¿Es JUSTA la CIUDAD de los 15 MINUTOS?
La ciudad y todo lo que ocurre en ella tiene una gran influencia en el cambio climático. La construcción de edificios y la movilidad afectan de manera poderosa en la sostenibilidad del planeta. Así, tomar medidas para mejorar este impacto parece un buen plan.
Una de las propuestas más escuchadas últimamente es el planteamiento de la ciudad de los 15 minutos. Con ello, mientras unos ven en la propuesta una tabla de salvación, otros ven que será una medida ineficiente que mermará nuestras libertades.
Sobre todo ello va el post de hoy; así que, si ves que te interesa el tema, estás en el lugar adecuado.
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1 LA ARQUITECTURA SOSTENIBLE
Cuando montamos nuestro estudio de arquitectura en el 2003, lo primero que hicimos fue apuntarnos a unos maravillosos cursos de Bioconstrucción. Por aquel entonces apenas se hablaba de eficiencia energética y, cuando planteábamos en nuestros proyectos estrategias bioclimáticas, parecíamos poco menos que marcianos.
De hecho, muchos arquitectos, por aquel entonces, ridiculizaban este tipo de arquitectura pasiva.
Se enrocaban en la máxima de que “si es buena arquitectura, ya es sostenible”. Y no, esto no fue así nunca y tampoco lo es ahora. Mucha de la arquitectura que consideramos arquitectura con mayúscula no es sostenible. Ni tan siquiera es mínimamente eficiente a un nivel energético.
Por otro lado, también es cierto que en la mayoría de los proyectos más o menos bioclimáticos que por entonces se hacían, la arquitectura en sí misma brillaba por su ausencia y podríamos decir que lo que se construía era más una edificación eficiente que una arquitectura sostenible.
Con el paso de los años y la urgencia climática que nos atañe, todo esto ha ido cambiando y, por suerte, hoy podemos ver miles de proyectos de muy buena arquitectura que sí son sostenibles.
Muchos de estos ejemplos los podéis ver en el blog de Madera y construcción.
2 LA CIUDAD SOSTENIBLE
En 2010 comenzamos a escribir artículos sobre ciudad y sostenibilidad en el pionero blog de La Ciudad Viva (perteneciente a la Junta de Andalucía). De hecho, fueron casi 50 artículos en los que analizamos nuestras ciudades desde el punto de vista de la ecología, la economía y, sobre todo, la equidad.
Es más, todo ello nos llevó a organizar, desde nuestra asociación de Sinergia Sostenible, dos ediciones del congreso Equiciudad, hablando de todos estos temas.
Estas preocupaciones de hace más de 10 años, en realidad, no han cambiado tanto y, en algunos casos, se han agravado.
Por ello, nos parece interesante prestar atención a propuestas como las Supermanzanas de Salvador Rueda o la actual ciudad de los 15 minutos.
Resumiendo mucho, podríamos hablar que una ciudad es sostenible cuando:
1 Tiene fácil acceso a recursos públicos básicos. Cuanto más pongamos el foco en peatonalizar la ciudad, mejor.
2 La renovación del espacio público (calles, plazas, parques y el espacio urbano en general). Una ciudad con perspectiva de género y generación es imprescindible.
3 Reducción de emisiones de CO2. Para esto, la reducción del transporte privado es clave.
4 Favorecer el Comercio Justo y KM0. La compra de proximidad es siempre una buena idea. Si podemos comprar patatas de la huerta cercana, mejor que si son de la otra punta del planeta.
5 Triple fórmula: reducir, reutilizar y reciclar.
3 ¿QUÉ ES LA CIUDAD DE LOS 15 MINUTOS?
CARACTERÍSTICAS DE LA CIUDAD DE LOS 15 MINUTOS
La idea parte de diagnosticar que las grandes ciudades del mundo están mal organizadas.
En ellas, los puntos de trabajo, educación o salud, se concentran a grandes distancias. Esto viene a ser una herencia de la Carta de Atenas y, la mayoría de las personas, para ir a trabajar o incluso disfrutar de su ocio, tienen que pasar mucho tiempo viajando.
La mayoría de estos viajes se hacen en coche y un 70% se hacen en automóviles que transportan tan sólo a una persona. Otras personas viajan en transporte público, pero estos itinerarios se concentran en pocas horas del día.
De esta forma, la ciudad funciona comandada por el transporte privado y los gases efecto invernadero campan a sus anchas. En muchas ciudades, la contaminación atenta directamente a la salud de quien sale a respirar por sus calles. Demasiada gente pierde más de 3 horas de su día viajando de un lugar a otro.
Por contra, LA CIUDAD DE LOS 15 MINUTOS propone ciudades más compactas con varios núcleos urbanos, de forma que en cada uno de ellos haya los servicios y oportunidades suficientes para no tener que desplazarse tanto. Lo ideal sería que, en menos de 15 minutos (a lo sumo 30), pudiéramos llegar a todo lo que necesitamos cada día. De esta forma, se potenciaría una ciudad más peatonal y con más zonas verdes.
Además, se debería dar más facilidades para quien quiera y pueda trabajar desde casa y no tenga que ir a un lugar físico a trabajar.
En cualquier caso, la mayoría de los conceptos no son nuevos y en nuestro país podemos encontrar ejemplos como la ciudad de Pontevedra.
En palabras del matemático, ideólogo y precursor del concepto, Carlos Moreno:
“Esta idea ha abierto una nueva reflexión sobre el urbanismo pensado desde los usos y el papel del tiempo en nuestras vidas (…), con la degradación de la calidad de vida y el estrés como consecuencias.
Los ciclistas y los peatones son los actores de este modelo, y sus viajes activos están en línea con los desafíos ecológicos contemporáneos”.
