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Blog de STEPIEN Y BARNO – publicación digital sobre arquitectura
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La importancia de los pequeños hábitos en arquitectura

Nuestros estudios de arquitectura tienen mucho que mejorar a nivel de eficiencia. La productividad no está bien implementada y, auqnue en muchos casos, nos encontarmos con arquitect@s que lo dan todo, los resultados no son demasiado esperanzadores.

De hecho, de tanto darlo todo, nos hemos vuelto una profesión que emplea muchas más horas de las que sería deseable en su jornada laboral.

Aprender a  implimentar la IA y conocer bien el sistema GTD, nos harán hacer más en un poco menos de tiempo y, sobre todo, con más calma. Si te interesa el tema estás en el lugar adecuado.

¿Te sientes atrapado en una montaña de tareas interminables? ¿Trabajando más de 8 horas diarias, incluyendo fines de semana, y aún así sientes que no avanzas? En la arquitectura, el crecimiento profesional no se trata de hacer grandes saltos de un día para otro. Tampoco de esa idea romántica de la creatividad bajo presión, trabajando hasta altas horas de la noche. La verdadera clave para lograr resultados extraordinarios en esta profesión está en algo mucho más sencillo: los pequeños hábitos.

Salir de todo lo aprendido en los años de escuela no es tan sencillo y, por mucho que sepamos que nuestra energía es limitada, a la que nos descuidamos, la cabra tira al monte, y nos podemos dejar llevar por darlo todo a cambio de muy poco.

No se trata de hacer más, sino de hacer lo necesario con mayor enfoque y menos estrés​. Esto no va de ultraproductividad, va de hacer un poco más en un poco menos de tiempo y sobre todo con más oxitocina en el cuerpo y, por supuesto, menos cortisol. Y esto aplica tanto a tus proyectos como a tu vida diaria. Si puedes mejorar solo un 1% en tu organización, planificación o revisión de proyectos cada día, los resultados a largo plazo serán increíbles. Y lo mejor de todo: te darán tiempo de respirar, para que no vivas con esa sensación de estar siempre apagando fuegos.

1 Las cuatro leyes del cambio de hábitos aplicadas a un estudio de arquitectura

James Clear, en su libro Hábitos Atómicos, propone cuatro leyes para crear y mantener hábitos que funcionan. Y aquí es donde las cosas se ponen interesantes para los arquitectos. Con tantas tareas, plazos y detalles, necesitas un sistema que funcione para ti, no en tu contra. Vamos a ver cómo puedes aplicar estas cuatro leyes en tu día a día en el estudio​.

1.1 Hacerlo obvio

¿Alguna vez te has dado cuenta de que, por más que quieras dedicar tiempo a una tarea importante, terminas haciendo cualquier cosa menos eso? El primer paso para cambiarlo es hacerlo obvio. Si quieres trabajar más en la revisión de normativas o en la planificación de tus proyectos, debes tener esos recordatorios siempre a la vista.

Y sobre todo, como bien nos indica el sistema GTD, tener un lugar fiable donde controlar todas las tareas a realizar.

Aquí es donde, también, entra la tecnología. Hoy en día, puedes usar herramientas de gestión de proyectos con inteligencia artificial (IA) que te mantendrán al tanto de las tareas prioritarias. Ya no tienes que depender de tu memoria ni de post-its que terminas ignorando. Por ejemplo,un buen gestor de proyectos y tareas puede avisarte cuando un plazo importante está a punto de vencerse, evitando que lo dejes para el último minuto. ¿Y cuánto estrés te ahorrarías si tuvieras ese recordatorio automático antes de que se vuelva urgente?

Aquí es donde entra el arte de la revisión, tanto diaria como semanal, para que no se nos pase absolutamente nada.

1.2 Hacerlo atractivo

No nos engañemos: algunas tareas en arquitectura pueden ser tediosas. Revisión de planos, redacción de informes, cálculos de costes… A veces sientes que no terminas nunca. ¿Cómo hacer que estas tareas sean menos aburridas? Haciéndolas más atractivas.

La IA puede hacer que lo tedioso sea más llevadero. ¿Cómo? Automatizando esas tareas repetitivas. Imagina no tener que revisar manualmente cada plano en busca de errores. Con la tecnología adecuada, el software puede hacer esa revisión por ti, identificando errores antes de que se conviertan en un dolor de cabeza en la fase de construcción. Así, en lugar de perder horas en algo mecánico, puedes centrarte en lo que realmente te gusta: diseñar, crear y solucionar problemas complejos​. La idea es que la IA pueda hacer todo lo que sea necesario, para que nosotros los humanos nos centremos en las cosas que son más humanas como es la propia creatividad. Eso sí, incluso las IAs vamos viendo que cada vez se vuelven más creativas; así que, incluso en esta fase nos terminarán ayudando.
Quédate con dos ideas. El futuro va de que los humanos hagamos cosas de humanos y que el futuro será más sencillo si vas de la mano de la IA. La IA no te quitará el trabajo se lo quitará al humano que no use IA.

