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ARQUITECTO ¿SOLO O ACOMPAÑADO?

  

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El arquitecto español se pudiera considerar una especie de bicho raro en comparación del arquitecto “común” europeo. El modo en que durante estos últimos años se ha desarrollado la profesión en nuestro país, poco o nada tiene que ver a la del resto de nuestros vecinos. ¿Pero qué es lo que hace que sea tan diferente? En nuestra opinión, una de las principales diferencias vienen a ser  el número de asignaturas de carácter técnico que se cursan a lo largo de la carrera en España y que hace, que vistos desde fuera, parezcamos una mezcla entre arquitectos e ingenieros.

 Esta educación, donde materias como construcción, instalaciones y estructuras tienen un peso específico, hace que la forma de proyectar y, posteriormente, dirigir las obras sea diferente a la de nuestros vecinos europeos. Mientras en muchos de estos países, EL ARQUITECTO NO PASA DE SER UN MERO  REDACTOR (DISEÑADOR) DE PROYECTOS A NIVEL BÁSICO, donde las ingenierías se encargan de terminar de desarrollar el proyecto y, por supuesto, hacer que se construya sin la presencia del arquitecto en obra.

En España, por lo menos hasta ahora, esto no ha sido así. Sino que es (o puede ser) el arquitecto quien realice la totalidad del proyecto, incluidos planos y cálculos de instalaciones y estructuras para, prácticamente, cualquier tipo de edificio. Con la siguiente CURIOSIDAD. Si en el proyecto de una vivienda unifamiliar se presenta la parte estructural calculada, firmada y visada por un ingeniero, el proyecto no recibirá el visto bueno del Colegio de Arquitectos hasta que dicha parte sea firmada y visada por el arquitecto redactor del proyecto.

 

Si este control total del proyecto por parte del arquitecto es (o no es) lo ideal, a nosotros mismos nos surge más de una duda. Parece que, por lo menos en determinados casos, LA COLABORACIÓN ENTRE DISTINTAS DISCIPLINAS PUEDE ENRIQUECER LA PROPUESTA. Visiones transdisciplinares del proyecto pueden llevar a un resultado óptimo, aunque la relación entre gremios como la arquitectura y la ingeniería no siempre es tan ideal como sería deseable.

A este respecto, el famoso ingeniero Javier Manterola comenta, “Hay una cosa de los arquitectos que no me gusta, y es que dejan AL INGENIERO EN SEGUNDO LUGAR. Siempre estamos en segundo plano, porque consideran que nuestro trabajo es menos importante que el suyo. Esto solo pasa en España, en otros países sí que tenemos una función verdaderamente relevante.”

 

Así que, aunque estemos hablando de un proyecto de vivienda, si es una ingeniería quien ha calculado las instalaciones o las estructuras (como es práctica habitual en muchos proyectos), parece que tiene sentido que fuesen ellos mismos quienes visasen su parte del proyecto y se responsabilizasen de él durante la ejecución de la obra. Aun así, son muchas las VOCES QUE SE ALZAN EN CONTRA DE LA PÉRDIDA DE ESTAS LABORES, en exclusividad,  para el arquitecto. Sinceramente, en determinadas situaciones, en las que se requiere hilar muy fino, no sería lo mismo si el CONTROL del arquitecto no llegase a todos los rincones del proyecto y tuviese la capacidad de dirigir la obra en cuestión.

 

Pero la realidad manda y, parece que, cada vez con más frecuencia, ingenieros o INGENIERÍAS CON ARQUITECTOS EN SUS FILAS, se irán haciendo con una parte del pastel cada vez mayor. En la propia Expo de Zaragoza, uno de los pocos pabellones, donde el proyecto de ejecución fue firmado por un arquitecto (en colaboración con el Cener) y que además formase parte de la dirección facultativa era el pabellón español, obra de Patxi Mangado. El resto de pabellones fueron dirigidos por empresas, supuestamente, especialistas en la construcción del edificio. De esta forma, LA PRÁCTICA TOTALIDAD DEL RECINTO SE LEVANTÓ “A LA EUROPEA”.  A nosotros, todo este sistema tampoco nos da especial confianza, aunque, también entendemos que, lo que nos guste o no, no tiene especial importancia, ante la que se nos viene encima en cuanto se asiente el Proceso Bolonia y veamos las consecuencias directas de la ley Ómnibus.

 

En fin, somos una profesión con una formación que abarca muchos frentes y, a buen seguro, sabremos REINVENTARNOS, pero parece que el futuro del arquitecto como hombre orquesta capaz de abarcar desde la ideación del proyecto hasta su desarrollo técnico,  para bien o para mal, va llegando a su fin. 

Quizás vosotros lo veáis diferente, así que, como siempre, os animamos a que nos dejéis vuestra opinión al respecto.

