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Blog de STEPIEN Y BARNO – publicación digital sobre arquitectura
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ENTREVISTA CON CAMILO RESTREPO – PARTE 1

ENTREVISTA CON CAMILO RESTREPO – PARTE 1
«CREO QUE LA ARQUITECTURA PERMITE CONSTITUIR VÍNCULOS DE SIMETRÍA CON EL MUNDO»

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Y como lo prometido es deuda aquí colgamos la primera parte de la entrevista que Stepienybarno ha realizado en exclusiva al arquitecto Camilo Restrepo.

Antes de nada agradecer enormemente la amabilidad que Camilo ha tenido en todo momento con nosotros.

Esperamos que sea la primera de una larga lista de entrevistas que hoy empezamos y que intentaremos ir publicando todas las semanas. Ojala que os gusten las respuestas tanto como a nosotros!!

¿Cómo empezó tu aventura arquitectónica?
Decidí ser arquitecto, porque creo que de manera inconsciente era lo único que había visto hacer, mi padre es arquitecto. Entre a la escuela de arquitectura de la Universidad Pontificia Bolivariana, en Medellín, y cuando terminé me fui a holanda, a finales de los 90 a trabajar a Maastricht, con Jo Coenen, luego regresé y aquí había una secesión económica muy dura, no había trabajo, y logré entrar a la facultad de arquitectura como profesor auxiliar, aún soy profesor allí, y bueno, pues la cosa se ha ido poniendo más interesante, ir viendo algunos proyectos construidos, perder y ganar concursos, arriesgar, estudiar, creo que es una actividad fascinante.

¿Si tuvieras que definir el concepto de arquitectura, cómo lo harías?
Me interesa pensar que la arquitectura ya no tiene como principal objetivo el diseño del espacio. Por el estado de la práctica y las nuevas organizaciones y configuraciones sociales, el arquitecto está más cerca de ser un agente para la gestión, producción y administración del espacio, que para dar forma al vacío con representaciones estilísticas. Creo que la arquitectura permite constituir vínculos de simetría con el mundo.

¿Cómo valoras  tu etapa universitaria? ¿Recuerdas algún maestro con especial cariño?
Creo que el gran aporte de la universidad fue que coincidiera con unos compañeros de clase muy interesantes y listos. Yo dibujaba muy mal, y este ambiente de competencia sana me obligó a encontrar y a desarrollar otros métodos de expresión, aprender autocad muy rápido, a realizar fotomontajes con fotocopias y fotografías, a darle un valor a las ideas, a leer, a buscar otras opciones que me permitieran hacer el trabajo bien, dentro de mis posibilidades, a asumir riesgos antes que lugares comunes. Creo que lo más relevante era que teníamos un grupo de compañeros de curso y algunos vínculos con otros estudiantes de otros cursos, amigos, donde siempre había interés apasionado por investigar. Estudié en la universidad junto a Miguel Mesa (de Mesa Editores) y Felipe Mesa (Plan B), junto a ellos teníamos a un buen grupo de trabajo y discusión. Esto me obligaba a leer y a estar muy atento a todo lo que se decía y se pensaba. Por otra parte, cuando empecé a estudiar, nombraron a Jorge Perez Jaramillo como decano, él tendría 35 anos, lo que hizo que hubiese una planta profesoral joven y dispuesta a arriesgar, comprometida, dispuesta a proponer, el logro reunir una planta profesoral y un grupo de arquitectos relativamente jóvenes. Por esto llegaron profesores como Felipe Uribe, Ana Elvira Velez, los cuales nos estimulaban a leer, dibujar de otras maneras, a pensar. Indujeron en mí un espíritu de riesgo y compromiso, esto produjo un vínculo fuerte de amistad y a partir de ahí una relación estrecha con muchos de ellos, que a día de hoy  aún nos reunimos bastante seguido a conversar, a realizar proyectos juntos.

¿Cuales consideras los temas más importantes a la hora de proyectar?
Creo que es importante entender que cada proyecto, cada encargo trae consigo un set de ideas, condiciones y ensambles particulares. Por esto cada encargo es una nueva oportunidad de ensayar nuevas ideas, poner a prueba intereses; pensar que cada proyecto es una realidad diferente y asumirla como tal; no para desplegar formas ya prefiguradas o para dar respuestas pertenecientes a lugares comunes. Creo que no hay un tema a la hora de proyectar, sino ensambles de ideas, capacidades y constituciones que chocan y producen otra vida en ese lugar, a ese grupo social, a esa configuración de humanos y no humanos que confluyen en cada situación – realidad, es decir en cada proyecto.

El respeto a la naturaleza se pone de manifiesto en proyectos como la casa Dl o el Orquideorama. ¿Cómo entiendes que debe de ser esta relación entre lo natural y la arquitectura?
Creo que no hay diferencia entre lo natural y la arquitectura, ambas organizaciones pueden ser simétricas, en la medida que entendamos que son configuraciones cambiantes, que hay relaciones de reciprocidad y simetría, se trata de insertar configuraciones materiales y sociales dentro de la lógica de los procesos de lo orgánico, establecer vínculos de contacto entre los humanos y lo no humano. Permitir que haya intercambio, no considerar el mundo y la arquitectura como una organización netamente antropocéntrica.

