CASA STENNAS DE GUNNAR ASPLUND, 1937.
Hoy se cumplen 69 años sin el genial arquitecto Gunnar Asplund. Por ello parece bonito recordar tan señalada fecha con una entrada dedicada a la casa que el propio Asplund construyó para su familia, tres años antes de su inesperado fallecimiento. Con el análisis de este proyecto empezamos una serie sobre viviendas hechas por los propios arquitectos para si mismos.
Se trata de una vivienda de fin de semana que se sitúa en la isla de Lisön, no muy lejos de la capital. Se elige una verde pradera orientada a sur-oeste, para situarla entre montañas altas y escarpadas. La edificación surge a los pies de una afloración granítica en un paraje natural de extrema belleza, donde la arquitectura aparece sin afán protagonista. Todo el programa se desarrolla en una sola planta que se va adaptando a la topografía para quedar conformada en cuatro niveles. Su rasgo más destacado es la integración en la naturaleza a través de una vuelta a lo vernáculo alejándose de los coqueteos que había tenido con el estilo internacional en la feria universal de Estocolmo.
La vivienda se entiende desde el sueño nórdico de vivir en comunión con la naturaleza, donde reine el silencio y la tranquilidad. Así Asplund plantea este retiro con una humildad encomiable. La casa rehuye de cualquier ornamento y no claudica ante ningún estilo o moda arquitectónica. De hecho tiene más que ver con la arquitectura anónima (arquitectura sin arquitectos) y tradicional que con la vanguardia del momento. Estamos hablando de 1937, año en el que su más ferviente seguidor y amigo Alvar Aalto estaba construyendo Villa Mairea, donde en cierta forma gran parte de las actitudes a la hora de proyectar son muy parecidas.
De esta forma, la casa queda fragmentada en dos volúmenes, uno corto acoge el espacio del salón y oro mas largo que da cabida al resto del programa. Ambos se encuentran girados en entre sí, algo más de 90 grados. El acceso se produce por la intersección de ambas piezas. Una cavernosa chimenea es el punto neurálgico del proyecto, justo donde pivota este giro. Gracias a esta dislocación, se permite que la zona de día termine encuadrando a las vistas sobre el archipiélago de Estocolmo, mientras el otro volumen queda horadado por un generoso porche que resuelve la transición entre exterior e interior.
Es importante observar los mecanismos que usa el maestro sueco para provocar una atmósfera tan especial y delicada en el espacio principal de la casa. Como comenta Bruno Zevi “la casa de Asplund es un organismo arraigado al suelo y sumergido en la naturaleza”.
El nivel del suelo del salón no es el mismo que el del resto de la casa, sino que aparecen cuatro escalones que salvan el desnivel existente en la propia topografía original del terno. Éstos aparecen en el acceso a este espacio presidido por el hogar, al que penetran convirtiéndose en parte de la chimenea, a la vez que sirven como zona de estancia y de paso a la vez. Los escalonares son de material cerámico mientras que el resto del suelo es de tablas de madera.
Respecto a este ambiente que se quería conseguir para este espacio interior parece acertada la reflexión que hace José Manuel López-Peláez “Existe un parecido notable entre la chimenea de Stennas y la del cuadro – skymningsglöden, brasas del crepúsculo- del pintor Björn Ahlgrensson, de 1913. Recordemos que la luz nórdica no es sólo diurna sino también la luz del fuego… es difícil exagerar la importancia que tiene el fuego en lima nórdico como medio para reunir a la gente en el hogar. El cuadro es una percepción psicológica y Asplund proyectó esa chimenea con la misma intuición. Esta obra no sólo expresa un reconocimiento de la luz y del espacio como tal, sino una capacidad extraordinaria para modelarlo según sus intenciones. Permite apreciar lo que un maestro puede hacer con sus instrumentos. Tenia la capacidad de comprender a la gente que había de experimentar y de utilizar los edificios.”