 

 

Autores del artículo: Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó (Stepienybarno)

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30 COMENTARIOS
  1. Isa

    Admiro la profesión como tal, pero me he cruzado con cada uno que parece que sea fácil sacarse la carrera y encima están bien colocados, menos mal que, en ocasiones, hay alguien teoricamente menos preparado que por experiencia le saca las castañas del fuego bastantes veces y por desgracia hay bastantes casos y por suerte también tenemos buenos «cocos» que aprovecharon su tiempo en la universidad.
    Disculpen que me desvíe del tema pero tenía que decirlo 😀

  2. alvaroperezrey

    Antes hice una mención a la conexión o similitud de los modelos de producción de arquitectura y los cinematográficos, ambos multidisciplinares, sintéticos, etc…
    Pero no mencioné el hecho de que con cualquiera de los modelos existentes, y en ambos campos, se pueden hacer tanto unas arquitecturas o unas películas excelentes como unos auténticos bodrios totalmente indigestivos.
    Si repasamos los modelos de producción tanto de los hitos de la arquitectura como los de los hitos cinematográficos más significantes, seguramente; en ambos casos; nos llevaremos muchas sorpresas respecto a la influencia real del sistema de producción respecto al resultado final artístico (o económico), e incluso podríamos llegar a la conclusión de que ha sido el caos y «la mano invisible», más cercana a lo artesanal, la que ha generado excelsas obras cinematográficas y arquitectónicas.

  3. JMER73

    En parte, muchos de los problemas de complejidad que sufre la profesion provienen de una mala organizacion estructural endemica a la profesion en España. El famoso «Pay Peanuts & Get Monkeys» que nos contaban Julen y Nieves de Multido hace un tiempo. Me refiero a que para proyectos de gran envergadura los estudios receptores de los encargos suelen estar infradimensionados, con el personal en precario y pocas, o ninguna intencion de invertir en su formacion o en la contratacion de especialistas, algo que no ocurre o no suele ocurrir en las ingenierias que en ese aspecto como cuentan Julen y Agnieszka nos van comiendo el terreno a pasos agigantados. Seamos sinceros un profesional bien pagado se compromete con la empresa en muchos casos y lo que era «Yo solo y mis exclavos debajo» se convierte realmente en un equipo.
    No se si el debate es «menos estudios con mas capacidad y legales» o es una cuestion de que en la actualidad funcionamos mas con un sistema freelance (Hasta que los freelances decidan hacernos un «Espartaco» y nos dejen con cara de susto)

    Respecto a la colaboracion con otros profesionales acaba siendo (Y es) fundamental, pero soy de la opinion de que los sistemas de poder difuso generan problemas en este tipo de cuestiones y que debe haber un «director de orquesta» aunque haya un primer violin en el que se delegue o quien se colabore. Esto no significa que nadie deje de respetar el trabajo de nadie. En este sentido quiza achacaria a la formacion en las escuelas de arquitectura una cierta tendencia a imprimir algo de ego hiperdesarrollado en muchos profesionales de lo nuestro. (El ingeniero es «El Mal» el funcionario es «El Enemigo» los aparejadores «Sucubos infernales» (Y estoy citando)) Durante demasiado tiempo en este pais la profesion la hemos ejercido «contra» los demas o con los demas intentado comerse competencias ajenas. Peligroso sistema este.

    La responsabilidad, que deciros… no me pareceria mal si la cobrara en consonancia cosa que no ocurre. Esa es una tarea fundamental para el CSCAE y para los Colegios, la de hacer entender de una vez por todas a jueces y fiscales que si un obrero no lleva el casco a las 5,00 PM de un dia 3 de Marzo y tu has estado de visita de obra hasta las 4.55 PM, no eres responsable inmediato del posible ladrillazo. Por si os sirve de consejo, antes de decir «Hola», en las visitas de obra, ya estoy escribiendo en el libro de ordenes «Se recuerdan medidas de seguridad y proteccion y la obligacion de su estricto cumplimiento».

    En cualquier caso se da la paradoja de que de todos los profesionales que intervienen en una obra, al unico que se le exige la presentacion de un seguro en su Colegio a la hora de visar es al Arquitecto, lo que facilita enormemente a los abogados el buscar a alguien con seguro a quien meterle el paquete sea responsable o no.

  4. Sergio Mz

    Lo primero, disculpar si ha parecido que despreciaba la labor de cada uno de los músicos de una orquesta. Solo quería señalar que en la actualidad no es el arquitecto el que controla todo el grupo, sino que el arquitecto coordinada a mucha gente que a su vez coordina a otros equipos y al final, aunque las jerarquías puedan seguir siendo claras (y no siempre lo son) son mucho más complejas que las de una orquesta. Y en mi opinión el arquitecto está perdiendo cuota de poder en esa complejidad (seguramente porque en vez de adaptarse, trata de lucha contra ella).