A día de hoy, hay movimientos pendulares -gente que hace grandes distancias tan sólo para ir principalmente a trabajar- de un 73% de las personas que salen a la calle. Estos desplazamientos son largos y la opción del coche eléctrico, en nuestra opinión, no es una solución. La industria nos vende una cosa; pero, la realidad es otra bien distinta.
Si las mismas personas realizan los mismos trayectos aunque sea en otro tipo de automóvil, supuestamente más eficiente, no mejora la calidad de vida.
Más allá de esto, tendríamos que asegurar que esta electricidad sea realmente ecológica (si no se asegura esto, podemos tener coches eléctricos igualmente contaminantes).
Por todo ello, estamos hablando de un cambio radical en el que se apuesta por la bicicleta en detrimento del vehículo privado. El transporte público lógicamente también deberá ser potenciado. Pero, sobre todo, tenemos que apostar por la buena peatonalización de nuestras ciudades.
Algo de todo esto ya se va haciendo en muchas ciudades; así que, aunque es un movimiento contundente, en realidad, no es algo tan disruptivo como para pensar que hablamos de una utopía. Es más, cuando profundicemos en el tema y veamos lo que la Inteligencia Artificial puede hacer en favor de la regeneración urbana, entonces sí que quizás nos pueda parecer hoy utópico.
Otro tema es el abuso de las terrazas en la vía publica / Foto de @merlucines_
¿QUÉ DICEN LOS DETRACTORES DE LA CIUDAD DE LOS 15 MINUTOS?
Pero, como todo en la vida, cuando se viene un cambio importante, nos encontramos con gente que abandera el mismo y otros que lo ven como algo negativo.
No hace falta echar la vista muy atrás para recordar a muchos pequeños negocios diciendo que hacer las calles peatonales haría que mucha gente no fuera a sus negocios. Hoy se ha demostrado que esto era falso y, más allá de los beneficios ecológicos, también están los económicos para ese tipo de negocios.
Algunas de las críticas de los detractores de la propuesta de LA CIUDAD DE LOS 15 MINUTOS son:
1- Se pretende ‘encerrar a la gente‘ en burbujas.
2- Esta ciudad requiere una mayor cantidad de recursos y tiempo para construir las infraestructuras necesarias para implementarla.
3- Puede limitar la capacidad de una ciudad para atraer industrias o negocios que no se encuentren dentro del radio de 15 minutos.
4- La implementación puede ser costosa, ya que requiere la construcción de infraestructuras de transporte y servicios dentro del radio de 15 minutos, lo que puede generar un aumento en los impuestos y tarifas para los residentes.
5- Puede ser difícil de implementar en ciudades ya existentes, especialmente aquellas que ya han desarrollado un modelo de crecimiento urbano basado en automóviles y que tienen un diseño de calles y edificios que no se presta para la implementación de esta propuesta.
6- Existe el riesgo de que la Ciudad de los 15 minutos cree más guetos y zonas de exclusión.
Así, mientras los detractores de la propuesta hablan de que sus libertades quedan mermadas y ya no podrán hacer los viajes que quieran, la propuesta, en principio, no es restrictiva (ver caso Oxford).
La ciudad de los 15 minutos: tener al lado de todos los servicios públicos o la nueva cruzada conspiranoica. pic.twitter.com/utnpzS1dbW
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) February 21, 2023
Es decir, la idea es facilitar que si tu no quieres viajar no lo hagas, pero no es determinista.
No penaliza a quien quiera o deba seguir desplazándose.
Simplemente, quiere ponerlo muy fácil a quien decida tener una vida más sosegada y menos contaminante.
Otros tantos recriminan que esta es una nueva forma de mantenernos controlados; lo cual, nuevamente, no parece que sea así. Si, por lo que sea, hubiera una estrategia de control por parte de alguien, sería más allá de la propuesta en sí misma.
EL FUTURO DE LA CIUDAD DE LOS 15 MINUTOS
En este sentido, el mix social debe acompañar toda la propuesta y será una de las claves para que no se den núcleos de guetos.
No hay que olvidar que es un concepto que se enmarca en los principios habituales de la planificación urbana y la arquitectura sostenible. Por lo tanto, en realidad, no es una idea tan disruptiva.
La idea es crear ciudades y comunidades donde todo lo que una persona necesita esté a no más de 15 minutos de distancia a pie o en bicicleta; es decir, hablamos de nuevas ciudades policéntricas de usos mixtos en los que todo está al alcance de la mano.
Que, por ejemplo, un niño de 10 años salga de su casa y pueda llegar al cole por un trayecto corto y peatonal no debiera tener ninguna objeción.
Favorecer la vida en la ciudad a los sectores más vulnerables seguro que hace que nuestras ciudades sean más habitables para todos.
Esto se lograría mediante la creación de espacios urbanos compactos y conectados, donde las viviendas, los trabajos, los servicios, las tiendas, las escuelas y los espacios verdes estén ubicados en proximidad cercana.
No hace falta recordar las desventajas de la ciudad dispersa (ver aquí).
El objetivo es reducir la dependencia del automóvil, fomentar un estilo de vida más activo y saludable, y mejorar la calidad de vida de las personas al reducir el tiempo de viaje y la contaminación ambiental.
La propuesta de la «Ciudad de los 15 minutos» es mirada con buenos ojos por ciudades en todo el mundo, incluyendo París (gran apuesta de Anne Hidalgo en el 2020 para ser reelegida como alcaldesa de la ciudad), Melbourne y Barcelona, y está siendo considerada como una forma innovadora y sostenible de abordar los desafíos urbanos del siglo XXI.
En cualquier caso, como siempre, nos encantaría saber cuál es tu opinión del tema.
Autores: stepienybarno
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