PORQUE LA ARQUITECTURA NO ES UN JUEGO #MARQNIFESTACIÓN
Convocada para hoy, Jueves 3 de enero, a las 17.30 delante del COAM #MARQNIFESTACIÓN
¿El asunto? os lo contamos a continuación.
El Ministerio de Economía, de la mano de Luis de Guindos, está preparando la puntilla para una de las profesiones más vapuleadas por la crisis: la arquitectura.
Se trata de un antreproyecto de Ley de Servicios Profesionales que abogando por una serie de forzadísimos razonamientos como “mejorar la competitividad de un sector que supone alrededor del 30% del empleo universitario”, pretende regular competencias en materia de arquitectura. El texto apuesta por que la exclusividad de proyectar edificios residenciales, culturales, docentes o religiosos, hasta ahora en manos de los arquitectos y sus respectivas direcciones de obra (arquitectos + aparejadores), pasen a ser competencia también de ingenieros e ingenieros técnicos. Una ley sobre competencias que más bien parece lo contrario: sobre incompetencias e ¿incompetentes? legisladores.
Vayamos por partes. Cierto es que, para construir gran parte del parque edificatorio que se levantó durante la burbuja, no hacía falta ser Alvar Aalto. Estamos hablando de un pequeño porcentaje de arquitectos que construyeron muchas, sin duda, demasiadas, viviendas al servicio de un sector inmobiliario que con la permisividad de nuestros políticos macizaron media España.
Aun así, incluso para este tipo de “arquitectura”, los arquitectos, dentro del pequeño margen de maniobra que puedan tener, lo hacen mejor que un ingeniero. ¿La razón? Sencillamente, que en la carrera de arquitectura, durante 5 intensos años más otro de Fin de Carrera, te preparan específicamente para esto. Un ingeniero, más allá de que el edificio se sostenga y pueda tener sus correctas instalaciones, no tiene preparación específica en el tema.
A su vez, llevar una correcta dirección de obra no es tan fácil como pudiera parecer y el tandem – arquitecto + aparejador – se ha demostrado más que eficiente en este terreno. Nuevamente, la preparación durante ambas carreras es el principal argumento que debe mantenerse para que no cambien las competencias.
Pero si en vez de “construcciones” hablamos de arquitectura, aquí no hay mucho que rascar. La arquitectura no es un juego; no se es arquitecto de la noche a la mañana y para serlo hace falta una gran preparación y un gran amor por la propia arquitectura. Sí, sí, amor con todas sus letras; la arquitectura, la buena arquitectura, no es una carrera, es una forma de vida. Es complicado ser arquitecto de 8 a 3. Los arquitectos soñamos con la arquitectura, tanto despiertos como, muchas veces, dormidos. Y no soñamos con la edificación, soñamos con lo que hay detrás de los ladrillos, con lo que no se ve y responde directamente a las necesidades de la esencia del hombre. ¿Se puede construir arquitectura sin saber quien es Heidedegger? No, no; lo mismo que ningún callista puede operar a corazón abierto, los ingenieros no pueden proyectar arquitectura.
Por otro lado, y aunque creemos que los legisladores no estaban pensando en esto, Mies, Le Corbusier o Frank Lloyd Wright no eran arquitectos, o mejor dicho sí eran arquitectos, pero no estudiaron la carrera de arquitectura. Por lo tanto, y aunque parezca contradictorio con lo que hemos expresado en el párrafo anterior, sí se puede construir arquitectura sin tener el título; de hecho, uno de los mejores arquitectos que conocemos es aparejador de formación. Pero una cosa es que una persona, tenga la formación original que tenga, pueda llegar auto-formarse para ser arquitecto y otra es que todos los ingenieros puedan, por que sí, proyectar arquitectura.
Sin embargo, este asunto, a pesar de su repercusión mediática y trascendencia para el futuro de la profesión, no es el mayor problema que tenemos los arquitectos. Sin duda, hay muchos otros frentes donde tenemos que echar el resto para poder sobrevivir como profesión y en muchos de ellos ninguna culpa tienen nuestros legisladores.