    Hay otra preocupación que comparto con Silvestre y creo que es clave, y es que este modelo «anglosajon» o más «profesional» de trabajo es bastante más caro que el del estudio tradicional español. Esa «capacidad» que se le exige a los estudios en los pliegos de condiciones de los concursos públicos tiene un precio. Y no se puede forzar a las oficinas de arquitectura a unas condiciones tal altas y pagar unos honorarios cada vez más bajos, porque eso conlleva irremediablemente precariedad en los estudios (de la que ahora mismo nos sobra en este país).

    Además quería dejar el enlace de una entrevista que acaban de publicar en el Diario de Mallorca.es en la que Lluis Clotet habla de este mismo tema:
    «Antes la profesión de arquitecto se asociaba a la del director de orquesta. No era especialista en nada concreto pero sabía lo suficiente como para coordinar a todos los solistas y conseguir un resultado que sólo él tenía la capacidad de imaginar en su globalidad. Su autoridad era total y también su responsabilidad. Todos los arquitectos vivíamos en libertad provisional. En los ultimos años todo se ha ido complicando: la gestión, las licencias, las contratas, el control de los costes, el control de las aseguradoras, los seguros de responsabilidad civil, las relaciones con la propiedad, y los despachos han ido creciendo y creciendo. Como consecuencia de todo ello han ido apareciendo responsables parciales que han debilitado aquella autoridad única para convertirla en colegial. También ha llegado a España, procedente de Estados Unidos, la práctica de ciertos abogados que proponen a los usuarios repartirse las indemnizaciones y pleitean, con o sin razón, contra promotores, arquitectos y constructores. Y éstos se han protegido creando una maraña de responsabilidades difíciles de deslindar. Todo esto, más algunos otros factores, ha dado al traste con aquel pequeño despacho artesanal que tantas magníficas obras había dado últimamente.

  5. Silvestre Vivo

    Quiero dar una visión práctica sobre la cuestión y casi 100% utilitarista.

    La valoración de la profesion en España está muy devaluada. En esta redundancia creo que radica todo. En la actualidad, si desde mi oficina realizo al completo la redacción del proyecto y no me pagan bien, si trabajo bajo modelo europeo y sólo realizo labores de «diseño o básico», ¿Cuánto me van a retribuir? En esta pregunta, abandono el partido ARQ. ESP Vs. ARQ.EUR y juego contra la selección de ARQ.Latinoamericano. ¿por qué? Pues porque hay otros modelos como los que ocurren en ciertos paises Latino Americanos, donde el Arquitecto lo hace todo y está mejor retribuido, en donde no existe el aparejador y donde la dirección de obra es como tal más la gestión de la misma. Eso conduce a que te posibilitas tener un equipo multidisciplinar al que tú gestionas y pagas, donde todos quedan contentos y donde el Arquitecto es el que tiene el Control y Dirección de todo, estando en todo momento bien retribuido como para dedicarle tiempo suficiente tanto al proyecto como a la obra.

    A mi juicio, es un modelo mucho más justo para todos, incluido el cliente el cual siempre reclamará daños y perjuicios al arquitecto. En paises como México, no existen los visados ni los controles colegiales y sin embargo, la profesión puede llegar a funcionar más y mejor. Se pueden aligerar las licencias de obras y los tiempos de ejecución se pueden ajustar mejor.

    Hay modelos posibles pero requieren de grandes cambios.

  6. Juan Carlos Quindós

    Perdonad que introduzca otra metáfora: el arquitecto es el políglota de los distintos saberes que se mezclan en una obra, cierto que no hablará todos esos idiomas como un nativo, pero es el único capaz de traducir entre sí cosas muy diversas y sobre el tablero «intraducibles». Esa visión panorámica y al mismo tiempo microscópica es algo imprescindible y que no tiene precio. Perdón, si lo tiene, y desde luego no es el que se paga, pero eso es ya otro tema. Es por lo tanto el que a ojos de todos, habla en un idioma extraterrestre y en los mejores casos -muy muy pocos- parece tener línea directa con instancias superiores.
    Eso es algo que desde luego no se pagará nunca.

  7. Susana Aparicio

    Bueno, esto lo había puesto por otro hilo, pero estoy de acuerdo con que este es el lugar más adecuado para el debate.

    Comentaba que me había llamado la atención a la frase del artículo en la que se dice «no confiar en el sistema» y me preguntaba a qué se debía.
    Quiero aclarar que es un sistema muy usado en Holanda, donde trabajo, y en él siempre hay un director de proyecto (que no necesariamente es el arquitecto) y especialistas en otros campos.

    Eso si, como todo, tiene sus ventajas y sus desventajas.

