¿HAY VIDA DESPUES DE LA ARQUITECTURA?
Los arquitectos somos como una especie de hormiguitas que no pueden dejar de trabajar. Lo cual seguramente no es lo más sensato ni lo más sano, pero no deja de ser una realidad que la cantidad de horas que se invierte para la actividad que se está desarrollando es en la mayoría de los casos excesiva. No es cuestión de tener muchos o pocos encargos, ya que tenemos la especial habilidad de buscar siempre algo más que poder hacer. Sobre esta cuestión va la entrada de hoy.
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