Sobre estos temas hemos hablado y hablaremos hasta la saciedad en este mismo blog; pero, hoy conviene centrarnos en este nuevo atropello a los arquitectos. No está bien, en esta ocasión, hacer leña del árbol caído.
La ley no mejorará nada; lo único que conseguirá es que para repartir las escasas migajas del pastel arquitectónico haya navajazos por doquier. Al final, como casi siempre, primará lo más rápido y barato y en eso los arquitectos, que tenemos otras virtudes, no somos los mejores.
Si la ley sale adelante, los arquitectos tendremos un futuro todavía más negro y la sociedad quedará privada de buena parte de arquitectura.
En fin, es como si para ser político, cambiar leyes y dirigir nuestro futuro, pudiera serlo cualquiera. Ah! que sí que puede. Pues eso; NO al nuevo anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales
Más información sobre el proyecto de la Ley de Servicios Profesionales:
En N+1, aquí
En Edgar Gonzalez, aquí.
En Cscae, aquí.
El anteproyecto, aquí.
Noticia seleccionada por el Canal de arquitectura STEPIENYBARNO.
*Stepienybarno está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó y desde mayo del 2009 estamos en la red con la presente publicación digital (Blog) de arquitectura.
Nuestra actividad se sustenta en tres pilares básicos: la investigación, la publicación (comunicación y difusión) y la redacción de proyectos de arquitectura.
A su vez, somos socios cofundadores de SINERGIA SOSTENIBLE y redactores de LA CIUDAD VIVA.
* Los editores de esta publicación digital no nos hacemos cargo de de los comentarios y conceptos vertidos en los textos firmados por otras personas, siendo éstos de responsabilidad exclusiva de sus autores.
* Tu comentario podrá ser moderado, por lo tanto, aunque aparezca inmediatamente al ser publicado en la entrada, los editores de esta publicación digital nos reservamos el derecho tanto de editarlo (si fuera necesario, para hacerlo más legible) como de eliminarlo en el caso de que se usen expresiones incorrectas (descalificaciones, palabras malsonantes…). A su vez, si quieres comentar desde el anonimato puedes hacerlo, aunque, nosotros personalmente, agradecemos que tod@s nos podamos identificar.
7 COMENTARIOS
Portal BIM
06/10/2020Estoy muy de acuerdo con vuestro artículo. Hay que tomarse muy en serio la arquitectura porque los fallos se pagan muy caros y no se puede dar manga ancha para que cualquiera pueda hacer cualquier cosa. De esta forma se devaluan las profesiones y las titulaciones. Caso aparte es la titulitis de este país y que quizás existen muchas titulaciones para tan poca «tarta».
Gran blog el vuestro.
Pingback
20/11/2013Todo sobre la Ley de Servicios Profesionales en España | Ana_Asensio_Arte_Arquitectura
PABLO
15/06/2013Soy ingeniero técnico agrícola, y estoy capacitado para la dirección de ejecución de cualquier eidificio de uso residencial, docente,…incluso para la redacción de proyecto, sin lugar a dudas, mi especialidad es mecánica y construcción.ç
La ley acabará con la chulería y honorarios abusibos de arquitectos, es de justicia para el ciudadano, arriba la LEY DE SERVICIOS PROFESIONALES y bien venida sea.
Pingback
25/04/2013Todo sobre la Ley de Servicios Profesionales en España | Plataforma Arquitectura
Pingback
21/02/2013STEPIEN Y BARNO » DESAYUNO DE TRABAJO EN EL CSCAE
Pablo
03/01/2013Tu comentario está pendiente de moderación.