    DESVENTAJAS:– el arquitecto tiene un papel relegado al diseño, tal y como se dice en el artículo, ahora se está reclamando justamente más responsabilidad;
    – la consecuencia es que la “arquitectura” pasa a un segundo plano y pueden surgir otras “prioridades” durante el desarrollo del proyecto;
    – las decisiones que se toman cuando hay recortes presupuestarios no coinciden siempre con las preferencias del arquitecto, lo que puede llegar a tener grandes consecuencias para el proyecto, o no, todo depende de la creatividad del arquitecto y como se relacione dentro del equipo con los diferentes componentes/participantes;
    – o quizás una ventaja? El sistema jerárquico al que se está tan acostumbrado en España, pasa a ser un sistema horizontal;
    – se pierde un montón de tiempo en reuniones y discusiones tontas;
    – se tiende rápidamente a buscar un consenso en lugar de determinar qué es realmente lo mejor para el proyecto (no sé si esto solo sucede en Holanda por la llamada “cultura del polder”, en la que todos tienen que salir beneficiados cuando se toma una decisión;
    – la arquitectura académica, el debate, prácticamente desaparece dentro del mundillo, no me atrevo a asegurar que esto sea consecuencia de este sistema pero tiendo a inclinarme por ello.

    VENTAJAS:– los sistemas de construcción, instalaciones, exigencias en cuanto a la sostenibilidad, reglamentaciones y por tanto, todo lo concerniente a la arquitectura, se vuelven cada vez más complejas. Es muy difícil, por no decir casi imposible, que un estudio de arquitectura disponga de todo el conocimiento necesario (tecnológicamente, estructuralmente, en cuanto a materiales, mantenimiento, etc.) para llevar un proyecto complejo adelante;
    – si el proyecto se dirige bien se junta un montón de conocimiento en el equipo de diseño, porque eso es lo que realmente se forma: un equipo de diseño. Que el arquitecto pierda protagonismo o responsabilidad dependerá de la conformación de ese equipo;
    – se puede anticipar a los problemas (justamente por disponer de tantos “especialismos” y conocimientos) y buscar soluciones adecuadas antes de que surjan;
    – la arquitectura es “evaluada” desde diferentes puntos de vista, no solo desde el estético, algo que está sucediendo mucho los últimos años: la arquitectura se ha vuelto una cuestión estética para salir en las revistas, ¿o no? (voy a tirar un poco de leña al fuego).

    Puntos de atención:– el arquitecto no debe de quedar relegado a un simple diseñador, debe de exigir su responsabilidad, y tomarla, dentro del equipo;
    el arquitecto debe de ser quien dirija el equipo para evitar que se tomen decisiones que tengan grandes consecuencias para su obra…si la arquitectura se sigue viendo como “obra de autor”, porque de eso se trata en esta discusión, o no? (sigo tirando de leña al fuego);
    – hay que tener todavía más claro qué es lo que quiere el cliente y tener una buena y constante comunicación con él;
    – la comunicación dentro del equipo es fundamental si se quiere llegar a buen término, ya no vale eso de yo soy el arquitecto y tu haces las cosas como yo quiero (que con todo respeto, se usa mucho en España). Las palabras claves pasan a ser información y comunicación… y esto señores, es lo más dificil a la hora de dirigir un equipo de trabajo.

    ¿Quién sigue sumando? Y no solo desventajas porque eso es tener una mirada poco amplia, lo que justamente no funciona en un equipo de trabajo ;o)

  8. alvaroperezrey

    StepienyBarno:
    […¿No quedará el proyecto en manos de quien termine firmando el proyecto de ejecución?…]

    La competencia sobre el control debería consistir (entre otras cosas) en poder decir NÓ (o SÍ…) al resto de actores implicados, tanto durante el desarrollo del proyecto de ejecución como la propia ejecución…

    La cuestión es que la cantidad de inputs crece sin cesar y es imposible tener conocimiento de todos…
    El arquitecto multiespecialista no es «sostenible»…

    Enfin, es dificil delimitar y predecir estas cosas de manera abstracta y prospectiva, solo es una posibilidad más…

    Por otro lado, aproximando las distancias, los modelos productivos derivados de la industria(s) cinematografica(s) pueden ser extrapolables a la producción de arquitectura(s), tambien es otra posibilidad probablemente ya estudiada (?¿)…

  9. Javier

    Si los ingenieros quieren hacer de (o ser) arquitectos que estudien Arquitectura pero que no busquen caminos intermedios. Ídem para los aparejadores.

