¿Cómo CONSEGUIR más CLIENTES siendo ARQUITECTO?
No es la primera vez que hablamos de este tema en Stepienybarno, ni será la última. La arquitectura no es un Hobie; por mucho que nos guste, es importante que nos planteemos seriamente que somos empresas y, por tanto, empresari@s.
Como tales, hablar de marketing, ventas o clientes debiera ser lo habitual. Así, mientras muchos siguen pensando que lo único importante para seguir haciendo arquitectura es la propia arquitectura, nosotros seguiremos abriendo campo de acción y reflexión. Es importante que podamos organizarnos mejor como arquitect@s y tengamos la mejor relación posible con nuestros clientes.
Y para tener esta relación, es importante ver la mejor manera de conseguirlos.
Si te interesa el tema, hemos preparado un vídeo y una selección de textos que te pueden gustar.
Si te ha gustado el vídeo, a buen seguro tendrás ganas de saber más sobre el tema; así que, te hemos preparado la siguiente selección de 10 textos que pueden ser de tu interés:
«(…) Esto es como en botica, existen arquitectos buenos y otros que no lo son tanto. No es que los segundos abunden más que los primeros, pero haberlos haylos. Este segundo tipo de arquitectos pudiéramos decir que por lo general no tiene muchas ganas ni tiempo de dedicar al proyecto, en muchos casos es un problema de interés. Digamos que los proyectos salen como churros, lo cual aún teniendo ciertas ventajas no nos parece la opción ideal. ¿Y qué ventajas tiene? Que se le entregará un proyecto en tiempo record y si tiene un poco de suerte, quizás incluso funcione medianamente bien. Otra ventaja para el cliente, será que este tipo de arquitecto no cobrará unos honorarios excesivamente altos. Cierto es, que aún cobrando menos que otros compañeros su rentabilidad es altísima pues la inversión de horas, es mínima. Pero claro, es evidente que no estamos hablando de hacer algo que sea rentable sino lo que sea la mejor opción para el cliente.»
1 Acceder a ARQUITECTO Y CLIENTE 2/3
«(…) Para nosotros es fundamental rescatar las palabras de Heidegger a la hora de entender como tiene que ser esa casa ideal, “no habitamos lo que, primero, hayamos construido sino que, al revés, construimos porque habitamos. Habitar es nuestro modo de ser en tanto humanos, nuestra manera de ser y estar en el mundo. Y construimos en tanto que habitamos.” Depende de cómo sea esta casa soñada, podremos habitar de una forma u otra, por ello es tan importante tomarse muy en serio la idea de construir una casa. Los gustos previos y la aparente facilidad con que la sociedad juzga la arquitectura jugarán un papel importante. Los amigos del cliente y familiares cercanos no perderán su oportunidad de aportar cuanto puedan al proyecto, lo cual tiene sus ventajas y sus desventajas. Al final casi todo el mundo piensa que lo suyo es lo mejor y no se suele ser muy objetivo a la hora de dar este tipo de consejos, pudiendo dejar al futuro propietario de la casa en un importante estado de confusión.»
2 Acceder a ARQUITECTO Y CLIENTE 1/3
«(…) la (contra)transferencia podría verse como un obstáculo para generar una relación positiva, entre cliente y arquitecto, en tanto que el cliente, o el mismo arquitecto, puede sentirse amenazado por sus propias vivencias ante una situación emocional que lo pone en ‘peligro’. Pero también es, quizá, esta alerta la que puede generar precisamente el vínculo que soporte el desgastante y, muchas veces decepcionante, proceso arquitectónico, desde la concepción de la idea hasta la construcción del objeto arquitectónico.»
3 Acceder a El cliente y el arquitecto: la arquitectura en el diván
«(…) Escena 1
X., estudiante de arquitectura en su primer año de Proyectos, se dispone a exponer su propuesta a Y. experimentado profesor del Área, que le mira con ojos aburridos.
Comienza su explicación indicando por dónde se accede al edificio, cuál es el tamaño del vestíbulo y, cómo va a distribuir las habitaciones, Y. le interrumpe. Alega que el proyecto es aburrido, no tiene alma ni idea, pregunta por la poética y por las intenciones.
X., confundido y algo humillado, recoge sus planos y calla. No cree que hiciera falta sacar a su abuela en la conversación.
Escena 2.
X. tras unos duros años de carrera y con su flamante título bajo el brazo, recibe a su primer cliente, Z, constructor local que busca un arquitecto joven para una pequeña promoción de viviendas.
X. comienza a hablar de su propuesta de desarrollo de atmósferas habitacionales. De la propuesta de fusión morfológica que permitirá soñar a los espacios urbanos que la arropan. Z. le interrumpe. Mira a X., resopla, se levanta y sale del estudio.
