ENTREVISTA CON TOKI, PARTE 1.
RESTAURANTE DE SANTA BÁRBARA EN URRETXU
Hoy tenemos la suerte de publicar la entrevista que hicimos al estudio gipuzkoano de arquitectura TOKI, formado por Amaia Casado e Ibon Salaberria. Como os comentábamos en la presentación de ayer, a pesar de su juventud, es un estudio con las ideas muy claras, totalmente volcados en el mundo de la enseñanza y construyendo una arquitectura cargada de coherencia y sentido común.
“No creemos en la figura del profesor subido a un pedestal”
– Si os parece empezamos por el principio, ¿Cómo fue vuestro ingreso en la facultad?
Ambos estuvimos tentados por irnos a estudiar bellas artes, pero finalmente nos decidimos por la arquitectura. Las dos son carreras en las que el alumno tiene que proponer, pero lo que veíamos que sucedía en la arquitectura es que lo que propones además lo tienes que hacer. Esto va con la filosofía actual del estudio, y es una de las razones por las que últimamente no hacemos concursos de arquitectura. Nos gusta ver la arquitectura desde las propuestas hasta la ejecución de la misma.
– ¿Cuáles son los mejores recuerdos de la escuela en vuestra etapa como estudiantes?
Fue como una excusa para hacer proyectos todo el día, pero… fuera de la escuela. Nos juntábamos por la parte vieja de Donosti un grupo de alumnos (algunos de ellos ahora en Rulot) y nos poníamos a discutir sobre los proyectos de cada uno, pero siempre coincidía que era fuera de escuela. Bueno, en la asignatura de proyectos de sexto año tuvimos como profesor a Miguel Garai, y con él si que estuvimos muy metidos en la escuela. Era un hombre con mucha energía que provocaba discusiones.
En las escuelas se suele decir “vamos a corregir el proyecto”, y en nuestra opinión, la idea debería ser presentar , comentar y discutir el proyecto, no corregirlo. No nos parece bien que alguien decida si está bien o mal lo que presentas. El gran error de muchos profesores era que cuestionaban las ideas en vez de facilitar procesos de desarrollo.
– Parece que entendéis la figura del profesor como un facilitador…
Lo que interesa es una idea que este dentro de unos márgenes del sentido común y sea bien desarrollada, eso es lo que tiene que provocar el profesor. De hecho, en muchas ocasiones comentábamos los proyectos con otros compañeros. De esa forma se podía hablar del proyecto. Es muy útil estar en contacto con alguien que esté un par de años por delante en la carrera. El profesor facilita procesos de trabajo, y el resultado no es lo que más importa. No es tan importante el gusto, lo bonito es discutir el proceso, aunque al final suele coincidir un buen proceso con un buen resultado. No creemos en la clase magistral del profesor de turno, sino en que los alumnos vayan aprendiendo sistemas de trabajo.
– ¿Qué ha cambiado de vuestros años de estudiantes a la actualidad en el ámbito universitario?
Los alumnos ahora ya no le dan la misma importancia a la asignatura de proyectos. Lo importante hoy en día es sacar lo académico adelante, no se aprovechan estos años para hacer cursos, talleres, ir a conferencias o simplemente vivir la calle.
– ¿Se puede decir que ahora los profesores dais más libertad al alumno?
Nosotros les animamos a que pongan el enunciado del proyecto en cuestión. Hay que darle una vuelta a las necesidades que nosotros proponemos, pues más adelante en la vida real se encontrarán en la misma situación. Incluso el formato es libre, tanto en cantidad como en dimensiones. En ese sentido somos menos estrictos. Como si quieren entregar un video, lo importante es que los alumnos expresen su proyecto como mejor consideren.
-Esta actitud “más fresca” de la que nos habláis ¿Se refleja en una relación más estrecha con los alumnos?
Tenemos una relación muy buena con muchos de ellos, pero en el fondo siempre saben que nosotros somos los que les ponemos la nota. Nosotros nos olvidamos de ello, pero al alumno le cuesta más. No les miramos por encima del hombro. La relación y la manera de trabajar son muy directas, no creemos en la figura del profesor subido a un pedestal. Algunos profesores siguen utilizando la palabra maestro y a nosotros eso no nos interesa.
– Quizás sea una manera, un tanto anticuada, de ganarse el respeto del alumno…
Antes parecía que estar en la escuela le daba más prestigio al arquitecto. Esta manera de aprender son mitos antiguos, es una actitud pseudomilitar en la que el alumno queda sometido al Profesor. No creemos en la relación de un aprendiz a las órdenes de un maestro que se produce en muchos casos una vez fuera de la escuela.
Queremos darles todo lo que no hemos recibido nosotros.
