¿Existe MACHISMO en la arquitectura?

Teniendo claro que hay arquitectas que jamás han sido discriminadas por ser mujeres, nos preguntamos si esto sería trasladable a la gran mayoría de arquitectas.

Estando ya casi rebasando el primer cuarto de este siglo pareciera que este debate sería esteril. Y ojalá fuera así y somos  nosotros los que vemos fantasmas donde no los hay.

Sin embargo, en nuestra opinión, la realidad es que aún quedan cositas por hacer para que la igualdad en el sector sea clara.

Si te interesa el tema, estás en el lugar adecuado.

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La importancia del género en la arquitectura

Decir que en nuestra profesión a día de hoy no hay machismo es faltar a la verdad.

Si va a la dirección de obra un arquitecto y una arquitecta, salvo excepciones, lo normal es que al arquitecto se le tenga más en cuenta. 

Ya… que no siempre es así. Cierto, pero mucho nos tememos que esto son las excepciones.

Muchos encargados de obra, están por encima de esto y otros muchos, quizás los más, son testosterona andante y se les cuela el machismo a la mínima.

De hecho, aunque puede tener su lógica, en la misma obra cuesta encontrar una mujer trabajando; con lo cual, el ambiente habitual es muy masculino. 

No hace falta hacer mucha memoria para ver, en cualquier peli española de los ochenta, al típico obrero lanzando “piropos” a diestro siniestro cuando pasaba una mujer cerca. 

Si nos imaginamos a un joven arquitecto y una joven arquitecta que van a su primera obra, los dos, por su inexperiencia, ciertamente lo pueden pasar mal. La obra es un terreno hostil y la experiencia da mucha seguridad. 

Pero, también es cierto que si no nos tiramos a la piscina, no aprenderemos.

En este caso, todavía más se verá que al arquitecto se le tratará con cierto respeto y a la arquitecta dependerá del caso. 

De hecho, si esta jóven arquitecta es una persona más «suave» de lo habitual, en la obra se le puede ningunear bastante.

Otra arquitecta “más masculina” tiene cierto terreno avanzado; lo cual, no nos lleva a ninguna situación ideal.

En la relación con los clientes, quizás no se note tanto; pero, seguro que, todavía hoy, más de un cliente hombre, consciente o inconscientemente, termina eligiendo a un arquitecto frente a una arquitecta.

De hecho, aunque el cliente de partida no sea machista, puede pensar que en la obra se respetará más a un hombre que a una mujer y, por esa razón, puede pensar que será mejor para la ejecución del proyecto elegir a un arquitecto en vez de una arquitecta.

Obvio que no siempre será así; pero,por desgracia, más de uno sí lo hará. 

imagen perteniciente a este post de archdaily (ver aquí).

La igualdad en nuestras Escuelas  y estudios de arquitectura

Si nos vamos a nuestras Escuelas de arquitectura, quizás la cosa no sea tan obvia. 

Por suerte, por aquí, con la llegada de mucha sangre jóven a las aulas, sería muy loco que un profesor tuviera ventaja tan solo por el hecho de ser hombre.

L@s alumn@s, en general, respetan igual a un profesor que a una profesora. 

Donde la cosa no está tan clara es cuando vemos  el número de catedráticos y directores de Escuelas de arquitectura. La gran mayoría son hombres y, salvo honrosas y bonitas, excepciones, con demasiada juventud acumulada.

Respecto al número de estudios de arquitectura comandados por una  arquitecta son bastantes menos que los que dirige un arquitecto. 

Si nos centramos en arquitectos de renombre en España, para cuando llegamos, por ejemplo, a Carme Pinos se ha hablado antes de otros 10 arquitectos hombres. 

De hecho, si nos ponemos hacer una lista con los 20 estudios de arquitectura que más impacto han tenido en España, quizás no tengamos ni dos arquitectas.

Si hablamos de los arquitectos más importantes (o renombrados) del final del siglo anterior y este, salvo Zaha Hadid, son todo hombres. 

Según una encuesta del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), sabiendo que casi la mitad de nuevas colegiaciones son mujeres, las arquitectas lideran tres veces menos despachos de arquitectura que los hombres. 

Si entrásemos en el tema de falsos autónomos, que por desgracia todavía es habitual en nuestro sector, es posible que haya más mujeres que hombres. Lo peor es que, más allá de lo ilegal de todo ello, es que en ningún caso, pasan de ser mileuristas trabajando todas las horas del mundo.

¿Nos hemos vuelto realmente menos machistas en nuestro universo de la arquitectura?

Sobre el tema de comentarios machistas y micromachismos no entraremos hoy; pero, es seguro que en un sector “viejuno y casposo” de la profesión todavía los hay.

Esto aplica también a ciertos dinosaurios de las aulas. Por suerte, hoy no pueden ser tan explícitos en sus palabras; pero, muchas veces las miradas les delatan.

Eso sí, a todos ellos, si les preguntas si son machistas dirán que no. Y si les preguntamos si son feministas, dirán que: “no son ni machistas ni feministas”. Pero aquí llegamos a otro tema que es no entender que el feminismo real busca la igualdad entre hombres y  mujeres. Algo en lo que, en general, tod@s deberíamos estar de acuerdo.

Con todo ello, vemos que seguramente hemos evolucionado (a mejor) y la discriminación ni es tan grande ni tan obvia en el sector.

Aun así, no significa que todo esté como debiera y, es misión de tod@s, seguir avanzando con un  tema tan importante.

Negar la realidad porque haya mujeres que nunca han sentido discriminación, en nuestra opinión, no es justo para quienes sí la han sentido y padecido.

Una cosa no quita a la otra.

Por suerte, aunque todavía no tengan una gran visibilidad, hay muchas arquitectas haciendo cosas increíbles tanto en el núcleo de la arquitectura como en su periferia. 

Por poner sólo un ejemplo, que exista un proyecto tan maravilloso como Arquitectura de Maternidades es algo que hace unos años sería impensable.

Y tú cómo ves el tema. Si eres arquitecta ¿te has sentido alguna vez discriminada?

Autores: Stepienybarno

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