#ArquiEntrevista con EDUARDO ARROYO

Esta semana publicamos #ArquiEntrevista con invitado de lujo: Eduardo Arroyo (NO.MAD). Seguro que no os dejan indiferentes sus respuestas!

1_ ¿Cuál es tu mejor recuerdo de la etapa universitaria?

Las noches interminables con un selecto grupo de amigos unidos por nuestra extrañeza, los estados alterados de conciencia, la antimediocridad, la antirutina y las ganas de llegar a ser buenos arquitectos.

2_ ¿Cómo fue tu desembarco en el mundo profesional?

Me fui de España en 1988 a una pequeña oficina holandesa desconocida llamada OMA. Trabajé con contundencia y dedicación en proyectos míticos que ahora pertenecen a la historia de la arquitectura y podría asegurar que aprendí “infinito”. A mi vuelta, en 1997, me encargaron una Guardería en el País Vasco en la que plasmé toda la información novedosa que traía del mundo Koolhasiano. Por entonces, en nuestro país se debatía en profundidad sobre la gran variedad de tipos de cajas levitantes y su amplio abanico tonal de blancos. Asumí que mi desencuentro con el “mainstream” nacional iba a ser permanente.

3_ ¿Cuáles son tus principales influencias o referencias? Nos gustaría que nos hablases de algunos conceptos como materia, energía, espacio+tiempo y el desorden.

Creo que la base de todo el trabajo de NO.MAD es la complementariedad del pensamiento científico con la sensibilidad. La historia muestra la disociación permanente de estas dos maneras de entender el mundo, con los animistas rehuyendo y fustigando a los cientifistas y viceversa. Buscar una sincronía entre estos dos aspectos en la creación arquitectónica es lo que más me interesa y hacia donde dirigimos nuestro trabajo. Esto nos acarrea muchos encuentros con lo desconocido y su lectura y aprovechamiento necesita de difíciles dosis de desprejuiciamiento que no suelen ser habituales.

Al igual que en otras profesiones y artes, los códigos de lectura de una obra vienen heredados pero suelen estar abiertos y las grandes obras que me conmueven son aquellas que consiguen ampliar esos códigos algún renglón más. No creo en el desorden pero creo firmemente en los órdenes invisibles. Toda búsqueda de un orden reconocible de manera instantánea persigue una tranquilidad perceptiva para un mundo que se nos antoja superficialmente caótico. Pero, ese caos que percibimos no es tal y si prestamos un poco de atención también nos muestra un orden escondido subyacente. Aplicado a la arquitectura puede ayudar a liberarnos de manera contundente de las necesidades autoboicoteantes de equilibrio, composición o estilo que arrastra.

Materia y energía desde el punto de vista científico son una y la misma cosa y esta concepción puede también liberar a la arquitectura de la compartimentación estanca de carácter profesional que sufre actualmente con prescriptores y aseguradores de materiales, ingeniería de cálculos energéticos, asesores en sostenibilidad, programadores de usos, gestores de durabilidad, etc… cajitas que impulsan una especialización defensiva profesional del todo ficticia. Todo es uno, muy complejo, pero uno… y así lo entendemos y tratamos.

En cuanto al espacio y el tiempo, que puedo decir que no lo hayan dicho mejor otros antes. Quizás, su aplicación al mundo urbano pase por la construcción de la ciudad como algo no instantáneo y como un ente en constante evolución, no solo con la flecha del tiempo sino con el encadenamiento de los sucesivos instantes del presente encadenado. Este enfoque, más cercano a la vida, hace que la generación urbana mediante planos de calles y manzanas se nos muestre algo ingenua y a todas luces obsoleta. En cualquier caso verifica de manera transparente la influencia catastrófica de la economía del beneficio sobre nuestras vidas.

4_ Cuéntanos de qué proyecto te sientes más orgulloso de todos los que has hecho.

La Torre de Viviendas de Durango que se llevó la crisis por delante. Una investigación sobre la organización en base a un orden invisible mediante las múltiples relaciones entre el habitar y el paisaje. Su nacimiento me supuso una profunda revelación que todavía conservo y su muerte una cura radical de humildad profesional.

5_ Del actual panorama arquitectónico ¿qué es lo que más te interesa? Dinos nombres de arquitectos y proyectos.

Para no tirarme el rollo crítico-despectivo al que estamos habituados en los medios diré que, en general, me interesa el trabajo de todos aquellos que no intentan esconder la complejidad de la arquitectura y trabajan por reducirla a un tipo de complejidad de carácter más esencial.

Por ejemplo, la Torre de Cocinas de Xaveer de Geyter o la Cafetería Universitaria de Junya Ishigami.

6_ ¿Cómo ves a las Escuelas de arquitectura a día de hoy?

No las veo porque no consigo enfocarlas. Borrosas, encapsuladas y organizadas autodefensivamente. Algo así como dinosaurios que esperan un golpe de gracia de algún tipo de asteroide económico-pragmático porque son incapaces de evolucionar hacia una realidad que les es cada vez más ajena.

7_ ¿Cuál es tu opinión sobre los Colegios de arquitetos? ¿Cómo te los imaginas en un futuro?

Grupos de autodefensa gremiales que han perdido su capacidad de presión e influencia social por no hablar de la capacidad ilusionante. No me los imagino existiendo en un futuro más amable y abierto que espero sea el que está todavía por llegar con la Gran Catarsis Colectiva.

8_ ¿Qué nos cuentas del mundo de los blogs de arquitectura? ¿Cuáles son tus preferidos?

No puedo contar nada. No uso. Estoy a la misma distancia de ellos que un monje tibetano.

9_ ¿Qué papel juega la red y las redes sociales, a la hora de dar visibilidad a tu trabajo?

Tenemos la web de NO.MAD www.nomad.as como obligación frente al mundo virtual de internet pero no buscamos una presencia voluntaria en las redes sociales. Probablemente esto sea fruto de mi interés por permanecer lo más al margen posible de modas y tendencias unido a las ganas de que me dejen trabajar tranquilo… que me queda mucho que hacer y poco tiempo.

10_ ¿Dónde te imaginas dentro de cinco años? ¿Algún sueño que te gustaría que se cumpliese?

Buceando en las Islas Palau con mi mujer y mi hija en un precioso catamarán de sesenta pies y abundantes Dry Martinis. Probablemente, creando cabañas esenciales y divertidas para los lugareños.

¿Sueño? Sí, claro…. que no haya más guerras, que los niños no pasen hambre, que la justicia sea honesta e igualitaria, que dispongamos cuidados para los más desprotegidos, que los corruptos vayan a la cárcel, que la educación y la cultura sean prioritarias, que no se maltrate a las mujeres, que cuidemos la biodiversidad del planeta, que la arrogancia occidental no imponga su modo de vida al resto del planeta, que… pues eso… sueños.

Foto: Academia de Ejecutivos EXAC en Viena. Fotógrafo Roland Halbe.

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