  10. Osvaldo Luppi – OLARQ

    Las jerarquias son imprescindibles en obra.
    Eso no es ser dictador…es hacer tu trabajo como arquitecto.
    Cualquiera que estuvo en una dirección de obra, habrá pasado por la situación donde el promotor, el constructor, el aparejador y el instalador solo quieren una cosa: que el arquitecto hable y diga lo que quiere hacer.
    En la obra pasa lo que decia el gran boxeador argentino Ringo Bonavena «cuando subis al ring, hasta el banquito te quitan»…estás solo.
    Creo que las posturas de «consenso total» y «horizontalidad» esconden un miedo a tomar decisiones y a equivocarse. solo asi aprendemos.

  11. Paz

    Solo quiero dejar claro, que la posibilidad de especializarse en un campo, siempre nos quedará.
    La discusión actual no creo que sea la opción final que muchos de los actualmente licenciados como arquitectos acaban tomando como colaboradores especializados en el interior de una maquinaria mas compleja.
    Sino, si la base técnica que define a un técnico como arquitecto es y ha de ser la suficiente para comprender la totalidad de la obra, y capacitarlo para dirigirla pudiendo tomar decisiones coherentes sobre todos los temas de la misma.
    No concibo, ni defiendo, un Arquitecto inaccesible y dictador. Solo una figura que actúa como eje vertebrador de la obra. [todos los técnicos son necesarios]

  12. Osvaldo Luppi – OLARQ

    Observando mi experiencia, me declinaré por una situación capicúa: solo-acompañado-solo.
    Una vez negociado el básico con el cliente, comienza el outsourcing: calculistas, ingenieros, paisajistas, interioristas, geólogos, topógrafos, renderistas, etc. Todos trabajan respondiendo a quien les paga, es decir al arquitecto…podrán sugerir (y seria ridículo no escuchar a quienes saben más que uno), pero nunca negociar de igual a igual con el arquitecto.
    Cuando decimos “equipo multidisciplinar” en mi caso (y en la mayoría), hablamos de un arquitecto director de orquesta que se rodea de los mejores profesionales que puede pagar para dirigir la construcción de un edificio donde la improvisación, como dice Eisenman, no forme parte del proceso constructivo.
    En fin, empezamos solos, ejecutamos acompañados, pero al final volvemos a estar solos ante el cliente, el juez, los críticos y la ciudad.
    Creo que funciona muy bien.

  13. StepienyBarno

    Bueno bueno, ¡!vaya debate se ha montado en un momento!!
    Los que, ya, nos vais conociendo bien sabéis que nos interesa mucho más esta parte que la del articulo en sí. Así que muchas gracias por vuestros comentarios.

    Quizás un concepto como es la RESPONSABILIDAD de quien firma (y que bien trae a cuento Daniel), nos guste o no, es el que hace que haya (o tenga que haber) una cierta jerarquía en el proceso.
    Otra cosa es si esto es lo ideal, o si cuando se empiece a trabajar más “a la europea” esto vaya a ir cambiando.

  14. CCAD – Daniel Moyano

    Discrepo (!qué bien!).
    No, en serio.

    Mi experiencia primero como arquitecto de concursos en un estudio de talla internacional: Yo era uno más del grupo que desarrollaba concursos, que respondía ante una jefa de grupo, que a su vez respondía ente el arquitecto jefe. Pero todos podíamos aportar (otra cosa es que luego fuera aceptada o no la sugerencia), y cada cual era responsable de llegar a tiempo y con el nivel requerido a lo exigido.

    Mi experiencia como arquitecto colaborador: Como he desarrollado casi todo el dibujo de planos, y la coordinación con ingenieros y calculistas (arquitectos algunos, ingenieros la mayoría), yo respondo ante otro arquitecto y ante el constructor o el cliente de las decisiones tomadas. Algunas las tomo/sugiero yo, otras las toma/sugiere el calculista, otras el ingeniero que haya calculado la instalación eléctrica (por decir una…). Y el arquitecto como responsable último de todo ante el cliente/promotor, es el que toma la decisión última.
    A veces la sugerencia no le convence y él propone algo que se valora, o acepta lo sugerido como mejor solución.

    ¿Director de orquesta o director de cine? No creo que haya tanta diferencia como sugiere Sergio – los músicos no son precisamente mecánicos que tocan como robots, sino que cada uno tiene una pericia, un estilo, unas manías, unos dejes, que debe saber potenciar o minimizar según su criterio y el del director.
    Me parece un buen ejemplo de trabajo en equipo, colaborativo, pero con un orden de responsabilidad lógico.

  15. Manuel

    Aun que me pese por ser arquitecto, le doy la razón a KOKE, que es «de los otros»: ingeniero.
    Los arquitectos estamos más en la superficie que en las entrañas. Nos conformamos demasiadas veces en aceptar una realización que «parezca bien» sacrificando el que «esté bien».
    Para mi un edificio «usable» es como una comida «comible», nos sirve para la mera supervivencia sin que sirva de ningún modo a la felicidad durante nuestro transcurso por este valle de lágrimas que sufrimos como usuarios de la realidad arquitectonica.