Con nosotros muchos profesores no tuvieron respeto, y eso es algo que valoramos mucho. Tanto del alumno al profesor, como del profesor al alumno deben procesarse respeto mutuo. Intentamos quitarles el miedo al profesor, hablar sin miedo del proyecto, les damos libertar para que hagan lo que quieran pero que lo expresen bien. El objetivo es que se den cuenta que no somos sus enemigos, sino los que les facilitamos el camino para que puedan aprender.
– Sabemos que os interesa mucho el mundo de la arquitectura y los niños, ¿Qué nos contáis sobre ello?
La educación no está solo en las escuelas. Lo mismo que se educa sobre la ciudadanía hay que educar sobre el espacio urbano, ecuación de base, de primaria. Tenemos que enfocar nuestros escuerzos a la educación de los más pequeños, que un niño sepa lo que es una buena casa, bien situada, que los niños tengan una base distinta a los adultos.
Fotografía cedida gentilmente por el fotógrafo Asier Larraza.
Si os ha gustado esta primera parte, no os perdáis mañana la segunda. Os esperamos!
14 COMENTARIOS
StepienyBarno
26/02/2010Lo importante es que la sangre no llegue al río.
No se trata de ponernos de acuerdo en todo, sino de mostrar los puntos de vista de cada uno de manera ordenada y respetuosa.
Como bien dice Hans, parece mejor seguir comentando en la segunda parte, no?
hans brinker
26/02/2010Tampoco estoy de acuerdo con brijuni.
No son acaso proyectos lo que hacemos los arquitectos? Yo creia que si, y que dentro de un proyecto estaban incluidas las instalaciones, la construcción, la economia, la legislación… Que haya una separación entre asignaturas no significa implicitamente que en proyectos no se traten esos temas.
Yo me remito al articulo de Alvaro Carnicero el otro dia en su blog sobre «que hacemos los arquitectos» que como bien decia el es «proyectar» no «diseñar». El problema de esto es cuando igual que en la vida real, el aquitecto, o en este caso el estudiante, se decia más a diseñar y que el proyecto «le quede bonito» que a proyectar de verdad.
En todo caso, no creo necesario perder el respeto hacia en contertulio cuando no se está de acuerdo.
Sobre Ibon y Amaia me voy a comentar a la segunda parte que aqui ya está todo salpicado de sangre…
VAUMM
26/02/2010Pero tu flipas, yo no defiendo a nadie. Me parece una chorrada llena de complejos lo que cuentas y punto. Y por cierto lo de la demagogía te lo puedes ahorrar.
Iñigo
brijuni
26/02/2010VAUM: no sé en qué momento habéis introducido vosotros -porque nosotros no hemos dicho nada- el tema de que un profesor es majo o no, y de que en función de eso se le haga más o menos caso. Nosotros no, desde luego.
El hecho de que un gran porcentaje de profesores de proyectos sean muy malos como profesores, o incluso malas personas si se quiere, como lo eran Gropius, Corbu o Wright (no lo digo yo, que no soy nadie, sino varios catedráticos de composición de mi escuela, que saben un poco más que yo), no es por lo que defendemos que proyectos no debiera ser la ÚNICA asignatura a la que prestar atención.
Las generalizaciones no ayudan pero por desgracia es un hecho generalizado que la asignatura de proyectos se come al resto y que no deja tiempo para nada más. Además, todo lo dicho sobre los profesores, con todas las excepciones que quieras, es un hecho, no lo decimos nosotros, es vox populi.
Nadie está juzgando el trabajo como profesores de los entrevistados, que por otra parte ya sabíamos que eran estupendos como tales porque aquí el dueño de esto nos lo ha contado.
No por defenderlos a ellos defiendas lo indefendible porque nadie los ha atacado.
En cambio, sí atacamos un sistema de enseñanza de la asignatura totaltmente fuera de la realidad.
Queremos seguir viviendo en nuestra propia realidad.
Bien, hagámoslo. Casi todo el mundo parece preferir hablar de Latour en lugar de hacer un diagrama de Glaser porque lo primero es cool. Estupendo, me apunto, y así nos va. Seguimos?
Darle la vuelta, VAUM, es demagogia, que creo que nosotros no hemos hecho.
Lo que defendemos es sencillo. Para ser un buen arquitecto, no hace falta dedicar el 100 ni el 80 por ciento -no sabríamos cuantificar pero incluso menos nos parecería bien- del tiempo de trabajo a proyectos. No debería ser así. La profesión ha perdido ABSOLUTAMENTE la dignidad y la profesionalidad en la parte técnica frente a los ingenieros, y con razón.
