#ArquiEntrevista con AMPARO MARTÍNEZ VIDAL
Fue hace casi 10 años cuando conocimos en persona a Amparo Martínez. Por aquel entonces daba sus primeros pasos en el mundo laboral y desprendía la misma ilusión, energía y simpatía que ahora mismo. Por suerte, hay cosas que nunca cambian! Así que, es hoy, para nosotros un gran placer publicar la #ArquiEntrevista que nuestra protagonista se ha animado a contestar. ¡Ahí va!
– ¿Cuál es tu mejor recuerdo de la etapa universitaria?
Estudiar Arquitectura marca ¿verdad? Noches sin dormir, entregas, madrugadas de “Hablar por Hablar” y “La Gramola”… Cuando eres joven, todo se vive intensamente (tanto lo bueno como lo malo). Me cuesta quedarme con un solo recuerdo… quizá destacaría mi quinto año. Ya estaba más acostumbrada a compaginar trabajo, exámenes y tiempo libre. Conocí a Susi, a Migue, a Irene… a personas muy importantes para mí. Disfruté mucho ese curso. ¡Hasta aprobaba!
-¿Cómo fue tu desembarco en el mundo profesional?
Muy deseado. El año del PFC fue duro ¡para quién no! Tenía muchas ganas de acabar y de volver a Murcia (yo estudié en la Politécnica de Valencia).
El último año de carrera, entre las prácticas y las correcciones, sólo vivía para estudiar y trabajar. Por aquel entonces, conocí a Stepienybarno través del correo electrónico, por una solicitud de prácticas ¿Os acordáis? Menuda aventura si me hubiese ido contigo y con Agnieszka a Estella, pero no me atreví ¿Aún estoy a tiempo? (risas).
Después entré en el despacho de Jose María López y Edith Aroca. Lo recuerdo con cariño. Pobre, estaba muy verde, verde, verde… Allí conocí a mi gran amiga Paola Acevedo, una fantástica fotógrafa y arquitecta mexicana que ahora reside en Barcelona.
-¿Cuáles son tus principales influencias o referencias? ¿Desde cuándo te viene tu interés por otras disciplinas como el marketing?
Vaya, vaya… Cuánto me alegro de esta pregunta… (risas)
Adoro el Marketing por mi reciente experiencia empresarial. Si hace cinco años me hubieras preguntado qué es el Marketing, no hubiera sabido qué responderte.
En 2010 monté mi propio negocio, a raíz de la crisis (qué os voy a contar)…
Pensé en Academia Cimbra como un centro de apoyo para estudiantes. Siempre había tenido vocación docente y decidí “estrenarme” a lo grande. Las carreras de Arquitectura e Ingeniería, se implantaron ese mismo año en mi ciudad. Así que creí que era el momento. Pronto me di cuenta de que no todo lo planteado en un plan de empresa tiene un feedback real.
En una situación de crisis, nada es predecible. Lo que funcionaba antes, ya no es rentable, y lo que supone un riesgo, no obtiene financiación. El mismo mes que abrí, otros centros académicos reprodujeron mi misma idea (nota mental: si un negocio es fácil de copiar, se copia).
-¿Qué hiciste entonces cuando apareció más competencia? ¿Cómo lo afrontaste?
Bajé los precios para “librarme de ellos”, y entonces, dejé de ser rentable. Como eso es inadmisible en cualquier negocio, después de mucho pensar, decidí cambiar los contenidos de los cursos y el personal docente, para orientarme a otro tipo de cliente, y poder subir los precios. Era la única manera de “salir vivo” de aquello. Basé los contenidos de mi oferta formativa en lo que tuve que aprender para “sobrevivir” como empresaria: oratoria, marketing, comunicación, diseño web con WordPress, posicionamiento en buscadores… Hoy en día, el autónomo es un “hombre orquesta”. Cuanto menos subcontrata, más ingresa. Pero para eso debe aprender conceptos básicos de muchas disciplinas. Como el público objetivo al que me dirigía era similar a mí, sabía perfectamente qué darle. El enfoque funcionó.
Así, el Marketing (y no lo voy a googlear) es “conquistar al cliente”. Y también es un arte. Que se lo digan a los de “Mad Men”. Si no enamoras a la gente cuando cuentas tu idea, olvídate de tener éxito en tu negocio. El “marketiniano” es un contador de historias… El arquitecto, también cuenta sus historias, sus sueños. Pero de otra manera.