Además, el uso de IA te permite innovar sin miedo a cometer errores costosos. Al final del día, habrás hecho más y te sentirás mucho más satisfecho, sin necesidad de añadir más horas a tu jornada. Estudios hablan de que si usamos bien la IA seremos un 30% más eficientes y la calidad del trabajo también mejorará.

1.3 Hacerlo sencillo

Cuanto más complicado sea el hábito, más difícil será mantenerlo. La simplicidad es clave. ¿Cuántas veces te has sentido abrumado por la cantidad de tareas en un proyecto? En un estudio de arquitectura, los procesos deben ser lo más sencillos y eficientes posible. ¿Cómo hacerlo? Integrando herramientas que hagan el trabajo por ti.

Un sistema BIM (Building Information Modeling) apoyado por IA no solo te permitirá colaborar en tiempo real con tu equipo, sino que también detectará conflictos en el diseño mucho antes de que se vuelvan problemas graves. ¿Cuántas horas te ahorrarías si pudieras prever esos errores y solucionarlos antes de que impacten en la obra? Este tipo de herramientas no solo simplifican tu trabajo, sino que lo optimizan. En lugar de esperar a que todo esté casi terminado para hacer revisiones, puedes incorporar pequeñas rutinas diarias de verificación. Así, reduces las posibilidades de cometer errores y evitas el estrés de última hora.

Si ya lo usas, saben de lo que hablamos. Aun así, no es la panacea y no pasa nada si aun usas CAD. Para según qué proyectos puede estar perfecto. Simplemente, te animamos a estar atento a lo que se viene, que va a ser muy potente.

1.4 Hacerlo satisfactorio

¿Te has dado cuenta de lo bien que te sientes cuando completas una tarea importante? La recompensa inmediata es una parte fundamental para mantener un hábito. En arquitectura, esto puede ser tan simple como implementar un sistema de retroalimentación rápida que te muestre el impacto positivo de tus acciones. Tachar lo que realmente había que hacer es un buen chute de dopamina. Y para esto recuerda que el sistema GTD es clave. Si no tenemos claro que sí hay que hacer, y sobre todo lo que no, no podremos ser realmente eficientes. Si terminas un proyecto a tiempo, evitando errores y cumpliendo con el presupuesto, ¿por qué no disfrutar de esa satisfacción? Aquí es donde la IA vuelve a ser tu aliada. Los programas de gestión de proyectos con IA pueden proporcionarte estadísticas detalladas que te muestren cómo tus pequeñas mejoras diarias están reduciendo tiempos de entrega o mejorando la calidad del proyecto. Ese tipo de reconocimiento tangible te motiva a seguir haciendo las cosas bien​.

Aun así, no olvides controlar bien las horas que inviertes en cada proyecto y, sobre todo, en cada parte o área del proyecto. Hay muchas herramientas que te pueden ayudar.

Lo que estás leyendo es el resumen del texto completo que tenemos en nuesros cursos de productividad.

Ver aquí.

2 La importancia de la identidad digital: ¿Quién eres como arquitecto?

Tus hábitos, buenos o malos, se acumulan y moldean tu vida. Un hábito puede parecer insignificante al principio, pero con el tiempo tiene el poder de crear una gran diferencia. Si tomas malas decisiones regularmente, te encontrarás con consecuencias negativas; pero si adoptas pequeñas prácticas positivas, verás una mejora gradual y continua. Un buen punto de partida es comenzar a observar tus rutinas. ¿Qué cosas haces sin pensar que podrían estar limitando tu productividad? Tal vez pospones tareas importantes o te distraes con facilidad. Cambiar estos pequeños hábitos, aunque no parezcan trascendentales al principio, puede llevarte a una efectividad mucho mayor con el tiempo. Es crucial también recordar que los hábitos están estrechamente ligados a nuestra identidad. Tus hábitos reflejan cómo te percibes a ti mismo y cómo te proyectas hacia los demás. Por ejemplo, si te consideras una persona ordenada, tiendes a actuar de manera que refuerce esa autoimagen. Al cambiar tus hábitos, también puedes modificar tu percepción de quién eres. El camino hacia la mejora no es instantáneo. Implica un compromiso con el cambio gradual y continuo, pero los resultados, aunque lentos, se acumulan con el tiempo. La clave es la consistencia. Así que, si quieres ser más efectivo, comienza a transformar los hábitos que forman la base de tu vida diaria. Recuerda, la suma de pequeños hábitos puede llevarte a resultados extraordinarios.

Aquí viene la pregunta clave: ¿qué tipo de arquitecto quieres ser? No hablamos a tus logros, sino a tu identidad profesional. Muchos arquitectos creen que deben estar en todo, desde la supervisión de cada detalle hasta la gestión de todo el equipo. Pero, ¿realmente es necesario? ¿O es simplemente un mal hábito? Como bien sabéis, no somos muy fans de la figura del llanero solitario. 

