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CARTA DE UN PROFESOR DE ARQUITECTURA

hanako elefante universidad _ stepienybarno

Nuevamente, volvemos a la carga con el tema de las “Cartas de un …”. En esta ocasión tenemos que agradecer a Rodrigo Almonacid Canseco que se dejase liar para escribir este texto que, a buen seguro, hará las delicias de más de uno.

Ya nos contareis cómo veis el tema!!

“Sí, es extraño. Un profesor de Universidad en el mundo 2.0. Hablas con tus homólogos por la Escuela de Arquitectura y… nada. Me conformaría con el desprecio de la indiferencia o el rechazo por pereza, pero a menudo, no es el caso: es casi oposición, resistencia al movimiento, férrea inercia a permanecer en el estado de reposo o en ese movimiento rectilíneo uniforme que aprendimos como la 1ª ley de Newton. Los más humildes —los menos— se encojen de hombros o te miran como bicho raro; el resto cambia la perplejidad por una sutil sonrisa burlona por lo vulgar, por “juvenófilo” (si no quinceañero) y por desacreditado en términos académicos. Cuando en cualquier entorno profesional el mundo 2.0 es ya una herramienta indispensable e ineludible, ¿por qué en el de los arquitectos-profesores universitarios ocurre lo contrario?

En realidad, no es de extrañar. La Universidad se ha convertido en un ente endogámico. Todo “por” y “para” ella misma. Su modo de subsistencia convertida en su única razón de ser. Sí, la Universidad lleva dando la espalda a la sociedad mucho tiempo, y las Escuelas de Arquitectura mucho más aún. Hacemos —pocos, muy pocos— proyectos de investigación en Arquitectura, congresos, eventos, publicaciones, etc., y casi nunca trascienden del mero nivel académico al social. Se trata solo de engordar curriculum para medrar en el escalafón, sin importar si esos méritos individuales sirven para algo más. Esa Universidad, la que ignora a la sociedad a la que sirve, es absolutamente infértil, y genera una opinión muy poco favorable hacia nuestro colectivo profesional. En Arquitectura quizá ahora nos lamentemos de no haber tendido esos puentes de escala humana, tiempo que algunos privilegiados prefirieron materializar en forma de opulentos acueductos (o mejor, pasarelas de moda), carentes de alma y espacio para las vidas de sus ciudadanos. La endogamia es un grave error que hemos de subsanar, y pronto. Y ahí los “arquitectos 2.0” tenemos mucho que aportar, proyectar, diseñar.

Porque, digámoslo claro: la estructura universitaria conlleva exasperantes inercias que, sumadas a las jerarquías cuasi militares del estamento docente, la convierten un mastodonte muy poco ágil, permanentemente aquejado de anquilosis crónica. Para muestra, los nuevos planes de estudios, surgidos bajo ese narcotizante paraguas pedagógico del conocido como “Plan Bolonia”. En todas las Escuelas de Arquitectura la renovación de los planes de estudios ha sido una mera formalidad administrativa, traducida en una obligada “jibarización” de los contenidos y, como mucho, en un cínico bautismo de determinadas asignaturas por necesidades de aseo estético. Por lo demás, viejas materias y obsoletos métodos que ahora se disfrazan bajo la falaz máscara de un reparto de actividades académicas clasificadas en sesiones teóricas, prácticas, seminarios o laboratorios y prácticas de campo. Pero preguntad a cualquier alumno a ver si ahora disfrutan de numerosas visitas de obra, o talleres para actividades colectivas, o simplemente más clases teóricas en las asignaturas de Proyectos. No, seguimos aún con las fatídicas correcciones face to face en vez de generar espacios de trabajo en cooperación, donde el arquitecto-profesor ejerza más como coach y menos como juez. Todos disfrutaríamos y aprenderíamos más, no solo en dirección vertical sino horizontal.