En uno de tus escritos hablas del tema de la identidad. Podrías resumirnos de qué manera afecta este concepto a tus planteamientos arquitectónicos.
Al texto al que se refieren, es un texto bastante particular y puntual. Este texto surge de una discusión que se viene presentando en Bogota – no es una discusión de interés nacional – alrededor de lo que allí llaman arquitectura colombiana. Algunos arquitectos de allí quieren a partir de intereses locales, construir etiquetas de identidad nacional, construir un molde intelectual, categorizado, de lo que ellos llaman la verdadera arquitectura colombiana, la cual, creen debe estar hecha de la línea de pensamiento trazada por Rogelio Salmona, por una resaca de un regionalismo critico rancio, la supuesta tradición del material (en este caso adobe), el valor del lugar como estilo, etc. A mi todo de ver, esto me parece un poco agresivo, sobretodo por ese interés de querer meternos a todos bajo esas clasificaciones, discutir de identidad es innecesario. Lo que si creo es que debe haber es respeto y libertad para que cualquiera asuma la identidad o los intereses que le plazca. Debe existir la posibilidad de ser, de constituir arquitecturas, no de dogmas. Creo que la arquitectura como profesión, como acción reflexiva debe permitir el intercambio, la diversidad. Creo que en el caso colombiano, no podemos ser otra cosa más que una organización mestiza, hecha de muchas características intelectuales, de mezcla de tiempos, de hechos incoherentes, de simultaneidades, un poco a-históricos (arquitectónicamente hablando).

¿Podrías describirnos como es tu día a día? ¿Tienes un horario fijo de trabajo?

Vivo en la puerta de al lado del despacho. Llego allí, es decir, paso de puerta alrededor de las 8 AM, leo las noticias, visito algunos blogs (plataforma arquitectura, scalae, bldgblg, edgargonzales), veo correos, analizo que actividades hay que hacer para ese día, que hay que programar. A eso de las nueve de la mañana ya me pongo en función de lo que esta pendiente, alguna que otra reunión, etc. Ya en la tarde trato de trabajar hasta las 6pm, evitar los trasnochos, salir a trotar hasta las 7pm y antes de dormir, entre 9 y 10,30 leer.

¿Qué es lo más importante para ti dentro de tu labor docente en Medellín?
Creo que desde la docencia, puede uno establecer otras miradas, tanto para uno mismo, como para los estudiantes. Ser docente en Medellín, me obliga permanentemente a tener un vínculo directo con una realidad cruda e injusta. Que a la vez da posibilidades, espacios de oportunidad, de optimismo, de cambio y transformación responsable. Es construir la posibilidad de desarrollar una práctica desde lo necesario, desde la inteligencia de los recursos, mínimo esfuerzo – máximo impacto, low tech – high concept. Insertarse dentro de la lógica de la recursividad material, técnica, informacional.
¿Hasta que punto entiendes importante el  viajar  y visitar obras de arquitectura?
Cada vez me interesa menos viajar para ver proyectos, creo que como estudiante era muy importante verlo todo. Hoy soy más selectivo en lo que me gusta o me interesa ver. Si creo que es fundamental el viajar, y lo hago cada vez que puedo. Perderse en las ciudades, en los paisajes, viajar mas como explorador que como turista.

¿Nos recomiendas  alguna lectura o libro que te haya marcado como arquitecto?Desde la arquitectura, creo que Delirio de Nueva York, de Koolhaas es un libro que no es solo arquitectura, es un método de investigación, es capaz de pasar del análisis a la propuesta de una manera inteligente, astuta, poniendo en tela de juicio de manera aguda los modelos de organización y su materializaciones, por ejemplo el de la ciudad, la arquitectura de estilo, etc. Ex un documento prospectivo, el cual creo que aun koolhaas sigue al pie de la letra en su ideología, su proceder.
También me han interesado dos libros: El contrato natural de Michele Serres por que señala otro tipo de relación con lo que nos rodea, un escalón hacia adelante en la manera de vincular lo vivo, una invitación a dejar a tras la óptica antropocéntrica.
Mil años de historia no lineal, de Manuel de Landa. Este libro me interesa por la capacidad que este tiene de redescribir el mundo humano y no humano como una red de situaciones co-dependientes, reciprocas, la cual involucra estructuras sociales y económicas a la manera que tenemos de proceder como sociedad. Este no deja de lado las miradas científicas, sino que también es capaz de involucrarla en los procesos de desarrollo social y sus implicaciones ecológicas – ecosociales.

¿Cómo piensas que debe ser la relación cliente – arquitecto?
Esta es una relación bastante ambigua, creo que debe estar basada en la confianza mutua. Por un lado, hay que ser astuto y saber poner los proyectos – en el sentido oral – en los términos que a ellos les interesa, en dar respuesta a lo que encargaron, sus deseos. Nunca hablo de formas con los clientes, trato de orientar las conversaciones a las acciones que realizan, a sus intereses cotidianos, a su vida, a las posibilidades. Creo que con la arquitectura y la manera de presentarla a los clientes se debe llevar una especie de doble contabilidad. A veces, por el bien del proyecto, para que se haga posible, no es necesario contarle al cliente todos nuestros intereses intelectuales, nuestras preocupaciones arquitectónicas. Se trata mas bien de mostrar el proyecto en los términos que el cliente lo pidió. Por otra parte, ser honestos también con los presupuestos y tratar al cliente como un aliado, cercano a nuestros intereses, verlo como un agente que hace parte del proceso, vincularlo a los procesos de diseño, tenerlo en cuenta. No presentársele a este como si uno fuese el especialista. Establecer una relación más simétrica.

¿Qué aspectos de tu personalidad (virtudes y fortalezas) crees que se ponen de manifiesto en tu obra?
El riesgo y el compromiso, la duda permanente. La necesidad de testear y experimentar, de verificar y arriesgar otras maneras de hacer. Soy una persona abierta y receptiva y trato de que la arquitectura que hago vincule la posibilidad de intercambio, de encuentro y de transformación.

y mañana la segunda parte, os esperamos!

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