  16. Sergio Mz

    Lo primero que me gustaría señalar es que tradicionalmente hemos oído o leído la comparación del arquitecto con el director de orquesta con la que yo no estoy del todo de acuerdo. En una orquesta la responsabilidad de cada uno de los instrumentos es sencillamente ser «correctos» no deben aportar nada al resultado, solo hacer exactamente lo que el director quiere y exactamente cuando el director lo quiere.

    Me parece mucho más interesante la comparación con el director de cine. Aparte de que a día de hoy (y seguramente por desgracia) el mercado del cine se parece mucho más al mundo de la arquitectura, en este trabajo existe un Productor/Promotor, existen muchos actores/constructores, técnicos de luces, sonido, vestuario…/estructuras, instalaciones, paisajismo… y la labor del director de cine/arquitecto reside en saber convertir su idea en una película/edificio sacando lo mejor de cada uno de los agentes. En unos casos un mal productor o malos actores puede cargarse una pelicula, y en otras ocasiones la escena más bella puede haber sido propuesta por el director de fotografía o salir de la improvisación de alguno de los actores.

    Aparte de este apunte, me parece muy gracioso que cada vez que se discute este tema, todos los arquitectos vemos clarísimo que el trabajo del arquitecto debe ser el del «director de orquesta/cine». En mi opinión ese puesto debe ser indiscutiblemente para un arquitecto pero con la cantidad de obras que nos esperan en los próximos años y la cantidad de arquitectos que salen de las escuelas, debemos empezar a asimilar que el papel de muchos arquitectos va a ser el de uno de esos instrumentos o técnicos que trabajan junto al director del proyecto.

    Aunque mi trayectoria profesional es aún demasiado corta, he tenido la suerte de trabajar con consultores arquitectos que han dedicado su carrera a las instalaciones, las estructuras o la representación gráfica y me ha resultado mucho más cómoda la relación con ellos que con los ingenieros de caminos, industriales o diseñadores gráficos que he coincidido. Sencillamente porque ellos entienden la complejidad y comprenden las «intenciones» del proyecto y el papel que su parte del trabajo debe tener en cada caso.

    Para terminar (y después de esta parrafada), enhorabuena a los dos por una vuelta al trabajo con tanta fuerza.
    !!Que envidia!!

  17. Paz

    Defiendo el Arquitecto conocedor de todos los elementos que interactúan en una obra y desde su conocimiento capaz de realizar un edificio Firme (para ello nuestras nociones de estructuras), Útil (para ello nuestras nociones de ingenierías y habitabilidad) y Bello (y eso lo dejo al libre sentimiento).
    El arquitecto/artista es una reducción de nuestro papel en la obra, nos estamos cegando en esta sociedad de consumo estético, y estamos dándole más significado a la IMAGEN que al contenido.

    No somos hombres orquesta, ni directores de orquesta. Somos Arquitectos.

    El edificio y/o espacio que creamos tiene que cumplir condiciones tanto objetivas como subjetivas.
    Perdonar, pero continuo pensando que estamos SOLOS en la cabeza de la pirámide. Las ingenierías y otros técnicos vinculados a la obra, se preocupan sobre todo el correcto funcionamiento de sus instalaciones o estructuras. Poco o nada les importa si hacen impracticable un paso o tapan la iluminación cenital de una estancia.

    Somos nosotros, los que debemos saber (igual que sabemos lo que se precisa para que una habitación sea habitable), cuánto espacio ocupan las estructuras y las instalaciones. No trabajan para nosotros, pero tampoco pueden entrar a deformar nuestros proyectos en pro de un funcionamiento «correcto», que en algunos casos solo se justifica por facilitar el trabajo del instalador y el de mantenimiento.

  18. vanesa

    Los proyectos cada vez son más complejos, y los clientes más específicos, por eso existe la tendencia hacia la especialización de cada uno y la colaboración entre distintas personas/ profesionales para un correcto desarrollo del proyecto.

    Habrá arquitectos cuyo perfil y preferencias les haga decantarse por el diseño, otros por la dirección de equipos y también habrá profesionales con perfiles más técnicos que deseen dedicarse a calcular estructuras, instalaciónes, coordinar las obras, etc. Y lo podrán hacer de igual forma que otro profesional con la titulación de ingeniero, como mencionais, siempre y cuando no nos hayamos dejado quitar las competencias adquiridas por los arquitectos que nos han precedido.

    Tenemos la suerte de que la profesión de arquitecto en España es más amplia que en otros paises. Aunque también somos muchos más profesionales por habitante que en la mayoría de éstos.
    Todos no nos podemos dedicar al diseño, o a dirigir equipos. Existen más posibilidades, y todas son «arquitectura». Gracias a que la formación hasta ahora en las escuelas abarca tanto aspectos proyectuales, como técnicos, que nos dotan de la capacidad para poder hacerlo.

