ARQUITECTURA INTEGRAL

¿Se puede tener todo en la vida? La verdad es que es complicado y casi siempre, nos guste o no, hay que elegir y en esta elección es tan importante lo que dejamos atrás como lo que traemos al primer plano. Dicho esto, y sabiendo que en nuestro mundo arquitectónico aspirar a la “totalidad” no deja de ser una utopía; hoy queremos reflexionar, míminamente, sobre este complicado tema.

Así que, allá vamos!!

Vaya por delante que, somos los primeros que llevamos mucho tiempo diciendo que hay que especializarse, que hay que saber ocupar un nicho de mercado en el que ser valioso y que, precisamente, en saber hacer algo exclusivo y necesario obtenemos una gran ventaja.

Aún así, y a la vez que nos seguimos reafirmando en ello, creemos que quizás solo sea una (no la única) de las estrategias para intentar sobrevivir en este farragoso panorama arquitectónico.

Hace ocho años, cuando hicimos nuestro desembarco en el mundo laboral y dejamos atrás nuestros años de escuela, lo hicimos desde la más pura inconsciencia e ingenuidad. Habíamos trabajado para otra gente, pero sin mucha certeza de lo que era, realmente, ser arquitecto. También hay que reconocer que estos primeros años fueron muy intensos y que ubicarnos en un pequeño pueblo (Estella) facilitó mucho el tema para optar a algún  encargo.

Para nosotros, ejercer como  arquitectos solo tenía sentido haciendo proyectos de arquitectura; proyectos donde el cliente era entendido como la pieza clave para hacer algo decente. A su vez, aunque funcionábamos con una estructura “típicamente” jerárquica, creemos que siempre nos mostramos cercanos con la gente que trabajó con nosotros.

Hoy, seguramente evitaríamos la organización piramidal, y aunque organizaciones horizontales son realmente difíciles de gestionar, si se consiguen traer a mandamiento, se puede llegar mucho más lejos. Desde Sinergia Sostenible llevamos mucho tiempo trabajando así y vemos con claridad que se pueden hacer las cosas de otra manera.

Pero aquel mundo que parecía no tener fin y que, por otro lado, no daba pie a otras opciones, de un día para otro, con la llegada de la crisis  desapareció y se transformó en mar de incertidumbre. Pasar de tener las lentejas más o menos aseguradas, y poder hacer lo que entendíamos que era arquitectura, a no saber qué hacer, no es algo fácil de digerir. Teníamos claro que, con nuestra forma de trabajar, no podíamos competir en una guerra de bajada de honorarios. Somos arquitectos lentos y necesitamos un tiempo determinado para de desarrollar un proyecto, no somos buenos en contrarreloj. Esto, a veces, lo hemos visto incluso como una virtud, pero, quizás, tenga algo de prepotencia y de no ser lo suficientemente humildes para aprender a trabajar con otros tempos y ritmos.  A todo ello, la alternativa era el vacío, el más absoluto vacío.

A su vez, el presente blog nació por la necesidad de compartir y su único e inocente objetivo siempre ha sido  (y es) acercar lo que somos y lo que sabemos a otras personas y, con la misma intensidad, intentar absorber lo mucho que nos ha aportado la gente que se ha pasado por este blog.

A día de hoy, tenemos muchos frentes abiertos (quizás demasiados!!), pero cada vez tenemos más claro qué es lo que no queremos hacer, lo cual no es poco.

Saber lo que nos deparará el futuro es complicado, pero sabemos que renunciar a ciertos campos de interés nos cuesta mucho. Para mal o para bien, creemos que la arquitectura, la buena arquitectura, es lo más importante; seguramente, le daremos un valor desorbitado, pero en ese mismo valor también somos capaces de reconocer algunos matices. Creemos que es importante hablar de cómo se organizan los estudios de arquitectura (desde un punto de vista empresarial) para producir esta arquitectura y todos sabemos que, en la gestión de los mismos, en muchos casos se producen grandes injusticias.

Cada vez vemos más claro la importancia de hablar de la “trastienda” de la arquitectura; de cómo se consiguen los trabajos, de contratos, de certificaciones… es decir de lo vulgar, de lo mundanal, que por evidente, parece que nadie quiere hablar de ello. Aun así, poner el tema encima del tablero quizás sea  la clave para que pueda aparecer esa tan ansiada arquitectura.

También es cierto que, saber de todo, como indicábamos al principio de este texto, es imposible y solo nos llevaría a saber muy poco de muchas cosas. A pesar de ello, nos seguimos pillando intentando ver quién está dando verdaderos pasos en favor de una arquitectura que nos lleve a un más que necesario urbanismo emergente y, a la vez, seguimos buscando cuáles son las proporciones de la casa Gaspar  de Campo Baeza. Queremos estar al día y, en este mismo blog y desde nuestras redes sociales, intentamos compartir nuestros pequeños hallazgos, pero nos resistimos a dejar de mirar atrás. La novedad tiene su atractivo, pero dónde de verdad aprendemos más es en la mirada al pasado. La realidad, nuestra realidad,  es que nada de lo que vemos nos hace desbancar a Aalto de nuestros libros de cabecera y cada vez tenemos más ganas de saber cómo comenzó todo. Quizás sea un conocimiento, aparentemente inútil, pero ahora andamos investigando cómo fueron los primeros asentamientos humanos. Nos resulta fascinante saber cómo eran esos primeros hombres, desde cuándo el arte y la arquitectura están presentes  y cómo ha evolucionado la humanidad desde esos remotos tiempos.

Nos sorprendemos en nuestra ignorancia y, a la vez, el deseo de saber se apodera de nosotros.

Neardentales, hombres de Cro-magnon o la cadera de Lucy, ocupan nuestras lecturas nocturnas desde hace meses y esta nueva obsesión no deja de convivir con la irrupción de la nueva era digital de la que somos parte y con la cual nos sentimos totalmente identificados.

Saber del pasado creemos que nos ayudará a entender más de nuestro futuro. Porque, dicho sea de paso, esta adaptación a los nuevos tiempos, es algo que nos tiene totalmente absortos; entender cómo es esta nueva era digital y  las posibilidades de Internet para nuestro mundo arquitectónico (hoy en pañales), seguramente, será nuestra línea de trabajo más clara en los próximos años.

Lo mejor es que, en esta búsqueda de la integridad y, a la vez, hacernos fuertes en la especialización, no estamos solos; que nuestras contradicciones casi siempre las vivimos en compañía; que siempre están muy cerca gente muy querida como Uxua, José Manuel o Sinergia Sostenible en bloque. Y con ellos, y muchos de vosotr@s que sois los que nos dais la vidilla suficiente para seguir al pie del cañón, seguiremos avanzando.

Sirva este post, como desahogo personal y puesta en común de nuestra realidad.

* Este artículo ha sido escrito con carácter divulgativo y sin ningún tipo de ánimo de lucro. Así que, si te apetece compartirlo en cualquier otro medio, estaremos encantados de que lo hagas siempre y cuando cites el lugar donde lo has encontrado.

Autores de la entrada: Stepienybarno

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* Stepienybarno está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó y desde mayo del 2009 estamos en la red con  la presente publicación digital (Blog) de arquitectura.

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A su vez, somos socios cofundadores de SINERGIA SOSTENIBLE y redactores de LA CIUDAD VIVA.

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