Vas a algunas clases en la escuela y da auténtica vergüenza lo que allí se pretende enseñar, pura pedantería, humo sin ningún contenido, con unas exigencias desmesuradas en tiempo y dedicación que hace que la gente pase del resto de asignaturas que son si no tan importantes, muy importantes.
VAUMM
26/02/2010El discurso light de moderador conciliador no te pega nada.
Iñigo
StepienyBarno
26/02/2010La verdad es que aunque parecen visiones de la jugada distintas, creemos que todos estáis hablando de lo mismo.
Cuando TOKI habla de que proyectos ha de ser la columna vertebral de la carrera, evidentemente no se refiere a dejar de lado el resto de las materias. Creemos que como buenos profesores que son de proyectos, piensan que esta es la asignatura clave. Y por supuesto que nosotros también pensamos que es así. Lo que ocurre es que esto tiene sentido con buenos profesores, y por desgracia no siempre es así.
Brijuni comenta que en otras asignaturas se puede aprender igual o más que en proyectos, y que a estos profesores les sobra ego. Nosotros nuevamente estamos de acuerdo, pero nuestra experiencia en el resto de asignaturas como bien comenta Iñigo no era muy recomendable. Ojalá hubiera muchos “sáenz de oíza” dando clases en asignaturas técnicas, pero nuevamente no es el caso.
Al final se trata de que el profesor contagie al alumno ilusión, esté en el departamento que esté, y en esto seguro que estamos de acuerdo todos.
VAUMM
26/02/2010Me parece increíble. Tenéis toda la razón, que la peña se curre matemáticas y no proyectos que los profesores son super-engreidos y los de matemáticas son muy, muy pero que muy majos. Y oye ya aprenderán por osmosis a reflexionar, a debatir, en definitiva a madurar un proyecto.
Que contesten Stepien y Barno, y los Toki; eran educados, respetuosos y abiertos al dialogo, aquel profesor de construcción que nos comimos ( fíjate que tuvimos varios, pero a que saben de quien hablo?) y aquel que daba instalaciones y estructuras en el mismo curso (majo, muy majo) y aquel otro que lideraba las matemáticas (un tío especialmente dotado para el dialogo). Tristemente había malos y buenos profesores por todas las áreas, vamos como buena y mala gente por el mundo.
Brijunis la generalizaciones no ayudan.
Por cierto Ibon, Amaia: «Hacéis un curro de puta madre, en la escuela y en los proyectos. Besos»
Iñigo
brijuni
26/02/2010Entiendo perfectamente lo que decís. Lo hemos vivido y lo vivimos aún hoy. Still, I can´t disagree more. Nos reafirmamos 100% en lo dicho, Toki.
Se puede ser un buen arquitecto, muy bueno pensamos, de hecho, sin dedicar tu vida académica a proyectos y prestándole más tiempo al resto de asignaturas donde los profesores suelen ser además mucho más humildes y más profesores que en proyectos donde simplemente esperan sumisión-adoración y descubrir nuevos talentos. Gran estupidez.
TOKI
25/02/2010BRIJUNI:
La asignatura de proyectos se dedica a «aprender a proponer»: A proponer soluciones, a proponer estrategias, etc… por lo tanto, por mucho que un alumno se decante por las estructuras u otro tipo de salida profesional muy poco le diferenciará de un calculista o un ingeniero si su asignatura vertebral no ha sido «proyectos».
Julen
25/02/2010Había una frase en la escuela, repetida hasta la saciedad por unos cuantos «superhéroes de la enseñanza», y que nadie, jamás, quería llegar a escuchar. Suponía un momento dramático.
La gran frase en cuestión era: «Tira todo lo que tienes a la basura y replantéatelo todo de nuevo. Empieza de cero.»….
He visto cómo se lo soltaban a algún alumno, incluso cuando quedaba una semana para una entrega de un proyecto con el que llevábamos cuatro meses….
«Empieza de cero. Replantéatelo todo.»
Muy bien, señor profesor… es usted un gran docente. Gracias por su clase magistral. ¿Tira todo y empieza de cero? ¿Pero qué tipo de enseñanza es esa? ¿Qué aporta? ¿Qué sacas en claro de una «corrección» así?