Para mí, Cimbra era un lugar donde acudían emprendedores con ganas de superarse. Creo que logré crear un espacio donde los alumnos se identificaban entre ellos. Salieron grupos muy buenos. Hasta se hicieron amigos. La gente era estupenda. Y venían atraídos por un discurso ilusionante, coherente, un diseño gráfico potente, en rosa y cyan, el “rosa Cimbra”, le llamábamos. Todo este “storytelling” era fundamental para atraer al cliente que buscaba. Esto es trasladable a cualquier servicio profesional. Parece obvio, pero aún hay gente que lo obvia.
-Cuéntanos de qué proyecto te sientes más orgulloso de todos los que has hecho.
Adoro proyectar. Nunca pensé que lo diría. Hubo un momento en el que no me sentía a gusto con lo que hacía. Pero, sin duda, la “Experiencia Cimbra” me cambió. Ver crecer a Cimbra, desde el principio, fue como formar una familia. Elegí a los profesores, diseñé los contenidos, orienté la estrategia de marketing digital…
Lo que más me aportó a nivel personal, fue sentarme “detrás del mostrador”. Contraté a algunas chicas para que me ayudasen, pero me di cuenta de que la mejor comercial de mi proyecto era yo misma. Eso me permitió afrontar muchas situaciones de carácter personal y profesional. Maduré.
Al principio, me costó mucho. Pero una vez superado el pánico inicial, surgió “la magia”. Recuperé mis pasiones. Volví a dibujar, a escribir, a sonreír. Es curioso cómo funciona la mente humana…
-Pero, en Cimbra, ¿Trabajabas como coordinadora, directora de marketing, gerente…?
Me apasionaba todo. Ayudar a mis alumnos… lo que más. Nunca pensé que impartiría clases de proyectos de Arquitectura. Allí lo hice. Enseñé también Autocad, Infoarquitectura… Aproveché para rodearme de los mejores profesionales en WordPress, Marketing, Social Media… Aprendí muchísimo. Ahora soy consciente de lo importante que resulta tener una base de Marketing Digital. Pero, es que, además, es divertido!
-Y ¿cómo ha sido tu aventura en la radio?
“Incubé” la idea durante un tiempo. Me resultaba desolador haber visto a tantos chavales sin empleo en Cimbra. Conocí a un periodista encantador y le propuse colaborar con él en un programa de arquitectura “para la gente, con lenguaje corriente”. Se dejó de emitir en agosto, pero este mes de enero, recuperamos el proyecto. Volvemos de nuevo con “Pon un Arquitecto en tu Vida”.
-Háblanos un poco de lo que entiendes por arquitectura.
¡Tenemos que reinventarnos, chicos! Y LO SABEIS (risas). Somos muchos arquitectos. Y hemos de prestar un servicio profesional, personalizado y a un precio adecuado. Cada uno ha de saber qué es capaz de hacer y a qué cliente puede interesar.
A mí me gusta “servir” a las personas. Y hacerlas felices. Quiero que se levanten por las mañanas pensando que su casa es un sueño hecho realidad. No mi sueño, sino el suyo.
Aun así, creo que transmito “algo” de mi carácter. Soy alegre y optimista. Creo en recuperar la tradición a través de la emoción y las texturas. También apuesto por volver a la esencia, pero no al minimalismo formal. Sobre todo, me mueve la luz, el color, el contraste, el dinamismo… Si mi cliente es pintor, pues a crear una casa-exposición. Que es ingeniero, pues le hacemos un panteón de hormigón (como el de la foto, que vaya empeño tenía). Pero el proyecto vino con “truco” (no en vano se llama “Trampantojo de Hormigón”). En esta obra, el hormigón visto funciona sólo como revestimiento, no como material portante. Es bonito, a veces, que lo difícil parezca sencillo, y viceversa. Pero lo mejor es cómo lo cuenta el ingeniero (sorpresivamente). Y lo orgulloso que se siente de él (porque lo ha vivido con nosotros, con mi hermano Andrés Martínez, y conmigo).
Panteón para un Ingeniero
Por Martinez Vidal
© David Frutos
-Del actual panorama arquitectónico ¿qué es lo que más te interesa? Dinos nombres de arquitectos y proyectos.