Björn Ahlgrensson, brasas del crepúsculo
Hay que destacar la precisión con que cada ventana de la casa se ajusta en altura y dimensión a las necesidades interiores del propio uso de la vivienda, así como a la relación con el exterior, dando como resultado una cierta imagen con gusto por lo casual. Todas ellas eran de madera y algunas no tienen partición central, como por ejemplo la ventana principal del salón. Unas ventanas eran de hoja sencilla, otras se abatían hacia el exterior, e incluso había otras de gran tamaño con mecanismos de guillotina y complejos mecanismos artesanales para su apertura.
El espacio exterior se acota por la presencia en frente de la casa de un gran roble, que define el espacio previo al porche de entrada. Este terreno se encuentra en ligera pendiente y termina siendo el verdadero salón de la casa, dando la espalda al norte, resguardado de los fríos vientos y tomando por techo el cielo.
A este punto conviene rescatar las palabras de Héctor Fernández Elorza “ durante las noches en claroscuro de verano en el espacio exterior al abrigo de la casa y bajo la homogénea bóveda celeste la sensación táctil de la arquitectura que nos rodea de cerca en horizontal no difiere mucho del germen espacial del proyecto del cine Skandia”
El terreno adyacente a la vivienda no sufre ninguna modificación. Todo queda tal cual estaba antes de la intervención, simplemente se realiza la plantación de unos pocos árboles frutales previos a la vivienda. A su vez, la parte posterior de la casa, la aprovecha Asplund para una pequeña huerta donde pasaba gran parte del tiempo.
La estructura de la casa es de madera y tiene una cubierta a dos aguas que mantiene la individualidad de cada zona que cobija. Estos faldones se realizan con pendientes ligeramente distintas y con diferentes dimensiones de los aleros. Las bajantes desalojan el agua en cuatro barriles que ya salían dibujados en la planta de la casa en el lugar exacto donde luego terminarían ubicándose.
Las paredes tienen una estructura de tablas de madera, asiladas con una gruesa capa de periódicos entre ellas, mientras que la cubierta está aislada con un relleno de turba desecha, tetes y periódicos. El exterior también se realiza con maderas aserradas, que incluso llegan hasta el suelo aún a sabiendas del peligro que ello traía respecto de humedad y xilófagos. La casa a pesar de estar pensada para las vacaciones veraniegas finalmente termina teniendo incluso calefacción.
La cimentación de la casa en su mayor parte es la propia roca, mientras que algún pilar descansa sobre piedras que encontraron allá mismo. El volumen de la zona de día, se eleva sobre un forjado sanitario, que hoy sus descendientes han convertido en un sótano para la casa.
Al igual que cuando hemos comentado otras obras del maestro sueco y de Alvar Aalto, siempre el análisis nos lleva a estudiar este diálogo espectacular que son capaces de mantener entre lo tradicional y lo moderno. Navegar en la ambigüedad es un arte de alto riesgo, cuya práctica solo es recomendable para genios de este nivel.
9 COMENTARIOS
Maximiliano
27/12/2022Excelente publicación
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28/02/2014Casa Stennäs | PROYECTOS 3 + 4
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28/02/2014Casa Stennäs I | PROYECTOS 3 + 4
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28/01/2013Stennäs, Asplund | Carlos Gonzalvo
leonardo
23/09/2012Excelente la calidad de contenido del blog, y los felicito por recordar a un maestro como GUNNAR ASPLUND
Juan Manuel
03/03/2010Hola me pasa lo mismo que Victoria. Algun sitio para encotrar plantas y +info de la casa.
Gracias y muy bueno el blog
victoria
28/02/2010hola!
Estoy estudiando arquitectura y tengo que hacer un proyecto sobre la casa stennas. sabes donde puedo conseguir más información,planos,etc?
Muchas gracias.
StepienyBarno
24/10/2009Hola Andres.
Gracias por visitarnos. Nos alegra que te parezca interesante el blog. Esperamos seguir viéndote por aquí. Un saludo
Andrés
22/10/2009Interesante blog. Parece bien llevado, con entrevistas y todo.
Lo sindicaré.
Saludos.