FRIO… Y ALGO SUCIO. VENECIA UNFINISHED.
Por Marcos Cortes Lerín Desde ARKRIT
“Nunca nos podíamos haber imaginado la situación actual de crisis profesional y financiera, cuando visitamos, hace ya 10 años, la exposición ‘On site: New architecture in Spain’ que el MOMA dedicó a la arquitectura española en los tiempos de bonanza. Pero aquí estamos, una década más tarde, en una situación diametralmente opuesta.
La gran mayoría de los proyectos expuestos desde hace unos días en el Pabellón Español de la Bienal de en Venecia son de una calidad altísima, sin embargo, sigue siendo un debate abierto si las arquitecturas expuestas en Unfinished son respuestas a la crisis (algunas se empezaron a construir en los años previos al inicio de la crisis) o si, por el contrario, ya estaban ahí sólo que no supimos ver aquello que no es infierno por encima de las barrigas de las vacas gordas de la empresa constructora española. Hace 20 años, Lacaton & Vassal lanzaron una bengala al cielo para reclamar, con urgencia, la no-intervención del arquitecto. Con el encargo de intervenir sobre la Plaza Léon Aucoc en Burdeos (1996), reconocieron un espacio público en pleno rendimiento; un buen espacio público que ya respondía a las necesidades de descanso, sombra, accesibilidad y reunión de los vecinos; sencillamente no había nada que un arquitecto pudiera hacer para mejorar ese espacio; y eso es lo que hicieron: nada. Koolhas diría en 1994 sobre la intervención del arquitecto que “donde no hay nada todo es posible, donde hay arquitectura ninguna otra cosa puede ocurrir”.
Más allá del debate sobre las obras expuestas, una de las virtudes de la exposición es la relación entre la muestra y el montaje del pabellón, es decir, la relación entre contenido y continente. Todo comienza en el exterior del pabellón donde un elemento vertical asimétrico y aparentemente sin terminar llama la atención del visitante. Una puerta gira sobre su eje horizontal y se hace marquesina; la apropiación del exterior como preámbulo a la entrada permite proyectar el espacio del pabellón hacia fuera invitando a pasar dentro. Bajo la marquesina entramos a un espacio central donde una serie de cerchas dibujan un recorrido zigzagueante (…)”
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1 COMENTARIO
Joan Pascual Ubalde
11/07/2016Estupendo artículo, estupenda muestra y estupendas obras. Pero aprovecho el comentario del autor sobre el león, para decir algo que desde el principio me llamo la atención en la exposición, y que debo decir. no he visto in situ, pero si que he recorrido de forma virtual, al igual que muchas de sus obras:
Me parece sumamente irónico que un país como el nuestro, dotado de buena arquitectura, de buenos arquitectos, pero tan desindustrializado, tan poco evolucionado en medios y tecnología en el sector de la construcción, a diferencia de otros sectores, incapaz de exportar nada que merezca la pena, aparte de las grandes empresas que trabajan básicamente en hormigón, y hay que decirlo también, saben gestionar grandes equipos en el extranjero, haya escogido como soporte ese frame-wall. En sueños veo paredes de tocho que se mueven hacia abajo y hacia arriba, hacia los lados, a caballo entre un film de Robert Wiene y uno de hitchcock, veo casas envueltas con hormigón (paredes, suelos y techos, y no son las de Tadao Ando!), todo muy pesado, de difícil digestión. Pero hay que felicitar esa presentación, sinceramente le han sabido dar la vuelta. No hay que ensuciar el León, simplemente hay que ser un poco más higiénicos en nuestras obras mientras dure el proceso constructivo, no vaya a ser que al final las fotografíen «unfinished», y quede al descubierto el trajín de sus interioridades, más allá de lo que al final con «rebozo» muestran sus acabados.