A mi personalmente solo me la dijeron una vez… creo que fue en cuarto de carrera y quedaba muy poco para la entrega. Lo peor es que yo, aunque veía ciertos fallos en parte del planetamiento, creía en lo que estaba haciendo. Por supuesto no le hice ni puñetero caso, y traté de corregir/encauzar ciertos errores de los cuales YO era consciente (ya que nadie me advirtió sobre ellos ni intentó que fueran solucionados a tiempo) y todo ello contando con el tiempo que tenía para solucionarlos…
El día de la entrega el gran catedrático que quería que me lo «replantease todo», se sorprendió al ver que no le había hecho ni puñetero caso y me preguntó con cara de inquisidor que por qué no había hecho lo que él me había dicho la semana pasada…. Yo le contesté que porque no estaba de acuerdo en tirar a la basura algo que yo creía que no iba por mal camino, y que prefería entregar un proyecto con ciertos fallos que una mierda inventada y mal-solucionada en una semana para salir del paso. Creía que iba a aprender más solucionando un proyecto con errores, que tratando de reinventar la rueda en una semana. De hecho, le dije que se suponía que estábamos en la Escuela de Arquitectura, y que me parecía el lugar indicado para COMETER ERRORES y tratar de APRENDER DE ELLOS. «Para eso estamos estudiando, digo yo».
El resultado final fue, en mi opinión, bastante bueno.
Me pusieron Notable.
Si le hubiera hecho caso, no solo habría suspendido… sino que creo que no habría aprendido absolutamente nada.
Creo que tenéis una buena filosofía docente.
Me ha encantado lo de no llamar «corrección de proyectos» a lo que siempre se ha conocido como tal. Para mi, un profesor de proyectos no es un profesor, sino una especie de tutor cuya labor pasa más por orientarte y encauzar el desarrollo de un proyecto, que por adoctrinarte con «sus» visiones e ideales, para que los repitas como un mono del espacio.
He aprendido mucho de los profesores que, en vez de eliminar los fallos de un planteamiento borrándolos del mapa, me han ayudado a reconvertirlos en nuevos caminos que mejorasen el resultado final. He aprendido mucho de los profesores que jamás me han hecho desandar un camino ya andado, sino que siempre me han empujado hacia adelante ayudándome a salir de los baches que me estancaban.
Seguid así. Siempre hacia adelante.
Orphan Girl
25/02/2010Esas reflexiones sobre el papel del profesor deberían leerlas más de uno y de mil en mi escuela (sevilla) donde reinan los que te imponen su idea y los que no son capaces de sacar partido de la tuya.
Y ya no hablemos de respeto … suspenso general. Se sacan más cosas positivas en las correcciones que haces con tus compañeros donde los egos (en la mayoría de las casos) se dejan fuera.
Así que también voto por «discutir» como palabra del post.
brijuni
25/02/2010Bueno, vosotros sois jóvenes y decís «como si quieren entregar un video» lo cual está bien. En cambio, hay otros profesores, muchísimos, de la era pre-autocad incluso -no pasa nada por ser viejo- que obligan a entregar videos, no sé si por pereza o porque flipan con las nuevas tecnologías.
Sobre la asignatura de proyectos, en mi modesta opinión, creo que si los alumnos ya no la consideran tan importante, espero que nadie se ofenda, creo que hacen muy bien y demuestran una inteligencia que otros no demostramos en su momento.
De hecho, creo que si lo hacen es porque el contenido se ha banalizado tanto que es absurdo dedicarse en cuerpo y alma a ella y abandonar el resto, como pasaba en otros tiempos, lo cual derivaba en estancias en la escuela más del tiempo necesario, veranos preparando asignaturas teóricas que no habías tocado por falta de tiempo (sólo hacías proyectos) durante el año, color blancuzo cuando no amarillo de rostros y cuerpos, en fin, un dislate.
Los profesores de proyectos pensaron y piensan, parafraseando a una amiga, que son la última coca-cola del desierto. Algunos explícitamente desprecian a sus colegas de composición, construcción o estructuras, no digamos de técnicas de acondicionamiento (o como se llame ahora) o instalaciones.
Os felicitamos por hablar del respeto que tenéis a los alumnos, dice mucho de vosotros, parece algo básico, pero como bien decís que os ha pasado como a tantos otros, no es así.
Con respecto a estos nuevos estudiantes pasotillas de proyectos, lo dicho. Me alegro por estos alumnos, hacen muy pero que muy bien, dadles la enhorabuena de mi parte si tenéis oportunidad.
Esperamos impaciente la segunda parte!
Miguel Villegas
25/02/2010Que alegría ver una declaración de propósitos tan clara y con la que comulgo tanto.
Lo mejor, «discutir» el proyecto. Corregir presupone que algo está mal, y no siempre es así… Me permito apropiarme del uso del término y prometo abonaros los derechos de autor con unas cervezas y unas tapas en Pepeillo.
Lorenzo y Agnieszka os pueden dar referencias…
CCAD – Daniel Moyano
25/02/2010Es muy interesante esta reflexión sobre la figura del profesor, y no sé si es fácil de encajar incluso por los propios alumnos, pero me alegra ver que hay quienes, al menos, intentan predicar con el ejemplo.
Enhorabuena por la entrevista!