10 FALSOS TÓPICOS SOBRE LOS ARQUITECTOS.
Ya que estamos, últimamente, dándole vueltas al tema de cómo nos ve la sociedad a los arquitectos y qué es lo que aportamos al común de los mortales, pues nos animamos a hacer un post sobre tópicos de arquitectura. O mejor dicho sobre tópicos del arquitecto. Lo que leáis a partir de aquí, evidentemente, no es ninguna tesis doctoral sino un post veraniego sobre el tema en cuestión. Allá vamos.
1. Son muy listos porque han estudiado una de las carreras más duras.
Cierto que es una de las carreras más duras, pero no se saca adelante por ser muy listos, sino porque nos apasiona y somos tremendamente constantes y sacrificados (de esta última cualidad luego más de uno se aprovecha de nosotros). Más que ser listos, lo que tiene el arquitecto es una gran capacidad para no dormir y currar a destajo, lo cual, bien utilizada, no es poco.
2. Es una profesión muy endogámica.
Algo de cierto sí que hay en esta afirmación. Aunque… somos más endogámicos que los médicos? Más endogámicos que los artistas? Seguramente, no.
También es verdad que tenemos cierta tendencia a relacionarnos excesivamente entre nosotros. A ello, hay que añadir que no todo el mundo se emociona hablando de atajos de Autocad ni va restregándose por pareces de piedra de más de un edificio!
Entonces… este tópico diríamos que no es cierto, pero casi ¿no?
3. Han macizado media España.
Sí pero no, que diría un amigo nuestro. El desastre urbanístico de la España del pelotazo es culpa de muchos. Principalmente de políticos y del sector inmobiliario; luego de casi todos, por aceptar ser engatusados con tanto ladrillo mal puesto y, por último, como mano ejecutora del descalabro, de los arquitectos.
Pero ojo! No todos; no, no. Solo unos pocos y que son los que realmente han firmado las barbaries urbanísticas
Pero ojo! No todos; no, no. Solo unos pocos y que son los que realmente han firmado las barbaries urbanísticas. El resto inocentes.
4. Son unos chulos y engreídos.
No, o por lo menos no todos. Haberlos haylos, pero, gracias a Dios, son los menos, a lo que hay que sumar que cada vez escasean más. Aun así, hay que reconocer que, a la que te descuidas, en la carrera de arquitectura se te infla el ego que no veas, pero no es menos cierto que luego la realidad se encarga de ponerte en tu sitio rápidamente. ¿Y cuál es nuestro sitio? Pues ni más alto ni más bajo que el resto de la sociedad; igual, igual (sabemos que esta afirmación a más de uno le duele).
5. Viven en una burbuja y les da igual la realidad.
Lo mismo que en la anterior, generalizar es tremendamente injusto. A la mayoría de los arquitectos nos importa, y mucho, la gente y somos conscientes de que entender la realidad es fundamental para plantear cualquier solución arquitectónica. Si hay una profesión de servicio, esa es la arquitectura.
Aun así, entablar un diálogo fluido entre arquitectura y sociedad es uno de los temas pendientes.
¿Y por qué nos ven así? pues, porque hay unos pocos arquitectos que, efectivamente, pasan del ciudadano de a pié y han realizado demasiada arquitectura pensando más en la foto que en el usuario que la disfrutará (o sufrirá en este caso). Pero, no está bien que paguen justos por pecadores ¿no?
6. Están forrados.
Qué más quisiéramos¡! Nanai de la china. No lo estábamos ni en tiempos de bonanza, así que, imagínense ahora!
Aunque no es menos cierto que los que los macizadores del punto anterior tienen el calcetín bien lleno. Pero bueno, habíamos quedado que eran… ¿cuántos? ¿Como mucho un 10 % de los titulados? Seguro que menos.
¿Y el resto? pues unos realizando humildes pero correctos proyectos, cobrando lo justo o menos y otros muchos trabajando para unos pocos en condiciones más que dudosas. Dura realidad la nuestra.
7. El arquitecto es muy caro.
Que tiene mucho que ver con la anterior afirmación pero es diferente. La respuesta: no, rotundamente, no. Bueno, hay excepciones como lo barato que ha salido Calabrava a los valencianos, pero en el 99.9 % de los casos somos “casi regalados”.
El 10 % del presupuesto que cobra (o debería cobrar) un arquitecto, a nada que lo haga medianamente bien, se amortiza con cuatro decisiones bien tomadas. Si se suman las horas reales que se invierten en un proyecto, se puede comprobar cómo los honorarios, por hora trabajada, salen a precio de saldo. A lo que hay que sumar la responsabilidad que adquirimos y que ni de coña está bien remunerada. Di que nunca pasa nada en las obras… hasta que pasa y entonces te las tienes que ver con gente vestida de negro que miran tu seguro con ojos de deseo independientemente de lo culpable que, realmente, seas de lo ocurrido.
8. Los concursos de arquitectura están todos dados.
No, por Dios, no. Todos no, solo unos pocos!! La realidad es que durante los años de bonanza la mayoría de los concursos, por un lado, eran muy interesantes y, por otro, tenían sus pegas (que ahora ya no vienen muy a cuento). Una de las pegas era que, efectivamente, algunos de ellos olían muy mal.
Pero, el gran problema para la profesión ha llegado luego, cuando, por la falta de curro, los arquitectos se han liado a presentarse como cosacos a todo concurso que aparecía. Lo hemos dicho muchas veces, pero da igual, otra vez: no tiene ningún sentido que para un solo encargo haya 100 equipos trabajando, con todo lo que ello conlleva. En fin, una ratonera increíble.
