Después de varios días en los que parecía que el COAM no tomaba cartas en el caso Rocío Monasterio, ayer leemos en El Pais que por fin sale a escena. Y aparece para decir que se lava las manos y que pasa de todo.
Sin embargo, desde Stepienybarno, pensamos que es un tema importante para la profesión y que no debiera quedar así.
Así, mientras unos se hacen los locos, vemos como El país ha ido desgranando sucesivamente las presuntas irregularidades de la dirigente de Vox.
Todo indica que durante 6 años, en varias ocasiones, nuestra protagonista firmó como arquitecta sin serlo. Ahora el COAM dice que no puede hacer nada al respecto(ver aquí). Creemos que esto es dar una imagen penosa de para qué sirve un Colegio de arquitectos. Bueno… más bien, la imagen que da es de para qué no sirve.
«(…) y sin tener por qué entrar en la cuestión personal de Monasterio, el Colegio de Arquitectos de Madrid —al que ahora sí pertenece la diputada de la Asamblea de Madrid— tiene entre sus funciones asignadas la protección de la profesión y de los consumidores y usuarios de servicios de arquitectura. No se me ocurre mejor manera de cumplir con este cometido que pronunciarse a este respecto, poniendo en valor los títulos profesionales de sus colegiados y colegiadas, recordando —como decíamos— que son la primera garantía de buen hacer y de profesionalidad, y no algo que se pueda «olvidar», sin prestar atención a la gravedad de las responsabilidades que implica.»
Ahhh! y las redes como no podía ser otra forma, están que arden.
Por aquí algunos tuits (29.11.2019):
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