RESEÑA DEL LIBRO SIZAXSIZA, EDITADO POR FUNDACIÓN ARQUIA #ARQUIAXSIZA

Hace unos días cayó en nuestras manos este bonito libro editado por Fundación Arquia y que hemos podido saborear con calma.

Si quieres saber más sobre el libro, no tienes más que seguir leyendo.

El libro está muy bien y vale la pena sumergirse, nuevamente, en la obra del gran Álvaro Siza, esta vez de la mano de Juan Rodríguez y Carlos Seoane.

También hay textos de varios ilustres como, Eduardo Souto de Moura, Kenneth Frampton, Juhani Pallasmaa y David Cohn.

Vayan unos extractos como botón de muestra:

“(….) Siza se puso a dibujar su primer boceto con la mano izquierda y, aunque comentaba que se sentía torpe e impreciso, lo cierto es que el resultado final de aquel retrato realizado con su mano menos diestra, era, una vez más, un gran dibujo; quizás un retrato menos preciso que otras veces pero igualmente sintético y armónicamente fluido –como en los bocetos realizados con su mano más diestra-, porque en el acto de del dibujo la habilidad manual y hasta la participación del cuerpo, seguramente son importantes, pero es al final el cerebro quien conduce. Aquella torpeza física que Siza confesaba, realmente quedaba relegada por su capacidad de síntesis y por el orden que componía todo el conjunto.”

Juan Rodríguez y Carlos Seoane.

“Juan Rodríguez: ¿Dónde crees que está el Siza más auténtico?

Eduardo Souto de Moura: (….) El tamaño y la importancia del encargo no importa, lo importante es el viaje y no el puerto de llegada. Da igual si se trata del diseño de un espejo de 20×20 o de 10 hectáreas del proyecto de Malagueira. Un punto, un detalle, puede servir de palanca para cambiar todo el proyecto de ejecución. Lo importante es lo que queda, la obra en sí misma, no lo que podamos pensar.”

“(….) En realidad, el auténtico proceso creativo siempre sobrepasa y excede la lógica convencional y la racionalidad.

Alvar Aalto subrayó la necesidad de unir los opuestos en proyecto: “En todos los casos uno debe lograr una simultánea solución de opuestos… casi todos los diseños suponen decenas, a menudo cientos, a veces miles, de diferentes elementos contradictorios, que se ven obligados a una armonía formal solo por la propia voluntad del hombre. Esta armonía no puede lograrse por otros medios que no sea el arte”.

S.T.Coleridge, poeta y filósofo, quien definió la poesía como el “equilibrio o reconciliación de cualidades opuestas y discordantes”, mientras que el filósofo Gaston Bachelard, sostiene que el instante poético es una “relación armónica de opuestos”.

La tarea creativa siempre está obligada a buscar esta racionalmente imposible reconciliación.

Los proyectos de Siza alcanzan una coherencia fundamental, pero es un sentimiento o un conjunto de reacciones a la complejidad de la situación, no una única solución formal.”

Juhani Pallasmaa

“(….) La maestría de Siza con la luz natural, así como su relativa indiferencia en relación a los acabados, forma parte de también de esa condición aristocrática que impregna sus obras. El lenguaje de la arquitectura moderna le permite desmaterializar la gentilidad hasta su esencia, dedicándola a la dignificación de la vida cotidiana y a sus placeres”.

David Cohn

“(….) Carlos Seoane: El restaurante Boa Nova es un proyecto que realmente solo se puede entender desde el lugar…

Álvaro Siza: Aquel es un lugar muy singular, un lugar también muy especial para la opinión pública, porque se decía que era donde el poeta Antonio Nobre se acercaba a menudo, y todo el mundo tenía mucho miedo de destrozar la magia de aquel sitio por respeto al poeta.

En su momento el proyecto fue muy mal recibido, porque decían que era el único edificio que tenía su fachada a su espalda, porque tenía el gran ventanal hacia el mar y hacia la entrada se mostraba muy cerrado.

En el concurso, las otras propuestas colocaban al edifico en otro lugar mirando hacia la playa, pero quien realmente escogió el sitio para mi propuesta fue Távora. Un día dijo: “El lugar adecuado es este” y nosotros quedamos atemorizados porque sabíamos que era un lugar muy difícil, pero la elección de la ubicación fue magistral por parte de Távora.”

“(….) Carlos Seoane: Si uno analiza los alzados de las torrres de Facultad de arquitectura de Oporto, también se pueden interpretar ciertas similitudes con representación de rostros. ¿Es ello una propuesta consciente cercana al humor o un resultado casual?

Álvaro Siza: Hasta llegué a oír que alguna fachada representaba el rostro de Távora, sobre todo una con los voladizos sobre las ventanas que pueden recordar algunas cejas, y hasta podrían parecerse a las cejas espesas que tenía Távora.

Evidentemente, nunca pensé en construir una máscara; pero, a propósito de esas anécdotas que se llegaron a contar, recuerdo que también con el pabellón Carlos Ramos, donde hay dos ventanas y una puerta con una plataforma en voladizo, también oí que representaba una cara con una lengua y, realmente, tiene cierta similitud.

Pero, lo que creo que ocurre es que la cara, el cuerpo en definitiva, están en algún modo inconscientemente implícitos en el acto de proyectar.

Por ejemplo, la arquitectura de Palladio también se podría decir que está llega de caras.

Porque en el fondo, todo lo que es forma, de algún modo, tiene siempre una ligazón inconsciente o consciente con el cuerpo humano.”

“(….) Carlos Seoane: Las historias de los concursos suelen ser historias oscuras…

Álvaro Siza: Yo he dejado de hacer; si tienes trabajo no puedes dedicarles el tiempo necesario y genera dificultades a los otros proyectos en desarrollo. Para hacer bien un concurso se requiere mucha concentración. Souto de Moura sí hace muchos concursos, pero él tiene un estudio medianamente grande. Eduardo hace concursos por invitación que normalmente suelen estar bien pagados.

Pero él tiene mucha energía y viaja al extranjero cada semana, pero también comienza a estar ya un poco desengañado.

Ganó hace poco un concurso grande para realizar una torre en Milán, pero no se llegó a construir. Ganó también el concurso de un rascacielos en China; pero, cuando fue a firmar el contrato, le dijeron que no querían una sola torre, lo que querían eran 14 torres iguales y, finalmente, tuvo que retirarse.”

Más sobre el libro, AQUÍ.

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