Me gusta esa gente que me plantea interrogantes… ¿Cómo lo hará? ¿Por qué lo hace? Eso sucede, probablemente, cuando se proyecta con el corazón. No falla. Scharoun fue el arquitecto que me descubrió el movimiento y la diagonal. Me fascinó Coderch. Es “clase” en estado puro. Su Casa Ugalde representa la belleza nívea del cubo blanco, escalonado, sin frialdad.
La Torre Cube de Pinós aún me deja ojiplática. El BBVA de Sáenz de Oiza es el reflejo de todos los brise-soleil que se me ocurren. Y en la misma línea, Miralles y Benedetta. Es un tópico, pero es que Santa Caterina hizo escuela (y vaya alzados en AutoCad). No me quiero dejar a Steven Holl y sus oficinas en Amsterdam, en las que un cubo de vidrio cobra vida con una piel metálica que se mueve de fuera a dentro como quiere. Coherente hasta la médula partiendo de una planta, de una sección, generando un volumen…Impresionante.
También me gustan los Selgas Cano…Vaya con el Auditorio de El Batel. Y esta última casa que han hecho ¿la Silicon? Como la de Jaque, la Neverland, en su momento. Me tiene fascinada. ¿Mucha información? ¿Puedo pedir más a los Reyes Magos? (risas)
– ¿Cómo ves a las Escuelas de arquitectura a día de hoy? También nos gustaría saber qué cambios te gustaría qué sucedieran en ellas.
No quiero sonar pretenciosa, pero gestionar formación durante cuatro años me hace hablar con conocimiento de causa. La solución es más sencilla de lo que parece. Que desaparezcan las especialidades de Urbanismo y Edificación a secas. Pero ya mismo ¡Ya!
El arquitecto “marca blanca” es a extinguir. A elegir: un año de Design Thinking o Diseño de Servicios, Estructuras Singulares, Innovación en la Construcción (Prefabricación), Sostenibilidad, Técnicas de Representación o Recreación Virtual, Iluminación, Arquitectura del Comercio, del Transporte, Retail, Management… Mira todo lo que se puede hacer. Y a continuación, que desarrollen un PFC en esta línea.
Los chavales que terminan no saben a qué dedicarse. Ya casi no hay Obra Nueva, que es lo que daba dinero. Pues señores, seamos solidarios y ayudémosles antes de salir al mercado laboral para que no estén “con una mano detrás y otra delante”. Nosotros pudimos adquirir experiencia. Ellos forman parte de la primera generación de la historia en arquitectura para la que resulta un privilegio trabajar. Una gente tan preparada ha de formar parte de nuestro mercado laboral, sí o sí. Y la mejor manera de ubicarlos es especializarlos. Posteriormente, si quieren, que trabajen colaborativamente.
-¿Cuál es tu opinión sobre los Colegios de arquitectos?
Si los colegios no aportan gran cosa a esta situación de crisis, tienen los días contados. Con que uno termine la carrera y se le dé un “carnet”, basta y sobra. Todos estamos cansados de discursos agotados. Esta situación es insostenible, con la buena voluntad no es suficiente. SO-LU-CIO-NES (yo tengo unas cuantas, a ver si se mueven de la silla).
-¿Qué nos cuentas del mundo de los blogs de arquitectura? ¿Cuáles son tus preferidos?
Bueno, bueno… Ahí me matas (risas). Soy poco amiga de los blogs de arquitectura. Leo más prensa escrita. Sólo leo posts que me divierten, que me llaman la atención por un tema concreto. Mira, me encanta esta chica, Libe, que habla de edificios restaurados, y hasta propone destinos turísticos. También me gusta echarle un vistazo a lo que escribe Macarena Gea, porque mezcla moda, interiorismo, y gastronomía si hace falta. Es como un sueño hollywoodiense, glamour estupendo. Y necesito que mi vida no sea intensa per sé (risas).
