente un año después del incendio, fue la apertura oficial del ¨nuevo¨edificio. En este edificio estamos de forma temporal y es el que yo proponía como punto de partida en el concurso.Lo han conseguido rehabilitar en un tiempo record. Es alucinante, os animo a todos a que os paséis por aquí para que veáis el dinero y ganas que dedica este país a infraestructura pública.

– ¿Cómo ves el panorama general de los concursos de arquitectura?

Desde que abrí el estudio, el 90% de mi trabajo ha ido a parar a concursos. De aquí podéis deducir cual es mi opinión al respecto. Los concursos son necesarios para aportar nuevas visiones y sobre todo para dar acceso democráticamente a todos los arquitectos a los proyectos.

– ¿Qué crees que se podría mejorar de ellos?

En holanda lo que hay que mejorar sin lugar a duda es la accesibilidad a los concursos. Es ridícula la cantidad de requisitos necesarios para participar en concursos que no sean de ideas. No sólo los pequeños quedamos excluidos sino también los de tamaño medio.

Creo que este aspecto esta bastante mejor en España. Allí, lo que está por mejorar sin duda alguna son los amigismos entre jurados y candidatos que presenciamos con tanta frecuencia. También deberían desvincularse de la política, convocarse cuando realmente son necesarios y confiar en profesionales a la hora de juzgar las propuestas.

– En tus propuestas parece que se le da muchísima importancia a la presentación. En ellas todo parece muy delicado y lleno de sensibilidad. Los montajes parecen como salidos del mundo de los sueños. ¿Cuál crees que es el éxito de poder transmitir estas sensaciones?

Como decía anteriormente la arquitectura crea sociedades, comunidades. La arquitectura debe ser vivida sentida y esto es lo que intento siempre transmitir en las imágenes. Hay imágenes en las que sólo doy importancia a la entrada de luz en el espacio, otras en las que el edificio pasa a segundo plano y lo que se resalta es la actividad que éste genera…si pudiera emplear más tiempo con cada imagen, éstas serían todavía más oníricas…

– Te damos un nombre y nos dices la primera palabra que te venga a la mente, ahí van:

Alvar Aalto – maestro de la proporción

Luis Barragán -intimo, celestial

Álvaro Siza – masa y vacío

Zaha Hadid – complejidad gratuita

Carlos Ferrater – frío y racional

Iannis Xenakis – obsesión armónica

– y para terminar ¿Cuáles son tus expectativas, planes y metas para el futuro?

Mis planes son seguir dando clase, y disfrutando de esta profesión y mi meta materializar alguna de las miles de ideas que rondan por el estudio. Pero esto es una meta para el futuro, lleva tiempo.