El fraude no acaba ahí. Se prolonga en forma de desvergüenza de las escuelas al no querer reconocer que es injustificable seguir manteniendo el mismo número (o casi) de nuevos matriculados en el acceso a esta carrera. La sociedad española ya no los necesita, pues ni siquiera nos necesita a la inmensa mayoría de los ya licenciados (el 60% de los trabajos visados son firmados por solo un 5% de los colegiados como informaba recientemente el CSCAE). Es lícito reconocer el derecho a estudiar Arquitectura, pero debería hacerse una seria reflexión sobre las nuevas orientaciones profesionales del futuro arquitecto, para diseñar una preparación acorde a las circunstancias.

Mis últimas líneas serán para hacer una llamada a los estudiantes, que son el mayor y mejor patrimonio de nuestras Escuelas de Arquitectura. Deberían abanderar ese cambio, reclamando una democratización interna del estamento universitario y una revitalización de sus profesores, exigiendo más de ellos -yo asumiré mi parte, si me renuevan otro año más mi precario contrato— y menos de otras cuestiones que, por lo perentorio, pueden parecerles más importantes. La excelencia a la que aspiramos solo se consigue dando todos lo mejor de nosotros mismos. Y eso empieza por tener ilusión, por dejar atrás el miedo a lo desconocido, por arriesgarse a explorar nuevos territorios que nos permitan ofrecer un mejor servicio a la sociedad; porque… no solo “podemos”: se lo debemos.”

Autor del texto: RODRIGO ALMONACID CANSECO*

* RODRIGO ALMONACID CANSECO _ el nombre de mi oficina [r-arquitectura], y mi vinculación actual a la Universidad en calidad de Doctor Arquitecto  como profesor de la E.T.S.A. Valladolid, en la que me licencié (1999), me doctoré (2013) y llevo trabajando como profesor dentro del Departamento de Teoría de la Arquitectura y Proyectos Arquitectónicos desde 2004 de manera continuada (aunque solo como contratado laboral, a tiempo parcial).

Web del autor: http://rarquitectura.wordpress.com

Más información sobre el autor, aquí.

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15 COMENTARIOS
  1. Mika

    Xavier, el idiota será el que se matricule en ingeniería para hacer arquitectura…

  2. Xavier Inglada

    Tranquilos, con la entrada en vigor de la LSP todas las Escuelas Técnicas Superiores de Arquitectura cerrarán puertas antes de fin de año.
    Si con el título de ingeniero se tienen todas las competencias profesionales de los arquitectos más todas las de los ingenieros, ¿para qué sirve estudiar arquitectura? Habrá que ser profundamente idiota para matricularse «sólo» en Arquitectura.

  3. Carlos

    Enhorabuena Rodrigo…que pena que solo los 2.0 podamos leer esto…quizás deberías de ir a una rotativa e imprimir unas octavillas para su difusión por mas de un departamento de urbanismo, proyectos, etc. Necesitamos una renovación ya, miles de arquitectos lo demandamos, y un puñado lo ignoran.

  4. Sergio Mendoza

    Ante todo, dar la enhorabuena a Rodrigo por el artículo y animarle a seguir trabajando. En otras ocasiones ya te he mostrado mi opinión acerca de tus trabajos y de lo que nos aporta a los alumnos en la escuela. Estos trabajos nos muestran alternativas de trabajo y otras visiones que dentro de la escuela no se enseñan y son muy necesarias. Esto hace referencia al tema de la inercia a la que haces referencia en el texto. Dentro de nuestra ETSAV se me hace fácil imaginar que el temario que se imparte y lo métodos con que se hace sigue siendo el mismo que hace muchos años, en una situación muy diferente. No me refiero solo a la situación laboral, que podemos tener todos en mente. Me refiero al mundo de la arquitectura en general. La optimización de los recursos, la tecnología y otra serie de aspectos cercanos a finales del siglo XX y hasta la actualidad quedan en el aire durante toda la carrera.
    Como actual alumno de la escuela tengo la sensación de que las clases se repiten, llegando en ocasiones a ver el mismo temario en distintas asignaturas y distintos cursos.
    Creo que la iniciativa de movimiento que Rodrigo nos plantea a los alumnos va orientada a estos aspectos, más que al reiterativo asunto del PFC, acerca del cual prefiero no manifestarme, puesto que considero que no es el momento ni el lugar.