La arquitectura forma parte de mi vida, pero no la ocupa por completo. Eso sí, me divierte muchísimo lo que escriben vía Facebook o Twitter (por motivos más o menos heterodoxos) Jaume Prat, Edgar González, Arquitextónica, BsA Rethinking Architecture, Rodrigo Almonacid, Ruyman Glez. Sicilia, Jesús Abril, Aurora Adalid, Fernando Fdz. Alonso, Echarte, Pacho Camino, Carlos Muriel, Ariadna Cantis (estoy muy comprometida con el ciclo #EspaciosParaArquitectas sobre la mujer en la arquitectura, me parece que tiene mucho fondo)… Y soy #MuyFan de Isabel Sánchez. Gran arquitecta. Y muy simpática.
Como ves, me encanta meterme en líos… Y aprender de otros puntos de vista.
-¿Qué papel juega la red y las redes sociales, a la hora de dar visibilidad a tu trabajo? ¿Crees que las revistas “de papel” se están adaptando bien a los nuevos tiempos que corren?
Las revistas de “papel” aportan más credibilidad que un muro de Facebook. A día de hoy, colaboro con una revista de moda escribiendo artículos de arquitectura y con un periódico de economía en una columna de opinión (mi objetivo es “democratizar” la arquitectura, lo que no significa que cualquiera pueda plantearla, sino que cualquiera pueda amarla como yo).
Twitter sirve para crear marca. Facebook, genera debate y promociona. Linkedin posiciona tu CV en la red.
El marketing digital aporta publicidad gratuita al arquitecto, es una herramienta. Pero marca un antes y un después en publicidad. Está ocurriendo lo nunca visto: autónomos y grandes empresas compiten al mismo nivel en este marco. En cualquier caso, se debe tener cuidado con el impacto que genera ser visible en redes.
A priori, uno tiene que plantearse “cómo se quiere vender”. En qué cree. Marcar sus principios, sus valores. Establecer qué desea transmitir. A qué cliente busca. Cuando lo tiene claro, ha de encargar a un diseñador gráfico una identidad corporativa acorde con su planteamiento. Una página web que le represente. Y después, proyectar una estrategia de Social Media Marketing coherente. Hay que aportar diferencia y originalidad para distinguirse frente a la gran cantidad de estímulos publicitarios que nos rodean.
-¿Dónde te imaginas dentro de cinco años? ¿Algún sueño que te gustaría que se cumpliese?
Sueños, muchos. Yo sueño muchísimo. Sueño con casarme con mi enamorado, sueño con hacer felices a mis clientes, sueño con viajar por el mundo, y sueño con conocer a mucha gente interesante. Ya que pedimos (poco), sueño con que Pon un Arquitecto en Tu Vida, dure tanto como Saber y Ganar. Bueno… con conservarme tan bien como Jordi Hurtado, me conformo!
Post relacionados:
#ArquiEntrevista en Stepienybarno
* Este artículo ha sido escrito con carácter divulgativo y sin ningún tipo de ánimo de lucro. Así que, si te apetece compartirlo en cualquier otro medio, estaremos encantados de que lo hagas siempre y cuando cites el lugar donde lo has encontrado.
STEPIENYBARNO EN TWITTER _ @stepienybarno
* Stepienybarno está formado por Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó y desde mayo del 2009 estamos en la red con la presente publicación digital (Blog) de arquitectura.
Nuestra actividad se sustenta en tres pilares básicos: la investigación, la publicación y la redacción de proyectos de arquitectura.
A su vez, somos socios cofundadores de SINERGIA SOSTENIBLE y redactores de LA CIUDAD VIVA.
* Los editores de esta publicación digital no nos hacemos cargo de de los comentarios y conceptos vertidos en los textos firmados por otras personas, siendo éstos de responsabilidad exclusiva de sus autores.
* Tu comentario pudiera ser moderado, por lo tanto, aunque aparezca inmediatamente al ser publicado en la entrada, los editores de esta publicación digital nos reservamos el derecho tanto de editarlo (si fuera necesario, para hacerlo más legible) como de eliminarlo en el caso de que se usen expresiones incorrectas (descalificaciones, palabras malsonantes…). A su vez, si quieres comentar desde el anonimato puedes hacerlo, aunque, nosotros personalmente, agradecemos que tod@s nos podamos identificar.
1 COMENTARIO
Humberto Bellora
12/01/2015Motivador reportaje. En sí mismo las preguntas y sus respuestas HACEN docencia fuera del aula, el lugar más exigente para compartir y aplicar conocimientos. Valoro esta entrevista en las preguntas y sus comprometidas respuestas con nuestra profesión.