LA ALHAMBRA Y LA SOSTENIBILIDAD
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Hoy os presentamos esta interesante reflexión que hemos encontrado sobre como la Alhambra era un ejemplo de sostenibilidad. Desde luego que ante un edifico como este, donde se pueden derramar ríos de tinta no es su aspecto más destacado, pero aún así nos parecía un buen ejemplo de edifico donde comulgarían la buena arquitectura con la sostenibilidad.
La Alhambra es un modelo de edificio sostenible, adaptado a la ciudad
El historiador y crítico J. R. Curtis y el arquitecto y catedrático Juan Miguel Hernández debaten sobre el monumento nazarí
Asistir a una charla sobre arquitectura sostenible a mediodía, cuando el sol cae de lleno sobre el círculo del Palacio de Carlos V, convirtiendo lo que podría ser agradable en una verdadera tortura, no es fácil, pero sí da lugar a determinadas reflexiones, precisamente, sobre este tema tan de moda que se engloba bajo el abstracto término de arquitectura sostenible.
«Esta situación asfixiante no se daría, por ejemplo, aquí al lado, en la Alhambra, que es un modelo de edificio sostenible, adaptado completamente al clima de esta ciudad, que juega con la luz y con las sombras, con el agua, creando un microclima ideal para un día de sol como éste», dijo el historiador y crítico inglés, William J. R. Curtis.
«La Alhambra logra una integración magistral de espacios abiertos, pabellones y estanques, es un laberinto de patios, senderos serpenteantes y ejes sutiles, que descubre unos recursos siempre válidos para regular la temperatura, para que fluyan las brisas, para filtrar la luz y enmarcar las vistas. La arquitectura de la Alhambra transforma los materiales de la naturaleza para insinuar un reino ideal», añadió.
En opinión de Curtis, que compartió debate con el arquitecto y catedrático Juan Miguel Hernández de León, los grandes edificios «transmiten antes de que se les entiendan, cautivan tanto el cuerpo como la mente, se meten en nuestro mundo interior, seduciéndonos. La Alhambra conjuga la luz, el espacio, el agua y la geometría, y atrae directamente los sentidos».
Espejo, lente o cristal
El crítico e historiador inglés apuntó que no se trata de imitar la Alhambra, sino de tenerla de «espejo, lente o quizás como cristal a través del que se reflejen verdades e ideas». El palacio granadino «posee múltiples identidades en sus imágenes y formas. Proporciona un denso texto que se leerá y releerá de las formas más inesperadas. Hoy, la Alhambra obsesiona a los que están preocupados con la búsqueda de un equilibrio adecuado entre lo local y lo universal».
Además, el monumento proporciona «numerosas lecciones a los diseñadores que se preocupan por el paisaje y las fronteras entre lo natural y lo artificial. Atrae a aquellos que piensan que el papel de la arquitectura es intensificar la percepción».
Comprender los principios de la arquitectura del pasado y transformarlos en términos modernos es la clave. «En un periodo de crisis y locura, cuando las viejas convicciones sobre la relación entre la cultura humana y la naturaleza se encuentran amenazadas, está bien recordar que lo mejor de lo nuevo, a veces, puede depender de la metamorfosis inteligente de lo antiguo».
En su interesante meditación, Curtis comentó que la arquitectura ha sufrido, últimamente, «los excesos del capitalismo globalizado y la privatización implacable del espacio público». Por tanto, la ciudad se ha convertido en un circo «donde los edificios icono piden atención a gritos, dando lugar a gestos sensacionalistas sin valor duradero, simplemente recursos para seducir a los políticos e inversores, dando lugar a una sociedad espectáculo».
Curtis advirtió de que los propósitos de la arquitectura deben ser «más serios y a largo plazo, ya que debe servir a la sociedad y contribuir a la ciudad, al paisaje y a la naturaleza».
Manifiesto de 1953
Por su parte, el arquitecto y catedrático Juan Miguel Hernández de León, habló de que el término «arquitectura sostenible» no es del todo correcto, y es mejor emplear «arquitectura esencial». Igualmente, reflexionó sobre el palacio de la colina roja, haciendo alusión al famoso Manifiesto de la Alhambra, de 1953, secundado por un grupo de arquitectos españoles, que tenía como objetivo hallar en la Alhambra ideas que ayudaran a salir de la crisis que por entonces vivía la arquitectura española.
Profesionales como Fernando Chueca, Francisco Prieto-Moreno, Miguel Fisac o Secundino Zuazo sellaron aquellas reuniones de trabajo con un manifiesto sobre el valor del monumento nazarí como «depósito esencial de arquitectura moderna».
Artículo extraído de la siguiente dirección;
http://www.arquitectojoven.com/noticia-La%20Alhambra%20es%20un%20modelo%20de%20edificio%20sostenible,%20adaptado%20a%20la%20ciudad-146.html
1 COMENTARIO
Naiara
30/06/2009De qué me suena todo esto… jajaja, ¡¡muy bien chicos!!Ahora mismo estoy inmersa en la Alhambra…
¡¡Nos vemos!!