9. Son gente artista y muy creativa.
Sí, en general, ambas fortalezas están presentes en la mayoría de los arquitectos, pero lo que nos es cierto es que seamos, de por sí, ni artistas ni creativos. Para bien o para mal, primero somos técnicos y después, cuando se nos deja o podemos, sacamos de la chistera las cualidades más creativas o artísticas.
Pero, seguro que más de uno no está muy de acuerdo con lo que apuntamos en este tópico.
10. Los arquitectos son gente muy entusiasta.
Y aquí ya que es el último tópico, sucumbimos, y lo damos por cierto. De hecho, nuestro entusiasmo es lo único que en realidad justifica mucho de lo hablado en los puntos anteriores.
No se puede olvidar que la arquitectura es como un bichillo venenoso que te pica y se apodera de ti de una manera inexplicable y ya te deja tocado del ala de por vida.
Esto es así y es, a la vez, la gran miseria y la aun mayor grandeza de nuestra profesión!
Y ahora os toca a vosotros. Seguro que entre castillo y castillo playero se os ocurre algún tópico más!!
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Autores de la entrada: Stepienybarno
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6 COMENTARIOS
Blanca
02/08/2012Qué acertado don José Fariña en sus comentarios… ciertamente, y aunque ninguno nos veamos «culpables» a nosotros mismos (o igual es que de verdad nos hemos reunido aquí un grupo de gente majísima y estupenda), el grado de vanidad de los arquitectos es notable y, en gran parte, viene motivado por la educación recibida en las Escuelas de Arquitectura.
También es cierto que el panorama actual está obligando, no sólo a que algunos de aquellos engreídos bajen sus humos, sino también a que desde la educación en las escuelas se hable de otros discursos menos elitistas y más sociales y razonables. Pongamos aquí nuestro caballo de batalla. Cariñosos saludos.
Chus
01/08/2012Bueno, sobre los tópicos…¿No es gracioso que este post haya sido escrito por arquitectos? Ese es uno que faltaría, arquitectos suelen hablar de arquitectos.
Por otro lado los puntos 1,4,6, 7, 9 y 10 estoy cansada y harta de oirlos….y sobre el color de nuestro atuendo tambien he oido muchas veces comentar. Ahora lo que deberiamos hacer es deshacer los topicos negativos, los inútiles y sobretodo explicar bien la realidad del 6 y el 7 para que no nos tilden como dice en punto 4 y que sigan opinando que vivimos fuera de la realidad,como se dice en el tópico 5…
Paco D. Fernan
31/07/2012Y el tópico de que siempre vestimos de blanco o de negro? Estoy cansado de escucharselo a la gente. No se puede ser más simple.
José Fariña
31/07/2012Estoy de acuerdo con Quisco Mena sobre la cuestión de generalizar. Creo que el artículo no está muy bien titulado. La mayor parte de las afirmaciones son ciertas (si generalizamos).
Es verdad que, normalmente, los arquitectos son bastante listos y creativos. No sólo por la dureza de la carrera, sino por el sistema de acceso y por la fama de dificultad que tienen los estudios.
Os puedo asegurar (y creo que conozco bastante bien la profesión desde hace muchos años) que el grado de endogamia, incluso familiar, es elevadísimo. Lo que no quiere decir que no existan profesiones que lo sean todavía más.
El macizamiento de media España no es atribuible sólo a los arquitectos, pero también.
Son chulos y engreidos: claro, se les educa para eso, que le pregunten a los profesores de proyectos. Lo que conlleva que, efectivamente, vivan en una burbuja alejada de la realidad.
Respecto al dinero no me pronuncio porque, a día de hoy, la cuestión es demasiado sensible.
El tema de los concursos de arquitectura es, directamente, vergonzoso. Además con la complacencia de los Colegios profesionales.
Por último, los arquitectos son gente muy entusiasta. Por supuesto, tal y como está la profesión, no se podría entender que exista mucha más demanda de plazas para estudiar Arquitectura que oferta. Sólo espíritus prácticamente indestructibles, animosos y con una esperanza a prueba de bomba, pueden seguir matriculándose masivamente en unos estudios para ejercer una profesión cuyas posibilidades de ejercerla, a día de hoy, son bastante escasas.
Un saludo afectuoso desde el nirvana vacacional.
quisco mena
30/07/2012Lo siento, pero los comentarios sobre los tópicos se han quedado en otro tópico: que generalizar no sirve, que sólo lo hacen unos pocos y los demás somos todos muy buenecitos… pues eso son los tópicos, generalizaciones e imágenes que se ofrecen gracias a los que, nos guste o no, dan la cara en las revistas; se apelliden Moneo o Torres.
Y he echado en falta un tópico: el de que los arquitectos ‘somos’ unos incompetentes en obra… ¡Ah, claro! es que ese tópico es cierto… (generalizando, por supesto que hay excepciones).
manuel varela
30/07/2012Soy arquitecto, y estoy de acuerdo con todos los tópicos mencionados, sobre todo los referentes al entusiasmo y la acepción social de la profesión.
Respecto al tópico de arquitecto=pasta gansa (ojalá nos acercáramos al 10% del presupuesto) comento una anécdota sobre la realidad de dicho tópico. También soy profesor de secundaria, y cuando menciono a mis alumnos/as que soy arquitecto, automáticamente me preguntan, ¿y qué haces dando clases?….