• Asemas
Blog de STEPIEN Y BARNO – publicación digital sobre arquitectura
Sin comentarios

NEUROARQUITECTURA Y EDUCACIÓN: APRENDIENDO CON MUCHA LUZ

stepienybarno-blog-stepien-y-barno-plataforma-arquitectura-pola-mora

Por Pola Mora Desde Plataforma Arquitectura

“El siguiente texto corresponde al capítulo 15 del Libro «NEUROEDUCACIÓN: sólo se puede aprender aquello que se ama» (Alianza Editorial, 2010), dedicado a analizar cómo interactúa el cerebro con el medio que le rodea en el momento de la enseñanza y el aprendizaje, a partir de los datos que aporta la ciencia.

Por Francisco Mora*

¿Por qué enseñar a los estudiantes en clases amplias, con grandes ventanales y luz natural es mejor y produce más rendimiento que la enseñanza impartida en clases angostas y pobremente iluminadas? ¿En qué medida los colegios, los institutos de enseñanza media o las universidades, que se han construido y se están construyendo en las grandes ciudades, modelan la forma de ser y pensar de aquellos que se están formando? ¿Es posible que la arquitectura de los colegios no responda hoy a lo que de verdad requiere el proceso cognitivo y emocional para aprender y memorizar, acorde a los códigos del cerebro humano y verdadera naturaleza humana y sean, además, potenciadores de agresión, insatisfacción y depresión? ¿Hasta qué punto vivir constreñido en el espacio de un aula, lejos de las grandes extensiones de tierra con horizontes abiertos o montañas, árboles, de suelos alfombrados de verde o secos matojos no ha alterado los códigos básicos del aprendizaje y la memoria? Todas estas son preguntas actuales, persistentes, que inciden en la concepción de una nueva neuroeducación.

Hace bastante tiempo que sabemos que los habitantes de grandes ciudades tienen unas tasas altas de ansiedad y neurosis, de estrés crónico y, desde luego, de enfermedades mentales, entre las que sobresalen la depresión y la esquizofrenia.

Es más, hoy sabemos, por estudios de resonancia magnética nuclear, que dichas personas tienen una actividad aumentada de varias áreas del cerebro emocional, entra ellas, y en particular, la amígdala, ese detector constante de miedos, peligros y dolores, pero también de la corteza cingulada, que focaliza la atención y forma parte de la organización de toda conducta emocional. (…)”

Accede al artículo, AQUÍ

ARTÍCULOS RELACIONADOS

DEJA TU COMENTARIO

Tu dirección de correo no va a ser publicada. Campos obligatirios están señalados con *

GRACIAS POR LEERNOS
Archivo
Suscríbete a las actualizaciones de este blog

Volver al inicio