    Para finalizar, nuevamente seguir animando a Rodrigo en su afán de animarnos a levantarnos y cambiar el punto de vista. A mostrarnos y acercarnos una alternativa de entre todas las que existen. Porque la Arquitectura es muy grande, pero también es una base para adentrarnos en otros mundos que no se nos deben escapar de las manos.

  5. Daniel CCAD

    Sólo comentar, como ex alumno de la ETSA Valladolid, que más allá de estar o no de acuerdo con lo que dice Rodrigo (y estoy muy de acuerdo con casi todo lo que dice), firmar con nombre y apellido un texto como este en su situación es muestra de un compromiso con la arquitectura y con la propia universidad que desgraciadamente no sólo escasea, sino que además es hasta peligroso airear.
    Por cierto, no conozco a Rodrigo en persona, a ver si un día nos tomamos un café! (Momento radiofónico de «aprovecho para saludar»).

  6. Rodrigo Almonacid

    En primer lugar, agradezco los comentarios más o menos elogiosos o críticos hacia el texto que Lorenzo y Agnieszka han tenido la generosidad de publicarme.
    A Raquel Martínez, gracias por su capacidad de vencer resistencias desde su URJC. Tengo muchas ganas de «desvirtualizarte», a ver si se da la ocasión… Sé que caminamos por sendas paralelas pero con parecidos destinos.
    A Juan Carlos Gargiulo y a Luis Díaz Feria, gracias por sus comentarios personales acerca del tema, que son siempre bienvenidos y NECESARIOS. Yo entiendo que solo mejoraremos el estado de la profesión del arquitecto (estemos ya licenciados o aún no) si abrimos el foro a todas las opiniones y SUMAMOS ESFUERZOS en pro del interés común. Gracias por aportar.
    Y a «anónimo» por intentar mostrar su punto de vista acerca de un tema que, para los que no seáis de la ETSA.Valladolid, puede resultar desconocido y es solo un síntoma más de cómo las cosas son mejorables. Gracias por haber sacado este tema (quizá no es este el foro…), pues todo ayuda a reflexionar… Por responderte brevemente al último comentario, creo que hay algunos malentendidos que si quieres podemos aclararnos mutuamente por la escuela. Lo que me parecía interesante destacar en mi artículo es el papel que TODOS (estudiantes y profesores de Arquitectura incluidos) tenemos en este estado de transición en el que estamos, entre un modelo de arquitecto obsoleto e incapaz de servir a la sociedad actual, y el nuevo paradigma que aún no acabamos de vislumbrar. Me parecía oportuno reclamar cierto apoyo, pues el profesorado más joven y más dispuesto a cambiar la inercia actual en las ETSAs no tenemos peso en los órganos de gobierno (p.ej., solo estamos 3 profesores asociados en nuestro consejo de Departamento de Proyectos, donde hay 4-6 alumnos si no me equivoco, y el resto hasta unos 20-25 son profesores «consolidados»; así me entenderás mejor, pues lo mismo ocurre a nivel de Junta de Escuela). Los profesores «consolidados» («titulares y catedráticos) sí tienen ese gran peso y capacidad decisión, sobre todo en el PFC (donde los asociados estamos vetados!!!), no conviene confundirse… Pasa lo mismo en el mundo profesional: el colectivo más numeroso de arquitectos es el más joven (menos de 40 años, entre los que me incluyo), y sin embargo, no pintamos nada en los Colegios de Arquitectos, por unas u otras razones. Y esto tiene que cambiar, empezando por ejemplo, por cambiar el sistema de votación ponderada actual para la elección del Rector, injusta y poco democrática, tanto para alumnos como para los sectores anti-élite. Espero haber aclarado el malentendido (sin acritud…).