Totalmente de acuerdo. Generalmente soy muy fan de liberalizar competencias profesionales: Quien sepa hacer algo que lo haga, a mi que mas me da su titulación y si esta colegiado, universitado o lobotomizado…
El Anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales en principio dice compartir estos ideales, pero la lectura de la parte tocante a la arquitectura me deja una profunda inquietud: se mantiene la colegiación obligatoria, con lo que en ese aspecto no se liberaliza nada, y se eliminan las competencias exclusivas del arquitecto, que bueno, a mi me da un poco igual porque me imagino que si ejerzo, ejerceré en otro país y las competencias exclusivas o no que pueda tener en España me preocupan más bien poco, pero es que la justificación aportada denota o la imbecilidad más absoluta o un desconocimiento muy amplio del tema: “…Si un profesional es competente para realizar una edificación, se entiende que también será capaz de realizar otras, con independencia de su uso.” ¿Que chorrada es esta? ¿Qué tipo de lumbreras arropa este Ministerio de Economía y Competitividad, que no son capaces de constatar las “sutiles” diferencias entre un aeropuerto, una estación de tren, una nave industrial, un bloque de viviendas, un hotel o un polideportivo? ¿Con independencia de su uso? Por regla de 3, que cualquier medico pueda tratar cualquier órgano humano, con independencia de su uso, total si todos están basados en largas cadenas de carbono, o que los anteproyectos de ley puedan ser redactados por chimpancés, que comparten conmigo y con los actuales legisladores más del 98% del genoma, una similitud sensiblemente mayor que la existente entre un chalet unifamiliar y un estadio de futbol.
Además, por lo menos para analizar el tema en las ingenierías (metidas todas en el mismo saco en el Anteproyecto de Ley, otro alarde de “hilar fino”, todo el mundo sabe que entre una app de móvil y una vía férrea no hay apenas diferencias perceptibles) se da pie al análisis de una comisión de expertos (que visto lo visto, da un poco de miedo pensar a que llamaran expertos estos mozuelos del Ministerio, pero algo es algo, demuestra cierta humildad frente a los aspectos técnicos especializados de la vida) mientras que para tomar las decisiones en arquitectura se han dejado llevar por su (me imagino que creerán profundo) conocimiento del tema, que a juzgar por lo expuesto, debe de proceder de los ejemplares de “Decora tu casa” presentes en los fumaderos de opio de los sótanos del Ministerio, o algo así.
En fin, perdón por la chapa vagamente politizada, es solo que estoy un poco harto de que cualquier hijo de vecino por necio que sea se considere un experto arquitecto a la primera de cambio, a pesar de la abracadabrante complejidad de la arquitectura, mientras por el contrario manifiesta un abyecto temor irracional a exhibir siquiera el más básico conocimiento sobre la diagonalización de matrices 3×3 de números reales o la realización de reglas de tres, temas sin embargo mucho más aprehensibles y llevaderos para el ciudadano común que la buena praxis arquitectónica, un poco harto también de que el gobierno (este, y el anterior, y el anterior, y así nos luce el pelo…) intente colar como cumplimiento de las directivas europeas, modernización, liberalización, competitividad y un largo etc de hermosos palabros, parches legislativos chapuceros realizados en un tiempo ridículamente corto por la peor ralea de incompetentes de la nación, y un poco harto también, porque no comentarlo, de no ligar en Nochevieja, con lo guapete que estoy con traje, que demonios, las chicas deben de estar locas. Más información (sobre el Anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales, no sobre mi supuestamente infravalorada sensualidad nocheviejil) en estos links: http://bit.ly/WYVpeO http://bit.ly/hO1E27
Óscar J. García
03/01/2013Completamente de acuerdo. Solamente quiero apuntar que cuando escribís “[…] Estamos hablando de un pequeño porcentaje de arquitectos que construyeron muchas, sin duda, demasiadas, viviendas al servicio de un sector inmobiliario que con la permisividad de nuestros políticos macizaron media España. […]” Indirectamente se está abundando en la idea comúnmente generalizada de que los arquitectos se hicieron de oro “construyendo” mucho, de poca calidad y cobrando mucho, cuando en realidad, la mayor parte de las veces, el sector inmobiliario ha exprimido al arquitecto como parte inevitable del proceso constructivo, reduciendo sus honorarios a niveles vergonzantes.
Los que sí se llevaron su jet privado y su yate debajo del brazo son los que “construyeron”, pero los arquitectos que realizaron los proyectos han acabado con una profesión desprestigiada (incluso por quienes los representan) y sin red que haga más llevadera la caída.
Enhorabuena por vuestro blog.