La clave para adoptar hábitos sostenibles y eficaces está en redefinir tu identidad profesional. Aunque seas un estudio pequeño, te animamos a tener y cuidar tu propia marca personal. Si te identificas como un arquitecto que delega y que aprovecha la tecnología, podrás cambiar tu mentalidad hacia una forma de trabajo más eficiente y con menos estrés. 

Pero para delegar, no vale competir por precio. Si es así, delegas repartiendo miseria. Por ello, una buena visibilidad y un cierto impacto en la red, te ayudará a aumentar tus posibilidades laborales. Si, desde ahí, puedes dejar de competir por precio, tendrás más opciones de delegar con solvencia.

Imagina un escenario en el que puedes confiar en la IA para hacer las tareas tediosas y rutinarias, mientras te enfocas en lo que realmente importa: la creatividad, la innovación y la satisfacción del cliente​. Como bien dice José Miguel Bolívar, experto en productividad: “El problema no es que tengas demasiadas tareas; el problema es que no sabes priorizar bien”. Y en un estudio de arquitectura, esto es aún más cierto. Deja de pensar que debes hacer todo por ti mismo y empieza a delegar las tareas que pueden ser automatizadas.

Si usas un buen GPT de chatGPT te vas ahorrar un buen porrón de horas (ver aquí).

3 Nuevos tiempos: Hábitos, IA y vida sana.

Honorarios de arquitectura: El impacto económico de los buenos hábitos

Ahora hablemos de un tema que nos afecta a todos: los honorarios. ¿Cuántas veces has trabajado más de la cuenta y cobrado menos de lo que deberías? ¿Has pensado que muchos de esos problemas se deben a una falta de planificación y previsión? Los hábitos no solo te ayudan a ser más productivo, también impactan directamente en la rentabilidad de tu estudio.

Esto no quita que nuestra realidad como arquitectos es bien jodida. El panorama sigue siendo muy complicado y la tarta del pastel es pequeña. Por ello, solo queda marcar la diferencia y tener claro cuál es tu valor diferencial para así, no tener que competir por precio. Sabemos que es más fácil hablarlo que hacerlo; pero, te animamos a poner el foco en ello.

Uno de los mayores errores en la gestión económica de un estudio de arquitectura es la subestimación de los costes y tiempos de entrega. La IA puede ayudarte a evitar estos errores. Al analizar datos históricos de proyectos anteriores, puedes estimar de manera mucho más precisa cada parte del proyecto y tiempos de ejecución. Esto te permitirá ajustar tus honorarios y presentar presupuestos más realistas, evitando sorpresas desagradables más adelante​.

Optimiza tu tiempo: IA y sistemas productivos para arquitectos

El éxito en un estudio de arquitectura no depende únicamente de trabajar más horas. Ya lo sabes: trabajas fines de semana, noches, y parece que nunca es suficiente. Lo que realmente marca la diferencia es tener un sistema eficiente que gestione tus proyectos de manera óptima, y ahí es donde la IA puede cambiar el juego por completo​.

Aun así, la IA solo complementa tu propia eficiencia y, para ello, toca ponerse las pilas en que integres de la mejor manera el sistema GTD en el día a día de tu estudio.

Imagina un sistema en el que todas las tareas repetitivas, como la revisión de normativas o la planificación de entregas, se automatizan. Los sistemas de IA te permiten optimizar todo tu flujo de trabajo, desde la fase de diseño hasta la construcción. Esto no solo te ahorra tiempo, sino que mejora la precisión y reduce el riesgo de errores costosos.

Vida sana.

Así, una vez que vamos adaptando nuestro día a día a los buenos hábitos que nos regala el sistema GTD, implementamos la IA, ahora solo queda poner el foco en tener una vida lo más saludable posible.

Si llevas un tiempito desconectado de comer sano y moverte con sentido, echa un ojo al maravilloso blog de Marcos Vazquez de Fitness revolucionario (ver aquí).

Si a todo esto, le sumas una buena rutina de sueño tu nivel de energía aumentará seguro.

De hecho, el tiempo que «pierdes» en dormir una hora más, entrenar un poco y comer mejor, lo recuperas de manera inmeditata al estar mucho más eficiente en tu jornada laboral. Esto es algo que tú no te das cuenta, pero que sí es cierto. A más cuidado del cuerpo, tu nivel de eficacia en lo que hagas subirá un 20%. Esto no es magia; como humanos funcionamos así.

Asesoramientos de PRODUCTIVIDAD para Estudios de Arquitectura

El éxito en arquitectura no depende de esfuerzos titánicos ni de jornadas interminables de trabajo. Los grandes logros vienen de la acumulación constante de pequeños hábitos. Si mejoras un poco cada día en tu organización, planificación y uso de herramientas tecnológicas como la IA, no solo serás más productivo, sino que también mejorarás la rentabilidad de tu estudio y reducirás el estrés en tu vida.

Así que, ¿qué tipo de arquitecto quieres ser? ¿Seguirás apagando fuegos o empezarás a construir un sistema que te permita trabajar de manera más inteligente, no más dura?

Autores del post: Agnieszka y Lorenzo (Stepienybarno)

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