  7. StepienyBarno

    Hola a todos.
    Muchas gracias por vuestros comentarios y por las aportaciones al post.
    Aun así, de ahora en adelante, os agradeceríamos que vuestros comentarios fueran firmados con nombre y apellido; creemos que sería mejor para todos.
    A su vez, sería deseable que no se entrase en ningún tipo de descalificación personal. Se pretende poner un tema general encima de la mesa y no parece que ayude focalizarlo en una situación concreta.
    Por ello, como siempre hemos hecho en esta casa, os animamos a debatir y profundizar a partir de la excelente reflexión de Rodrigo.
    Un saludo.
    Agnieszka y Lorenzo _ stepienybarno

  8. pan

    . En cuanto a la Universidad…llevo oyendo-leyendo eso….y no cámbia pero le doy toda la razón. En cuanto a la criba….también recuerdo yo el » no se puede sacar más arquitectos …no hay trabajo para todos…» tras comprobar que se superaba el 50% de aprobados en PFC…hace ya añitos.. pero era así-.. ya se cómo dicen….esto NO es de ahora. Que estudie quien quiera y quien pueda con capacidades y por gusto y que trabajen en lo que se pueda como todo pero pichichi en la calle. Por ellos yo no habría terminado y mira..soy la más feliz de la tierra con mi profesión, antes y ahora luchando en plena crisis como TODOS.

  9. Anonimo

    Hola de nuevo. En primer lugar quiero aclarar que no creo haberme referido concretamente a usted en mi comentario, por lo que no creo que deba sentirse ofendido. Pero le responderé ordenademente:
    1º. Comprendo sobradamente que se dirige a un colectivo más amplio que el de la ETSAV, pero yo respondo en función de mi experiencia personal, que no es otra que la de haber estudiado allí.
    2º. No es para nada cierto que el peso y la representación en junta de escuela del alumnado se mayor que la del profesorado, ni en numero ni en importancia. De hecho este escaso peso, es el motivo principal de que no se llevasen a cabo medidas pretendidas a la dirección de la escuela como un debate abierto en el salón de actos con la participación de representantes de los distintos departamentos y alumnado para la redacción de un nuevo reglamento pfc. Pero me gustaría recordarle que «el movimiento» surgió de forma espontanea, y no existía más que una relación casual entre algunos de los representantes de alumnos y participantes de dicho movimiento.Siento decir que esa espontaneidad no fue secundada por el profesorado, que evito hacer manifestación pública alguna (pese a la indignación de algunos tutores en privado).
    3º El argumento de que «los cabezillas de la revuelta se fueron con el título entre los brazos una vez revisada su nota al alza» además de FALSO, es ruin y mezquino, y es algo que no pienso tolerar. En primer lugar le ruego que se informe adecuadamente antes de descalificar de forma gratuita, pero como veo que no lo ha hecho le informaré yo: Las primeras protestas se llevaron a cabo después de la publicación de las calificaciones provisionales, con un porcentaje de suspensos de aproximadamente 50%. Despues de las revisiones el tribunal dejo la tasa de suspensos en el (tristemente) habitual 20%. No voy a entrar a debatir si fue justo o no. A partir de ahí, fue donde las protestas y los debates entre alumnos tomaron más fuerza, forzando al tribunal a dimitir (tampoco entraré a debatir si recibieron o no presiones de la dirección de la escuela). Esto no fue más que una solución chapucera, y pese a las promesas por parte de la dirección de cambios en la estructura del pfc, el mencionado debate, todo sigue igual a día de hoy. Una vez pasado el chaparrón vuelta al autismo académico.
    Para concluir simplemente quiero decir que no he personalizado en usted en ningún momento en mi comentario anterior, y me gustaría pedirle que no difame gratuitamente aun movimiento «loable» como usted mismo ha dicho. Para nada es cierto que los (mal-llamados por usted) cabecillas se fuesen con su titulo bajo el brazo. De hecho muchos de ellos han aprobado posteriormente en la ultima convocatoria del mes de marzo.
    Pero el problema no se ha resuelto, el funcionamiento del pfc sigue siendo nefasto, anticuado y cerrado.
    PD: Me gustaría que hubiera hecho gala de la valentía de la que presume ahora cuando tuvo oportunidad de hacerlo en lugar de excusarse por no haberlo hecho.
    Sin acritud.