X., confundido y algo humillado, recoge sus planos y calla. No cree que hiciera falta sacar a su madre en la conversación. (…)”
4 Acceder a LOS ARQUITECTOS SON DE VENUS Y LOS CLIENTES SON DE MARTE
«(…) os arquitectos, en general, con la llegada de la crisis, hemos pensado que lo que vamos a hacer es lo mismo pero un poco más barato y, así, el cliente nos escogerá a nosotros en vez de a nuestro vecino arquitecto. Y como es lógico esta es la mejor forma de hacer el canelo y que, poco a poco, nuestra situación se vaya volviendo cada vez más dramática. Competir en precio es la peor de todas las opciones posibles; como mucho es pan para hoy, hambre para mañana.»
5 Acceder a LOS CLIENTES DEL ARQUITECTO
«(…) El “arquitecto jefe” claramente delegó el proyecto en un colaborador y con él me iba comunicando. De hecho, cuando quedamos para la segunda cita, fue esta persona quien me atendió. Era muy joven y sospecho que no había terminado la carrera. Aun así, fue amable y me enseñó unos planos que nuevamente correspondían, según él, a un proyecto básico; pero que, en mi opinión, para nada cubrían las necesidades básicas que les había propuesto.
Más adelante vi que se trataba de un “corta y pega” de otro proyecto que tenían publicado en su web. Un desastre.
6 Acceder a CARTA DE UN CLIENTE DE UN ARQUITECTO
«(…)Muchas veces pensamos que los clientes adinerados son los mejores a la hora de pagar. Mucho cuidado, entre ellos hay un buen número de vampiros cuya arrogancia y exigencias extemporáneas son proporcionales a su fortuna.
Dicen las estadísticas que consumimos un 80% de nuestro tiempo, recursos y energía en atender a los clientes que no nos convienen, cuando solamente nos aportan un 20% de nuestras ganancias en dinero, profesionales o personales.»
7 Acceder a EL CLIENTE VAMPIRO
«(…) ante este mundo cada vez más rápido e instantáneo, los arquitectos les damos a nuestros clientes nuestro whatsapp dejándoles bien claro que el poder lo tienen ellos. De esta forma nos mandan mensajes a cualquier hora y si se nos ocurre contestar en fin de semana, nos puede caer una llamada tranquilamente. En general somos sumisos a más no poder. Si no contestamos nos entra el miedo de no hacer bien nuestro trabajo.
Ante este planazo conviene poner límites. Preferiblemente no usar el whatsapp para temas laborales e intentar comunicarnos por otros medios como puede ser slack.
También conviene no acostumbrar al cliente a respuestas inmediatas, la mayoría de las cuestiones pueden esperar unas horas sin problema y, sobre todo, poner límites claros en las reuniones. Estos encuentros deben tener un horario y un orden del día. A partir de ahí todo lo que cedamos irá contra nosotros a medio plazo.»
8 Acceder a ¿ARQUITECTOS DOMINADOS POR CLIENTES?
«(…) Julio Cano Lasso, lo tenía bien claro: puede afirmarse que detrás de toda obra grande de arquitectura hay siempre un gran cliente. El cliente es pieza clave. Cuando alguien me dice que en España los arquitectos somos muy malos, no suelo contradecirle, lo único que digo es que los clientes son peores.”Seguramente, ni lo uno ni lo otro; pero sí que es importante tomar conciencia de la importancia del cliente, desde el minuto uno. Es decir, en la propia Escuela hemos de hablar mucho más de los clientes y la relación de los arquitectos con ellos.
En fin, que esto de conseguir clientes, más en los tiempos que corren, no es tarea fácil y, sin embargo, ni nos forman ni nos formamos para ser más eficientes en esta importante tarea.»
9 Acceder a TERMINÉ LA CARRERA DE ARQUITECTURA. ¿DÓNDE ESTÁN MIS CLIENTES?
«(…) La confianza y el respeto serán los antídotos perfectos para evitar esa asimetría y marcar dónde y cuándo acaba la labor del arquitecto. Este límite no está tan claro como pudiera parecer, sino más bien es todo lo contrario, es bien difuso y dependerá en gran medida de la buena voluntad de ambas partes. Dependiendo de cómo sea esta interacción la obra se desarrollará de una forma u otra.
Son múltiples los casos en los que el cliente privado encarga su casa ideal al arquitecto de turno y este le proyecta un castillo de naipes, ya que conforme el cliente se va dando cuenta cómo crece su vivienda, ve que ésta no se corresponde a esos sueños iniciales.
10 Acceder a ¿EL CLIENTE DEL ARQUITECTO TAMBIÉN SIEMPRE TIENE RAZÓN?
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1 COMENTARIO
SOFIA
16/09/2021Quisiera suscribirme a las novedades