  19. Cris

    Interesante debate.
    La profesión ha cambiado mucho desde que muchos de nosotros acabamos la carrera. Entonces, el arquitecto se lo tenía que hacer todo, existía mayor comprensión (creo) del proyecto en su globalidad y esa sensación de ser «director de orquesta» continuaba en la obra. O «director de cine».

    Estoy en contra de la excesiva especialización en todos los ámbitos hacia la que tendemos siguiendo el modelo americano y europeo, pero, por contra, me parece también muy enriquecedor formar parte de un equipo pluridisciplinal y que cada uno aporte su propio conocimiento, dirigidos por una cabeza que coordine los diferentes oficios, ingenierías, paisajismo, colaboración y participación ciudadana, etc. Es decir, me acerco al modelo tradicional, aunque muy mejorado… Y no siempre, en mi experiencia, ocurre lo que dice Koke, los arquitectos vamos a la obra. (Y las arquitectas). Gracias y saludos

  20. Miguel Chica

    Ésta temática me parece muy interesante, más en este momento, con todos los interrogantes que está levantando el «curioso» Plan Bolonia, del cual; al igual que muchos otros, creo seguir teniendo muchas dudas.

    Por un lado me gustaría resaltar lo que «hacía diferente» (porque quieren acabar con ello) al arquitecto español; y es esa parte técnica, podríamos decir mayor formación constructiva, etc…, sólo por la carga lectiva en esos campos. Esto, en mi opinión, no deberíamos perderlo por la razón de homogeneizar a la europea. Algunos estarán equivocados, pensando que por estas cuestiones, el arquitecto español se siente por encima de ingenieros o trata de suplirlos.
    Cada uno es especialista en su rama, pero lo bueno o lo que nos hace «especiales»,es tener un amplio conocimiento, también, en esos ámbitos del proyecto para poder controlar en cierto modo la totalidad de la obra o lo que rodea a la misma. Para ello, por supuesto, que es necesario relaciones MULTIDISCIPLINARES ya que, en mi opinión, sólo de esta manera se culminará un buen proyecto.

    En fin, que no caería en simplificar al arquitecto español como más técnico y al europeo como más «ideológico», ya que considero al español igualmente capacitado en la línea creativa, pero con el plus de los conocimientos constructivos que nos dan la posibilidad de abarcar más etapas de un proyecto; lo que en cierto modo, es bonito: «ver como una IDEA se hace realidad».

  21. Daniel – CCAD

    Tengo que reconocer que el debate de «redefinamos al arquitecto» me tiene un poco cansado. No porque no sea interesante, sino porque en todos los foros nadie aporta soluciones. Sólo se repite la pregunta. O no hay respuesta, o no es la pregunta adecuada.

    Yo creo, desde mi corta trayectoria profesional, que el arquitecto se reinventa cada día. Que las relaciones con otros profesionales ya existen (con mejor o peor fortuna, pero todos colaboramos con ingenieros, jardineros, carpinteros, herreros, etc, etc, y otro etc más.)
    El tema del Arquitecto Español Vs Arquitecto Europeo, aparte de una base formativa muy diferente, conlleva unas responsabilidades muy diferentes, lo cual equilibra un poco la balanza. Sí, «sólo diseñan la fachada», pero no son responsables del accidente del obrero de turno que no toma las medidas marcadas en el pliego del ESS.

    A Koke decirle que en el comentario de Miguel se puede leer que ellos trabajan CON consultores. O sea, que colaboran (perdón, pero justo decirle a Miguel que no colabora…). Y como bien dice, tiene que haber un director de orquesta, ya que si no cada proyecto sería la casa de tócame Roque. Cada uno por su lado. Colaborar supone subordinarse en una jerarquía, lo cual no es malo, si cada uno (el director el primero) hace bien su trabajo, claro.

    Eso sí, te doy la razón: «usable» no existe. Digamos entonces «utilizable» que sí existe y creo que quiere decir lo mismo. (Loren sabe cómo me las gasto con el idioma ;D).

    Un saludo y enhorabuena por el reinicio de curso!

  22. Verónica Paradela Pernas

    Yo creo que el arquitecto es una pieza muy pequeña del «puzzle», es más, creo que cada vez sería más importante la colaboración necesaria con otras ramas del conocimiento, así que «acompañado» se está mejor.
    También me parece importante la idea de «reinventar» la profesión, el ¿cómo? ya se me escapa.

  23. Koke

    Como ingeniero he trabajado un par de años en una empresa con una sección de arquitectura importante. Os puedo contar mi experiencia, tanto en obra como en la oficina.