  10. Luis Díaz Feria

    En primer lugar, enhorabuena a Rodrigo.
    Nací con un carboncillo en la mano, me eduqué en arquitectura con un rotring y he llegado al 2.0 (a medias nada más) por culpa de una insistente curiosidad que no consigo dejar del todo.
    Me parece muy positivo el constante volver sobre la necesidad de renovación, sobre el papel de alumnos y profesores en esa tarea, sobre la endogamia en la que se ha convertido la universidad…
    No creo que las ETSAs se hayan vuelto endogámicas, sino que nacieron así y se perpetúan por su propio código genético. Por eso creo que cualquier renovación, aunque fuese parcial, debiera enfocarse como mutación del sistema.
    Perdón por el palabro, quiere decir que habría que apuntar hacia algo verdaderamente sustantivo.
    Veo en el 2.0 esa oportunidad de mutación sustantiva: ejercer la docencia (alumnos y profesores) desde FUERA de las aulas.
    Como todo en el 2.0, el pequeño problema que no sé cómo se resuleve es que los profesores puedan vivir de ello.
    Un abrazo

  11. Juan Carlos Gargiulo

    En los años 80 (82 a 89) fui docente en Diseño arquitectónico de la FAU UBA en buenos aires, argentina. Lo que nos escribe rodrigo en su post, lo viví personalmente en aquellos años…. gran éxodo de arquitectos argentinos al exterior por falta de trabajo ( al igual que aquí el 60-70% de los encargos estaban en manos de muy pocos estudios) y un cuentionamiento permanente de la endogamia de la Universidad. Tuve la suerte de realizar una experiencia de taller mas horizontal, sin tantas jerarquías , pero además de cara a la sociedad, recogiendo en los proyectos de estudiantes verdaderas propuestas vinculadas a problemas concretos de la sociedad. Trabajo cooperativo, donde el docente es un asesor del equipo de proyecto. Experiencias truncadas por diversos motivos, uno de los cuales era el referido al éxodo, y otro al sistema abierto de elección de cátedra donde los alumnos acudían al «mercado de cátedras » para ver que cátedra les ofrecía la arquitectura mas a la moda. Eso tiene que ver también con el origen social de los estudiantes y profesores, que en un país con escasos recursos, siempre es de clase media alta. Bueno no doy mas la lata, enhorabuena por el artículo y si mi experiencia sirve de algo, aquí estoy. Un abrazo JC.Gargiulo

  12. Rodrigo Almonacid

    Por alusiones yo también (pero yo doy la cara con nombre y apellidos, amigo «anónimo» del 2º comentario…):

    Esta carta la he escrito dirigida a un público general, relacionado con el mundo de la Arquitectura, que es quien (como tú) suele leer este maravilloso blog de StepienyBarno. No me he referido directamente a la ETSA.Valladolid en la que trabajo, pues el mundo no se acaba ahí. Ni los problemas del mundo profesional de la Arquitectura en España, tampoco. Mi llamada a los estudiantes es, por tanto, igual de genérica para todas las ETSAs, y lo he hecho entonando el «mea culpa», porque todos (creo) tenemos que asumir que hemos podido cometer errores. Pero es injusto, tremendamente injusto, que me aludas sabiendo la indigna situación laboral y contractual que tenemos esa gran mayoría de profesores que formamos parte de las Escuelas de Arquitectura, los profesores asociados PRAS.
    Pero lo peor de tus injustas palabras no es eso. Lo peor, es que tú sabes (o deberías saberlo, si es que acudes a alguna reunión de Junta de Escuela, el órgano de máxima representación de cualquier ETSA) que nuestro colectivo PRAS no tiene ningún peso en esas juntas y jamás podemos (ni podremos) tomar ninguna decisión que pueda hacer cambiar las cosas. Y, en cambio, LOS ALUMNOS SÍ TENÉIS UNA DECISIVA REPRESENTACIÓN EN LOS ÓRGANOS DIRECTIVOS DE LAS ESCUELAS DE ARQUITECTURA E INCLUSO EN LOS PROPIOS DEPARTAMENTOS. Así que tu crítica no parece nada atinada. Y menos, cuando ya sabes cómo resultó la loable pero fallida «PFC Revolution» de la ETSA.Valladolid, que muchos alumnos apoyaron pero que luego dejaron morir por desidia cuando los cabezillas de la revuelta se fueron con el título entre los brazos una vez revisada su nota al alza para callar bocas. Y de lo que verdaderamente importaba reclamar, nada de nada. La valentía se demuestra en público, y el miedo a las represalias es solo para los que solo les preocupa su propio ego, no el del bien común, al que yo humildemente he intentado realizar mi aportación.
    ( @ro_almonacid )

  13. wisper

    Como exalumno universitario que vivio esa misa situacion no puedo sino suscribir as palabras del segundo comentario

  14. Anonimo

    Por alusiones:
    Simplemente me gustaría decir que soy ex-alumno (por suerte) de la ETSA de Valladolid. Como mucha gente sabréis el año pasado intentamos » abanderar ese cambio» necesario, buscar una mayor «democratización» etc ectc, sobre todo en lo referido al tema del PFC. El resultado a día de hoy es más bien escaso: mismo reglamento, estructura de trabajo similar, enunciado único como venia siendo habitual, aislamiento total de la realidad social y arquitectónica actual, IMPOSIBILIDAD de permitir una mínima participación del alumnado en una nueva propuesta de funcionamiento…
    Fue una iniciativa que nació desde el alumnado, y que el profesorado mató lentamente, pues pese a la difusión inicial y apoyo multitudinario desde toda España, la defensa explicita del profesorado fue nula, siendo benevolente. Así que no me parece justo que ahora se venga diciendo que la democratización de la universidad, el cambio necesario y blablabla deba ser abanderado por los alumnos. Sin una implicación mínima del profesorado, con un corporativismo superlativo y un respeto inexistente a las diversas normativas universitarias, dificilmente los alumnos pueden conseguir algo que vaya más allá de sonrojar a las Escuelas de arquitectura (por lo menos a está en particular) y poner de manifiesto su funcionamiento obsoleto, estructuras anquilosadas y mamoneo desmedido.
    El alumnado dio la cara, con nombres y apellidos arriesgándose a posibles represalias, y todo ello para que (tras semanas de aguantar el chaparrón) todo siga igual.
    Así que no nos venga ahora diciendo que el alumnado deba abanderar un cambio, que el profesorado se encargará de fulminar con su indiferencia.

  15. Raquel Martínez

    Enhorabuena Rodrigo por el artículo (y a Lorenzo y Agnieszka por su difusión)!
    Como profesora universitaria, en situación también precaria y con interés en el 2.0; no puedo sino suscribir tus palabras sobre la «Universidad» como ente. Eso sí, también rompo una lanza por el planteamiento que – con mucho trabajo y venciendo resistencias – tratamos de hacer desde arquitectura en la URJC.
    Sin duda la hibridación de lo académico y lo digital forma parte de nuestro futuro, y los que no lo vean – o no lo quieran ver – están perdiendo un tiempo precioso y, lo más grave, haciéndoselo perder a los estudiantes y a la sociedad en conjunto.

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