    En obra al arquitecto no se le ve, y puede que quede algo de su idea original, pero muchas cosas son modificadas sobre la marcha, por múltiples motivos: plazo, coste o por ser irrealizables directamente.

    En oficina, el control del proyecto lo tiene siempre el arquitecto, y sí que es una pena que la falta de comunicación provoque frecuentemente los problemas antes comentados.

    Respecto al comentario de Miguel, no voy a entrar en la típica polémica… solo comentarle que la palabra «usable» no existe, y que su comentario destaca, precisamente, por ser el único que no propone la colaboración sino la subordinación ineficiente que se repite en numerosas obras actualmente.

  24. Andrés

    Si esto es realmente así, me quedo con el modelo europeo no-español, y sin dudarlo. Un abrazo, AM.

  25. StepienyBarno

    Lo primero de todo agradeceros los comentarios en este primer artículo de opinión de la temporada.
    Por lo que contáis más que hombre orquesta parece que tiene más futuro la idea de director de orquesta. Pero lo qué parece que no queda tan claro, es qué tipo de orquesta se va a dirigir a partir de ahora.
    Como bien dice, Santiago, solos no llegaremos muy lejos, pero cómo se producirán estas nuevas relaciones entre arquitectura y otras disciplinas es un buen tema de debate.
    Al hilo del comentario de Álvaro, sobre la posibilidad de mantener el control del proyecto redactando solo el proyecto básico, ¿es eso posible? ¿No quedará el proyecto en manos de quien termine firmando el proyecto de ejecución?

  26. S. DE MOLINA

    Me temo que solos no podemos hacer ni la caseta del perro, y menos que nunca en estos tiempos.

    La arquitectura es colaborativa, siempre lo ha sido. Desde mi punto de vista eso aporta riqueza siempre al proyecto en todas sus etapas.

    Cuantos más ojos, más oportunidad de mejorar el resultado, siempre que la capacidad de decisión esté orientada a un objetivo común.

    Todo esto creo que es obvio, pero hasta lo obvio a veces ya ni lo parece…

    Felicidades, como siempre por la entrada y también por las nuevas y vigorosas energías que desprende la página!!!

  27. alvaroperezrey

    Sí, la cuestión está en el control limitarse al proyecto básico, puede parecer una reducción y un desplazamiento, pero tambien una dificultad minimalista, porque, al fin de cuentas, la forma se define a traves de la materia y eso requiere conocimientos técnicos que no conviene olvidar.
    Redactar el proyecto básico manteniendo competencias que permitan elegir la(s) ingenieria(s) de ejecución y controlar todo el proceso, sería llevar al ámbito competencial la situación real actual pero de manera más cómoda para el arquitecto.

    Creo que la síntesis entre el campo tecnologíco y los demas campos arquitectonicos (incluido el participativo) en la formación tiende a ser beneficiosa para el arquitecto y la arquitectura.
    Probablemente se trate de eso: elaborar una síntesis y tener la capacidad de controlarla

  28. José Antº Coderch Gimenez

    => Hombre orquesta NO —> Director de orquesta SI.
    => Ideación NO —> Creación SI.
    => Lo que dice Javier Manterola es cierto y es una pena. Ya lo decía Dn Carlos Fernandez Casado, maestro de Javier.
    => El arquitecto español no sabe trabajar en un equipo pluriprofesional y además se considera imprescindible.
    CAMBIANDO DE TEMA :
    ¿ Conoceis los gabiones ? ¿ Los habeis utilizado ?? ¿ Os gustan ??

  29. Miguel Villegas

    No se trata de ser hombre orquesta, si no Director de Orquesta… que es bien distinto.
    Hace una jartá de años, Juan Carlos Sancho, en una estupenda charla de café que pudimos disfrutar con él, le decía a Pepe Gonzalez Gallegos y al resto de los presentes que lo que la gente envidiaba de los arquitectos no era el poder, que de eso no teníamos nada, era el control

    Barruntando mucho alrededor de este tema los arquitextonicos hemos llegado a la conclusión de que la diferencia fundamental entre los ingenieros y los arquitectos (y me perdonáis la generalización que siempre es odiosa) es que los ingenieros resuelven. Son «fixers». Si no hay un problema no tienen motor, se bloquean… Mientras que los arquitectos proponen. Necesitamos generar una transformación en la realidad que mejora la actual o que, al menos, la haga distinta. Mantener esa diferencia nos parece esencial para el futuro de la profesión y de la arquitectura en España. Creo que no podemos dejar la edificación en manos de los ingenieros para que «se resuelva». La arquitectura debe transformar…

    Y en el caso de que trabajemos con consultores externos (en arquitextonica nunca trabajan «para» nosotros, siempre «con»…) creo que debemos mantener el control, y que la delegación que hagamos en ellos de parte del trabajo técnico esté siempre controlada y dirigida por nosotros y nuestro proyecto…

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